Un buzo sudafricano vivió para contar una experiencia cercana con la muerte al ser tragado por una ballena en las costas de Port Elizabeth.
Rainer Schimpf estuvo por sólo unos segundos en el interior de un rorcual de Bryde, un cetáceo de 15 metros y 25 toneladas, cuando filmaba la vida marina de Port Elizabeth.
"Había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces, pingüinos y cormoranes que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde surge súbitamente", según explicó a AFP.
"Sentí presión alrededor de mi cintura, y supe inmediatamente lo que estaba pasando. Una ballena me habia tragado junto a un grupo de peces. Sólo fueron unos segundos, hasta que el rorcual se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme. Cuando sentí la fuerte presión en mi cadera, se me puso todo negro, pero contuve el aliento porque pensé que iba a liberarme más adelante y no me dio tiempo a tener miedo; sólo usé mi instinto”.
Ante la mirada de los compañeros de equipo de Schimpf y el resto de turistas, la ballena se alejó del lugar con el buzo en su interior. Tras un momento de mucha tensión, el mamífero se aproximó a una playa cercana y ‘escupió’ al hombre. Así es como Schimpf puso fin a esta pesadilla, tras nadar hasta la arena y regresar sano y salvo a su embarcación.
El buzo de 51 años se dedica a organizar excursiones por los lugares más turísticos de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
