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Hola, amigas y amigos de Contigo. Desde Fernandina número 155 entre Monte y Omoa, La Habana, escribe un guantanamero ausente, el joven fiscal Juan Pablo Coello Rodríguez, quien manifiesta leer cada vez que tiene la oportunidad el semanario nuestro y dar especial seguimiento a los temas que salen en esta columna. Aquí lo complacemos con la publicación de un poema de su autoría.

Promesas

Las promesas son para calmar la sed de los que esperan,
para alimentar esperanzas que agonizan,
para ser incumplidas con prisa o con el tiempo
y una excusa con antifaz de razones como argumento,
para decir como dicen, lo lamento.
Las promesas son deseos podridos de inseguridad,
son el motivo de amar con más fuerza y a la luz de un descuido,
armas con doble filo desatando dudas en tu cabeza.
Las promesas danzan en los labios de los que aman,
de los que extrañan,
de los que sienten y se despiden.
Las promesas están para cumplir y también para herir.
Será mejor vivir esta noche, disfrutar de su miel,
de los cuerpos que se regalan la oportunidad de sentir.
Pero no me empujes, no me lleves que no puedo.
No confundas, no te alejes.
Si estás aquí no me hagas decir " yo te espero",
solo se decir " te quiero ahora, tú eres mi espejo".
Sé que aún no soy comprendido pero, no te prometo nada.

¿Sabías qué?
El peor momento para tomar café es en las primeras horas de la mañana.
Según el canal científico de YouTube ASP Science, los investigadores aseguran que beber café temprano en la mañana produce un efecto contrario al que pensamos. Y es que en ese horario se realiza una intensa producción de cortisol, una hormona necesaria para equilibrar el estrés y el bajo nivel de glucosa en la sangre.


Humor gráfico:

contigo 16-10-2015