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base participante seminarioFoto: Leonel Escalona Furones

A juicio de la mayoría de los “bien informados” del mundo, el periodista Carlos Aznárez seguramente sería uno de esos que está en contra de todo, por lo menos en contra de todo lo que reproducen, con apariencia de multilateralismo e imparcialidad, los más tradicionales medios de comunicación de occidente.

Para colmo, el comunicador argentino es director desde hace muchísimos años del periódico Resumen Latinoamericano, y los programas radial y televisivo homónimos, que clasifican como alternativos, y antes de eso, miembro de las fuerzas armadas peronistas, de los Montoneros, preso político durante la dictadura militar y exiliado.

Siendo así, a esos mismos podría parecerles hasta natural que, desde el pasado 4, Carlos es uno de los casi 250 delegados del V Seminario Internacional por la Paz y la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, en Guantánamo.

¿Cuán útiles cree que son estos encuentros, siente que son efectivos?

Son útiles, en cuanto a la información que aportan todos los que vienen de esos sitios por donde hay bases, sobre todo, norteamericanas. Hacerlo en Guantánamo también es un valor, porque acá hay una de esas instalaciones, como en Argentina, donde tenemos una enorme de la Otan, en Las Malvinas.

Es fundamental la denuncia de esto, e incitar a la movilización de nuestros países para terminar con la práctica de las bases.

Uno escucha las consecuencias terribles de las bases en todo el mundo, y no puede dejar de preguntarse por qué tenemos que venir aquí, a enterarnos de todo. ¿Cree que la maquinaria mediática es responsable del silencio sobre lo que ocurre alrededor de estas instalaciones?

Claro que es resultado del cerco mediático que vivimos en estos países, que nosotros llamamos terrorismo mediático, porque lo que hemos visto últimamente es a los grandes medios masivos apoyando las invasiones y las injerencias a nuestros países.

El caso más claro de la actualidad es Venezuela, pero ya Cuba lo venía sufriendo desde mucho antes. La Revolución Cubana ha sido cercada prácticamente desde que Fidel Castro bajó de la Sierra Maestra.

Ante esto, nosotros tenemos que trabajar, y lo hacemos, para que los medios informativos, de contrainformación, lleguen a más gente. Nos llaman los medios pequeños pero somos un montón que nos encadenamos, formamos redes y logramos muchas veces que trasciendan las informaciones.

En el 2012, mucha gente se enteró del Golpe contra Hugo Chávez, gracias a nuestros medios alternativos, y así mismo pasó en Honduras, cuando derrocaron a Manuel Zelaya, y la radio comunitaria hizo un gran trabajo informando qué estaba pasando realmente en el país, muchas de las cuales luego fueron cerradas y sus periodistas asesinados, como respuesta del paramilitarismo.

Lo que hay que lograr es más apoyo entre nosotros. En América Latina formamos parte de frentes de comunicadores con 200, 300 medios, y hace muy poco nos reunimos en Bolivia en un encuentro con casi 600 medio alternativos donde formamos la Comunidad Comunicacional del Sur, incluidas las radios indígenas de Bolivia, Chile y Argentina.

Hay respuestas por parte nuestra, aunque a veces no alcanza, porque el poder del imperialismo y las oligarquías locales es muy fuerte, y sus medios generalmente tratan de tapar nuestros hechos. Pero tratamos, y desde que existe Telesur, que permitió que nos enteráramos de muchísimas más cosas, creo que no estamos en mal camino. Pero costará, como cuestan todas las causas justas.

Resumen Latinoamericano hizo la producción de Todo Guantánamo es nuestro ¿Cómo valora su repercusión?

Se ha presentado en muchos países, y ha tenido buena repercusión en Europa, Estados Unidos y se ha visionado en casi todos los países latinoamericanos. Creo que ha sido importante, primero porque mucha gente se enteró de lo que ocurre con la base gracias a ese documental, pero también porque abrió los ojos a mucha gente que creía que el bloqueo ya se había levantado, o que lo de Guantánamo es una causa menor y ya se había cerrado la prisión de Estados Unidos en ese territorio.

De eso nos dimos cuenta por las preguntas que la gente hacía, y en lo que también ha influido la imagen que se dio sobre la visita de Obama a Cuba, donde parecía que todo se solucionaría, y no es así.

¿Cuál es la principal misión de los periodistas y los comunicadores en general, en medio de este contexto?

Los periodistas tenemos que estar a pie de calle, mezclados con la gente, con el pueblo, dejar un poco las computadoras y salir a husmear lo que pasa en la realidad. Entiendo que no a todos los periodistas se les puede exigir ser militantes, pero hay que ser mitad periodista y mitad militante de las causas populares.

Hay que hacer un periodismo lo más serio posible, contrastar la información, trabajar con la verdad porque hay que tener credibilidad para que nuestras noticias puedan llegar, pero en la calle y en la militancias populares están todas las verdades. Solo hay que saber buscarlas, encontrarlas y hacer muchas denuncias sobre todo lo que el imperio hace en contra de nuestros pueblos.

En su intervención en el Seminario usted habló de Las Malvinas y no puedo dejar de comparar la insistencia de Estados Unidos de permanecer en la bahía de Guantánamo con la de Reino Unido de poseer a esas islas…

Es una reivindicación muy sentida del pueblo argentino desde 1833. Desde entonces hubo intentos de recuperación fallidos, y una operación militar catastrófica de los militares en 1982, los mismos que habían reprimido y torturado a los argentinos y ahora querían tapar sus problemas con la sociedad.

Ahora estamos en un momento en que toda esta enbestida regional lleva al poder a presidentes como Mauricio Macri, que dice que tenemos mucho territorio así que para qué preocuparse por Malvinas, un concepto muy cipayo de la política de este gobierno al que lo único que le interesa es ganar dinero y por eso tiene negocios con Gran Bretaña y le permite pescar en toda la cuenca continental de Malvinas y con ello restarle posibilidades a los pescadores artesanales.

Estamos enfrentando esto, como uno de los tantos problemas que nos ha traído Macri en el gobierno. Hay un fuerte movimiento de protesta a partir de todas estas relaciones “carnales” del presidente con los Estados Unidos, pero también lidiamos con una política judicial que el presidente impulsa para liberar a los genocidas de los tiempos de la dictadura, con 250 mil despidos, y las negociaciones para construir sendas bases militares, una de ellas donde está el acuífero guaraní, una de las mayores fuentes de agua dulce de Suramérica.