niños abrazo escuela Más de 1 millón 50 000 alumnos cursan estudios en las enseñanzas primaria y secundaria básica. Foto: Juvenal Balán

Entre los niños de tres a cuatro años de edad, de los países de ingresos bajos y medios, los de las familias más ricas tienen casi seis veces más probabilidades que los niños más pobres de recibir una educación en la primera infancia. Según el Instituto de Estadística de la Unesco, en 2014 existían 263 millones de niños, adolescentes y jóvenes sin escolarizar.

 

Así expresó este martes Katherine Müller-Marin, directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Unesco, al presentar en la capital cubana el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016, contentivo de un análisis sobre las relaciones entre este indicador y otras facetas del desarrollo sostenible, así como de las metas a alcanzar en materia educativa en el contexto de la nueva agenda 2030, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

 

La también representante de la Unesco para Cuba, sostuvo que este es el primero de una serie de informes que se elaborarán durante los próximos 15 años, con el propósito de pasar revista a los avances obtenidos en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo a la educación, y para cumplimentar el mandato de seguimiento propuesto por el Foro Mundial sobre la Educación 2015, realizado en Incheon (República de Corea).

 

En un análisis sobre los desafíos del aprendizaje, Müller-Marin explicó que las disparidades entre los sexos aumenta con el nivel educativo, y existen grandes diferencias relacionadas con la riqueza: por cada 100 jóvenes de los más ricos que finalizan la enseñanza primaria, hay solo 36 de los más pobres.

 

Acerca de las múltiples y complejas simbiosis que se evidencian entre la educación y los restantes objetivos de la agenda, la representante subrayó —por solo mencionar un ejemplo relacionado con el tema de la paz— que en los países afectados por conflictos 21, 5 millones de niños en edad de cursar la enseñanza primaria y 15 millones de adolescentes en edad del primer ciclo de educación secundaria, están sin escolarizar.

 

Asimismo, puntualizó que el documento —entre otros elementos—contiene las medidas para fortalecer el seguimiento de la educación en los próximos años, y añadió algunos de sus derroteros de cara al 2030, entre los que figuran la necesidad de universalizar la terminación de los estudios en las enseñanzas primaria y secundaria, ampliar el número de docentes preparados y proporcionar educación de calidad a las poblaciones marginadas. “Para que el mundo logre todos estos objetivos necesita de mucha Cuba”, concluyó.

 

Al término de la presentación, directivos y especialistas del sector en Cuba, así como la doctora Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, actualizaron los avances de la Mayor de las Antillas —único país de América Latina y el Caribe en cumplir los objetivos de Educación para Todos—, entre ellos el proceso de perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación.

 

Los datos arrojados en la jornada, grosso modo, se refirieron a los más de 1 millón 50 mil alumnos que cursan estudios en las enseñanzas primaria y secundaria básica; el logro de un nivel de escolaridad promedio de 10 grados; los diez millones de alfabetizados con el método Yo sí puedo en 30 países del mundo, y el enfoque inclusivo de una enseñanza que atiende a más de 37 000 mil niños, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas o no a la discapacidad.

 

Participaron en los debates Cira Piñeiro y Aurora Fernández, viceministra primera de Educación y vicetitular de Educación Superior, respectivamente; Anna Lucia D´Emilio, representante para la Unicef en Cuba, entre otros invitados.

 

Fuente: Periódico Granma

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