Imprimir


bloqueo a cuba vigenciasEl 17 de diciembre del 2014, el General de Ejército Raúl Castro Ruz y el presidente Barack Obama anunciaron al mundo la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, quedando abiertas las puertas para futuras negociaciones en beneficio de ambas naciones. A partir de este momento histórico podría parecer que la guerra económica contra Cuba iba llegando al final, pero no ha sido así. El bloqueo, incluyendo las regulaciones de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, han continuado poniéndose en práctica.

El 11 de febrero del 2015 la subsidiaria del Banco Santander, en México, rechazó efectuar una pequeña transacción de 68 290 euros emitida por el Banco Central de Cuba, no para adquirir algún producto o materia prima, no para comerciar, sino para que Cuba pagara la membresía al Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.

El 12 de marzo el banco alemán Com­mer­z­bank fue multado por la OFAC con 1 710 millones de dólares, entre otras razones, por mantener relaciones económicas con Cuba.

El 25 de marzo la OFAC impuso una multa de 7 658 300 dólares a la compañía estadounidense PayPal por realizar transacciones que involucraban bienes supuestamente de origen cubano o de interés nacional cubano.

De acuerdo con un informe del Ministerio de Cultura, entre abril del 2014 y marzo del 2015, el bloqueo produjo una afectación de más de 24 millones de dólares a la cultura cubana, principalmente a los sectores de la enseñanza artística y la música. En el primer caso las consecuencias se reflejan en la calidad del aprendizaje y en la creatividad de los estudiantes, al limitarse la adquisición de elementos básicos de la base material de estudios como instrumentos musicales, accesorios pa­ra las artes plásticas, zapatillas, y vestuarios propios del ballet y la danza. En el segundo caso las afectaciones están relacionadas con las presentaciones en vivo de los artistas cubanos en territorio estadounidense, con las ba­rreras existentes en la comercialización discográfica, y con los ingresos por derecho de autor.

Según dio a conocer el Ministerio de Edu­cación, durante el mismo periodo, en el sector educativo el bloqueo había causado pérdidas por casi dos millones de dólares. Las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos a los países que negociaban con Cuba, habían provocado que compañías extranjeras se abstuvieran de exportar artículos necesarios para el proceso enseñanza-aprendizaje, lo que obligó a las autoridades cubanas a adquirirlos en China, un mercado muy lejano que eleva los gastos por concepto del pago de fletes. La retribución a los profesores que cumplen misión en otras naciones también se ve afectada, por la prohibición de emplear el dólar estadounidense en transacciones bancarias.

El 1ro. de junio la compañía estadounidense SIGMA Aldrich, líder mundial en la producción química y bioquímica, se negó a suministrar a la empresa cubana Quimimpex productos químicos indispensables para el desarrollo de la industria. Alegó que no podía proporcionar productos, servicios ni información técnica, porque Cuba era un país sometido a las leyes del bloqueo.

Al día siguiente, la empresa estadounidense Columbiana Boyler Company, especializada en la fabricación de contenedores presurizados, se negó a suministrar a la em­presa cubana Quimimpex los cilindros ne­ce­sarios para envasar el cloro que se emplea en la potabilización del agua del sistema de acueductos, indicando que el Departamento de Comercio no había dado la autorización co­rres­pon­diente para hacer la negociación.

El 20 de julio los gobiernos de Cuba y Estados Unidos restablecieron las relaciones diplomáticas, y sus respectivas secciones de intereses fueron convertidas en embajadas. Las autoridades cubanas reiteraron que para normalizar por completo los nexos, Wa­shing­ton debía levantar el bloqueo, devolver el territorio ocupado ilegalmente por la base naval en la bahía de Guantánamo, cesar las transmisiones radiales y televisivas ilegales ha­cia la Isla, y suspender las acciones que pretenden subvertir el orden interno.

El 27 de octubre del 2015 se registraron 191 votos a favor de la Resolución contra el bloqueo presentada por la delegación de Cuba en la Asamblea General de la ONU, con solo dos votos en contra (Estados Unidos e Israel) y esta vez sin ninguna abstención, lo que constituye una demoledora manifestación de re­chazo de la comunidad internacional al Go­bierno de Estados Unidos por vigésimo cuarta ocasión consecutiva desde 1992. Un proceso que parece no influir en los funcionarios en­cargados de tomar decisiones al respecto, porque las medidas de implementación del bloqueo continuaron.

En noviembre del 2015, cuatro meses después del restablecimiento de relaciones diplomáticas, la OFAC impuso al banco francés Cré­dit Agricole una multa de 1 116 millones 893 585 dólares, por procesar 173 transferencias elec­trónicas, vinculadas a propiedades de interés para el Gobierno cubano o sus nacionales, hacia o a través de instituciones financieras localizadas en territorio estadounidense.

El 20 de enero del 2016 la compañía de diseño norteamericana WATG Holdings Inc. fue multada con 140 400 dólares por transgredir el régimen de sanciones unilaterales contra Cu­ba, debido a que entre octubre del 2009 y ma­yo del 2010 la subsidiaria de la WATG en el Rei­no Unido, Wimberly Allison Tong and Goo, había trabajado para una empresa qatarí en el diseño y arquitectura de un proyecto de hotel en Cuba, por el que recibió tres pagos que ascendieron a 356 714 dólares.

