La iglesia de Saint-Michel es de pequeñas dimensiones, pero lo que llama la atención no es su construcción en sí sino el lugar en el que ha sido levantada. Para llegar a ella hay que subir 268 escalones, ya que se ubica en la cima de un acantilado escarpado de 90 metros, en la pequeña ciudad francesa de Le Puy-en-Velay, en la región de Auvernia.
La capilla románica se empezó a construir sobre un cuello volcánico a partir del año 961, se convirtió en abadía en el siglo XII y fue declarada monumento histórico de Francia en 1840.
El obispo local Gotelasco, conocido por haber creado la ruta de peregrinaje de Santiago de Compostela en esa zona, fue el encargado de la obra; las leyendas afirman que en el año 1429 Isabelle Romée, la madre de Juana de Arco, fue a esta iglesia a rezar.
En los alrededores de Le Puy-en-Velay también hay otro lugar de culto “elevado”: una inmensa Virgen María con el Niño Jesús en color rosa en una de las cumbres cercanas, conocida como la roca de Corneille. Fue construida en 1860 con el bronce fundido de los cañones usados durante la Guerra de Crimea y donados por Napoleón III.
Comentarios
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.