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comedorLas pequeñas unidades que integran la Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo, muestran, desde el primer golpe de vista, el rigor con que se acata la disciplina militar, y el respeto entre jefes y subordinados en nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Al visitarlas se tiene la percepción inequívoca de los múltiples riesgos y exigencias de la vida, que asumen decenas de combatientes, principalmente de las cinco provincias orientales, escogidos entre lo mejor de nuestra juventud para custodiar el territorio libre de Cuba, en el perímetro fronterizo con la ilegal Base Naval yanqui.

Pero si de un lado, la defensa de la Patria los conmina a tan elevados retos, del otro les depara satisfacciones, alegrías y divertimentos que solo son posibles por el empeño de las FAR para garantizarles condiciones de vida óptimas.

Femeninas y pulcras

A Liaena Hernández Martínez, sus 18 años la “sorprendieron”, por primera vez fuera de casa, alejada del abrazo de sus padres y, para más singularidad, como soldado de la Compañía femenina de una pequeña unidad de la Brigada de la Frontera.

Pese a haber visitado este sitio en funciones de dirigente juvenil, Liaena confiesa estar gratamente impresionada por las excelentes condiciones de vida de los soldados, especialmente las muchachas.

“Una mujer aquí tiene todo para sentirse a plenitud. Desde el punto de vista material, por ejemplo, cada tres meses recibes un aseo personal que incluye cepillo, pintura de uñas, cosméticos, perfume, lápiz labial y para las cejas, chancletas, ropa interior…

“Los dormitorios tienen aire acondicionado y ventiladores, nuestros baños son impecables en cuanto a funcionabilidad y avituallamientos; disponemos de peluquería con exquisiteces para el cabello, además de modernas lavadoras para mantener limpias nuestras ropas”, explica.

La futura estudiante de Humanidades, afirma que llegó hasta allí para saldar un compromiso con su Patria y con ella misma: “Prepararme para la defensa del país, no solo con las palabras, sino también con el fusil. Vine a conocer la disciplina militar y salir como una soldado más, dispuesta a cumplir cualquier misión”.

Músico, poeta… y buen soldado

Descubrir talentos ocultos, despertar el interés por las manifestaciones del arte son satisfacciones que embargan, desde hace dos meses, al joven soldado de 19 años, George Quintana Estrada, instructor de arte de la provincia de Holguín.

 Tal vez por aquello de que todos llevamos por dentro algo de músico, poeta y… buenos soldados, el propio Quintana llegó a la pequeña unidad con la frescura de sus conocimientos artísticos y “armó” su grupo musical: Imagen Latina 6, del que es cantante, arreglista y director.

“Con el empleo de la cabina de audio montamos coreografías y actuaciones de comediantes y fonomímicos, lo cual no solo permite animar la tropa sino realizar presentaciones, junto a grupos profesionales de la provincia, en algunos poblados del perímetro”, asevera el soldado Quintana Estrada.

Patrona de la bahía

“En el mar la vida es más sabrosa… En el mar te quiero mucho más”. El estribillo, de arraigo marinero, nace súbitamente ante el testimonio de Marianne Velázquez Suárez, jefa de una lancha rápida del Destacamento de Observación y Defensa del Puerto de la Brigada de la Frontera.

Ella goza de un singular “privilegio”: ser la única mujer alistada en la referida unidad, que como sugiere su nombre, garantiza la seguridad del puerto y los límites marítimos  con el territorio usurpado a Cuba hace más  de 100 años.

A la veinteañera granmense, le apasiona el mar, las lecturas sobre navegación y episodios marineros, y darse algunas zambullidas en la playa, ya como diversión o como parte de los entrenamientos propios de las estratégicas misiones a su cargo.  

“Tras cumplir con el Servicio Militar Voluntario femenino, en otra unidad, durante un año y seis meses, opté por un curso sobre esta especialidad. Me siento a gusto junto a mis compañeros, con quienes encuentro formas de esparcimiento, en los deportes, los juegos pasivos, las películas, la música, el baile”, argumenta la joven.   

Otras opciones y servicios

Como vista hace fe, el Capitán Rubilenis Girón Betancourt, jefe de la Sección Política de una pequeña unidad, quiso que la incursión periodística constatara lo dicho por los entrevistados, y viera más:

“Los soldados disponen de salas de televisión y video con equipos reproductores de CD y casetes, sala de juegos pasivos, sala de lectura, proveída con títulos de la literatura universal y contemporánea, así como medios deportivos”, apunta Girón Betancourt.

“El servicio médico, que incluye salón de Estomatología, tiene todas las posibilidades para asegurar la atención primaria de salud a los combatientes; existe el parque de transporte para los pases reglamentarios y las visitas al centro histórico de algunas de las provincias orientales.

El recién culminado plan vacacional -abundó el Político-, les deparó a los combatientes de esta unidad viajes a la playa y ríos aledaños, paseos a lugares históricos de Guantánamo, charlas con los Trabajadores Sociales, actividades dirigidas desde Caimanera, y encuentros con agrupaciones artísticas de primer nivel de gira por el Guaso, entre otras propuestas recreativas que hermosean la vida de rigores y emociones en la Primera trinchera antimperialista de Cuba.