En febrero la compañía francesa CGG Ser­vice S.A., fue multada por la OFAC con 614 250 dólares, porque durante los años 2010 y 2011 proveyó de servicios, piezas de repuesto y equi­pamiento de origen estadounidense pa­ra la exploración de gas y petróleo, a em­bar­ca­ciones que operaban en aguas territoriales cubanas. Además la OFAC señaló que la subsidiaria venezolana de la sucursal de CGG Services realizó cinco transacciones relacionadas con el procesamiento de información para investigaciones sísmicas conducidas por una entidad cubana en la Zona Económica Ex­clu­siva de Cuba, lo que según el texto emitido por la OFAC ocasionó un daño significativo a los objetivos del programa de sanciones al proveer un beneficio económico sustancial a Cuba.

A finales de febrero el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso una multa a la compañía estadounidense Halliburton por violar las regulaciones del bloqueo a Cuba, cuyo monto ascendió a 304 706 dólares. De acuerdo con el reporte de la OFAC, entre febrero y abril del 2011 esta compañía y sus subsidiarias en Islas Caimán habían exportado bie­nes y servicios por valor de un millón 189 752 dólares, con el objetivo de apoyar la exploración de petróleo y gas, y las actividades de perforación en el Bloque Sur Costa Adentro, en la provincia angolana de Cabinda. Según la OFAC la compañía cubana Cuba Petróleo (Cupet) poseía intereses en el consorcio de producción de gas y petróleo que trabajaba en ese territorio del norte angolano.

Las medidas financieras contra Cuba des­de inicios del 2015 hasta febrero del 2016 fueron continuidad de las aplicadas por la administración Obama desde su primer mandato, lo que reafirma la persistencia de la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, a pesar del nuevo contexto bilateral iniciado a partir de los anuncios del 17 de diciembre del 2014 y de la apertura de em­bajadas en ambas capitales en el verano del 2015.

En ese breve periodo el Gobierno estadounidense multó a ocho entidades de diferentes países por un valor acumulado de 2 836 millones 681 581 dólares. Hasta la fecha señalada anteriormente sumaban 49 las multas im­puestas durante el gobierno de Obama por vio­laciones de los regímenes de sanciones con­tra Cuba y otros países. Según el sitio Cu­baMinrex/Cubavsbloqueo, en ese instante el valor acumulado de penalidades ascendía a 14 397 millones 416 827 dólares.

El 15 de marzo del 2016 los departamentos del Tesoro y Comercio anunciaron nuevas medidas para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo en los sectores de viajes, servicios financieros y comercio. A partir de este momento los estadounidenses podrían visitar Cuba dentro de la categoría de «viajes educacionales pueblo a pueblo» de manera individual, porque hasta esa fecha solo habían podido hacerlo de forma colectiva, lo que hacía los viajes más caros y engorrosos. Sin embargo, se ha mantenido en vigor la prohibición de hacer turismo, establecida en la ley estadounidense. Cuba es la única nación que los ciudadanos de ese país no pueden visitar con fines turísticos.

Otras medidas anunciadas consistieron en que los estadounidenses podrían comprar productos cubanos, incluidos ron y tabaco, durante su estancia en terceros países, algo que también les estaba prohibido; que los cubanos que trabajaran en Estados Unidos y contaran con la visa habilitada para tales efectos podrían obtener un salario o compensación, y que las empresas norteamericanas podrían «contratar a ciudadanos cu­banos bajo ciertas condiciones», aunque no se especificaron cuáles serían esas «condiciones».

Como parte de estas «nuevas medidas» se autorizaría el uso del dólar estadounidense en las transacciones financieras internacionales cubanas con terceros países y las transacciones autorizadas entre Cuba y Estados Uni­dos. Hasta el momento, en la práctica esta «nueva medida» no ha podido implementarse debido al creciente rechazo de los bancos extranjeros a operar con Cuba por ser un país bajo sanciones de Estados Unidos. Como resultado, Cuba no ha podido realizar pagos ni depósitos en esta moneda.

Posteriormente la Banca Nacional del La­voro, de Italia, no acreditó las ventas de la oficina de Cubana de Aviación correspondientes a enero y febrero del 2016, ascendentes a 144 946 y 130 179 euros respectivamente. La re­presentación de la aerolínea notificó al banco, quien respondió que su cliente era la Aso­cia­ción de Transporte Aéreo Inter­na­cio­nal (IATA) por lo que no los atenderían directamente. Una situación similar se había producido con las ventas de septiembre, octubre y noviembre del 2015, provocando falta de liquidez para operar. Después se conoció por la oficina de la IATA en Madrid, que todavía el banco se estaba negando a efectuar transacciones con Cuba por cuestiones relacionadas con el bloqueo.

El informe de Cuba en ocasión de la votación correspondiente a este año 2016 —que se realizará el 26 de octubre— dado a conocer en la conferencia de prensa del pasado 9 de septiembre por el canciller cubano Bruno Ro­drí­guez Parrilla, expresa que en casi seis décadas los daños acumulados por el bloqueo de Es­tados Unidos contra Cuba ascienden a 753 688 millones de dólares, calculados al valor del oro, tomando en cuenta su depreciación. Es­to equivaldría, a precios corrientes, a no me­nos de 125 873 millones de dólares.

El presidente estadounidense renovó el pasado martes 13 de septiembre la vigencia de la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, uno de los pilares en que se asienta el bloqueo económico, comercial y financiero establecido oficialmente en febrero de 1962.

La actuación del Gobierno de Estados Uni­dos confirma que aun cuando ha dado pasos positivos en la modificación de la implementación de algunos elementos del bloqueo, quedan muchas restricciones vigentes que impiden concretar muchas de las medidas que posibiliten avanzar hacia la normalización de las relaciones económico-comerciales entre ambos países.