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tony consejo iglesias Tony, en representación de sus cuatro hermanos de causa, agradeció la cooperación y el brazo amigo que siempre tuvieron por parte del Consejo de Iglesias. Foto: Jose M. Correa

Con la presencia de Antonio Guerrero, Héroe de la República de Cuba y su madre Mirta Rodríguez, el Consejo de Iglesias de Cuba —institución líder del movimiento ecuménico cubano— rindió este domingo, en horas de la tarde, un culto por la paz y de acción de gracias a Dios por el regreso de los Cinco Héroes a nuestra patria.

La velada, que dio apertura con el poema Regresaré en la propia voz de Tony, sirvió para homenajear las proezas de estos hombres y para ratificar el compromiso del Consejo de Iglesias de Cuba en el camino hacia la lucha y conservación de la paz, la libertad y la justicia de los pueblos.

En este entorno Tony, en representación de sus cuatro hermanos de causa, agradeció la cooperación y el brazo amigo que siempre tuvieron por parte del Consejo de Iglesias, de las diferentes representaciones internacionales —al­gunas de ellas presentes en la celebración— de la voluntad y esfuerzo que cada grupo de solidaridad tuvo para con ellos, y enfatizó en que siempre mantuvo en su mente el pensamiento de que “nunca estuvieron presos”.

“Estuvimos libres”, insistió, porque como decía el Apóstol “el hombre no es lo que se ve, el hombre es lo que no se ve”.

Tony denotó que físicamente estaban allá pero que sus “corazones estaban en Cuba desde que los arrestaron”.

Por su parte, Mirta adornó con sus palabras el espacio, y agradeció a quienes pensaron que en esta larga faena habían aportado poco: “cada insistencia o granito de amor llegó a nosotros”.

“Hoy es un día de felicidad inmensa por tener la oportunidad de compartir este momento con Antonio (…) mi miedo era no lograrlo”, explicó, al rememorar la sensación de no poder aguantar hasta el regreso de su hijo. Pero destacó con lágrimas en los ojos que, en esa lucha, siempre tuvo como consuelo “la esperanza de nunca haber estado sola”.

Asimismo, Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba significó que este encuentro deviene, sobre todo, plegaria de compromiso hacia la lucha incesante por la paz, elemento sobre el que los Cinco Héroes han sido profetas e inspiración de cada iglesia. Do­pico enfatizó que están aquí para comprometerse “como iglesias, como religiones y como hermanos de fe” en esta tarea.

“Vivimos en un mundo amenazado y víctima de prácticas violentas que destruyen la naturaleza, la cultura, las sociedades; y donde se pretende someter a regiones enteras en función de sus ambiciones  y de sus ideas de futuro”, co­mentó. “Hoy vivimos en un mundo en donde la paz está en constante peligro (…) pero la paz se construye a partir de la unidad”, sentenció.

Al culto, que estuvo permeado además por oraciones, aclamaciones y cantos de fe y esperanza, asistieron diversos re­presentantes de la Plata­forma In­terreligiosa Cubana —que durante los años de encierro demostraron su solidaridad con los Cinco y sus familiares— y Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina para la Atención a los Asun­tos Religiosos del Comité Central del Partido.