Imprimir

base naval presos

El secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, está trabajando con la Casa Blanca en una propuesta para el Congreso con el fin de cerrar la prisión para sospechosos de terrorismo en Guantánamo, un objetivo que Barack Obama se trazó al llegar a la presidencia.

Carter informó sobre el plan a los periodistas que le acompañaban en el avión de regreso a Washington después de su gira por Singapur, India y Alemania, según recogen este sábado medios estadounidenses.

«Respecto a Guantánamo, estoy trabajando con la Casa Blanca para preparar un plan que después entregaremos al Congreso para discutirlo» con los legisladores, dijo Carter, de acuerdo con una transcripción de sus palabras proporcionada por el Pentágono.

«Opino que este es un paso muy constructivo. Es importante ver si podemos encontrar un camino lo suficientemente respaldado (por miembros del Congreso) para que podamos hacerlo, y creo que esto es una buena oportunidad», añadió el titular de Defensa, según reporte de EFE.

El Senado comenzó a debatir esta semana un proyecto de ley anual para autorizar las actividades del Pentágono, al que el senador republicano John McCain y el demócrata Joe Manchin han añadido una cláusula que permitiría a Obama cerrar la prisión en (el territorio ilegalmente ocupado de) Guantánamo si presenta un plan para transferir los presos que quedan y el Congreso lo aprueba.

«El Presidente Obama ha dicho desde el día uno de su presidencia que quiere cerrar Guantánamo, pero seis años y medio después, el presidente nunca ha proporcionado un plan para hacerlo», afirmó McCain en el pleno del Senado.

EFE añade que, si el Congreso aprobara el plan, los legisladores podrían levantar las restricciones que prohíben el traslado de prisioneros de Guantánamo a Estados Unidos o el gasto de fondos para construir o reformar una instalación estadounidense para albergarlos.

McCain aseguró el miércoles que el plan encontraría «un lugar adecuado» en Estados Unidos donde los prisioneros estarían «bajo absolutamente las mismas» condiciones legales que están en la base naval de Guantánamo, donde no han tenido acceso a las garantías legales obligatorias en el país norteamericano.

Algunos republicanos, entre ellos el aspirante a la presidencia de EE.UU. Ted Cruz, se oponen a cualquier plan para cerrar dicha cárcel, abierta después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Cuando llegó al poder en enero de 2009, Obama prometió cerrarla y desde entonces ha apuntado a las trabas del Congreso para el traslado de los presos como el principal obstáculo que le ha impedido hacerlo.

Su administración ha avanzado mientras tanto en el traslado de prisioneros a terceros países. En la cárcel quedan actualmente 122 presos de los cerca de 800 que llegó a albergar a comienzos de la década pasada, la mayoría de ellos sin cargos en contra.

El cierre de la cárcel (demandado además por Cuba, que, como parte del avance hacia la normalización de relaciones con Estados Unidos, exige la devolución completa del territorio que ocupa la base) también se ve entorpecido por el temor de legisladores y expertos de que los ex presos, interrogados bajo tortura y carentes de las garantías legales estadounidenses, se unan a grupos extremistas cuando salgan de la prisión.