Como un aporte a la paz, la unidad y la integración de nuestra América, se calificó el Encuentro de Movimientos Sociales y Fuerzas Políticas, efectuado en República Dominicana, en apoyo a la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

El evento devino contrapartida a la avalancha que intenta frenar a la izquierda latinoamericana, y fue plataforma para intentar relanzarla y reestructurarla en función de acompañar a los gobiernos progresistas de la región, protagonistas de transformaciones en el continente en beneficio de la población, sobretodo, de los más desposeídos.

Con la Universidad Autónoma de Santo Domingo como centro de actividades, el evento reunió más de 400 delegados, que incluyeron a representantes de diversas organizaciones, así como a intelectuales y artistas de la región.

Entre los 40 cubanos partícipes de la cita se incluyeron dos guantanameros: Eldys Baratute Benavides, presidente de la Asociación Hermanos Saíz en el territorio, y Xavier Arrué Pinto, profesor del Departamento de Marxismo-Leninismo de la Universidad de Guantánamo.

Para Arrué Pinto -entrevistado por Venceremos- lo más interesante fueron los debates dirigidos al análisis de temas medulares del continente, fundamentalmente la paz. En ese caso Cuba llevó una lógica de cómo organizar todo lo que tribute a ella desde su visión y experiencia.

“Por ejemplo, los cubanos mostramos preocupación con la paz en Colombia, responsabilidad de todos los latinoamericanos y en la que hemos tenido una función importante, y que hoy atraviesa una situación compleja, pues están eliminando a líderes de movimientos pacifistas dentro de fuertes tensiones, pues aparte ganó el No en el plebiscito para un acuerdo definitivo entre el Gobierno y las FARC-EP y la oposición sigue trabajando junto a algunos medios de comunicación para mantener ese resultado, pues la guerra allí es un negocio”.

Xavier Arrué Pinto: ““Los representantes cubanos participamos en todos los paneles, especialmente los relacionados con los derechos humanos, la defensa de la nacionalidad y la racialidad”.

¿Qué apoyo recibieron los planteamientos que llevó Cuba?

“Los representantes cubanos participamos en todos los paneles, especialmente los relacionados con los derechos humanos, la defensa de la nacionalidad y la racialidad.

“El reclamo para la devolución del territorio ocupado ilegalmente por la Base naval yanqui en Guantánamo fue permanente en cada uno de los espacios, y logramos que en la Cumbre oficial se adoptaran dos resoluciones que apoyaron esa exigencia, así como la del cese del criminal bloqueo de Estados Unidos a nuestra nación.

“Esta última es una lucha histórica, porque el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país. Los esfuerzos por eliminarlo recibieron apoyo unánime de todos los presentes, incluso de una representación de estadounidenses participantes por primera vez en ese evento”.

Uno de los paneles estaba vinculado a la cultura e identidad de los pueblos y al rescate de la memoria histórica. ¿Cuáles fueron las miradas a ese tema?

“Hoy las políticas neoliberales de gobiernos como el de Mauricio Macri (Argentina) y Michel Temer (Brasil) forman parte del nuevo estilo del fascismo en América Latina y están apostando por eliminar la memoria histórica y cultural de los pueblos.

“Los artistas que participaron en este encuentro manifestaron su rechazo a esas políticas, porque Latinoamérica tiene una vasta tradición cultural, étnica, religiosa y hasta mística, y todo eso se defendió allí.

“Pienso que el logro y el éxito del encuentro radicaron en el consenso político de los movimientos sociales, pero también en la plataforma cultural que se quiere defender.

“Los medios de comunicación al mando de la derecha están enfocados en demeritar la cultura y hacia eso enfatizan su arsenal, pues lastimar la cultura es destruir al pueblo. No se puede descuidar el papel fundamental que tiene el poder mediático en la lucha por las libertades.

Rubiel García González  -también del Guaso-, presidente nacional de la AHS (izquierda), junto a los delegados guantanameros Xavier Arrué Pinto (centro) y el escritor Eldys Baratute Benavides, participantes en la cita.

“Tuvimos la oportunidad de conversar con la exsenadora colombiana Piedad Córdova, que nos incitó mucho a fortalecer los movimientos sociales y a organizar a América Latina para frenar las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, que lastiman la identidad de los latinoamericanos y que es un discurso agresivo e invasivo.

“Que el evento fuera dedicado a Fidel y a Chávez da la medida que trasciende sobre una plataforma firme del pensamiento político en América Latina y los ideales de estos próceres, que tuvieron claro cuál es nuestra misión.

“Fundamental fue lo dicho por nuestro presidente, General de Ejército Raúl Castro en su discurso en la Cumbre, donde aseguró que hay que lograr la unidad desde la diversidad y abrazar todas las causas justas y todo lo que dignifique el ser humano, pero siempre defendiendo nuestra autonomía y principios.

“Fue un encuentro cultural, donde pudimos constatar que Cuba sigue siendo el faro de la unidad y el paradigma de la lucha, la resistencia, la rebeldía, la perseverancia, y el punto de equilibrio para América Latina”.

En la juventud se encuentra el futuro de las luchas progresistas en nuestra región y el mundo. En este encuentro imagino que los jóvenes fueron protagonistas.

“Hubo una gran participación de jóvenes. Pude observar a una militancia joven que acompañó cada uno de los procesos que se han gestado en América Latina y que alzan su voz a favor de sus causas.

“No obstante, considero que la juventud debe ser un poco más activa y mucho más contundente ante las grandes amenazas a las que nos enfrentamos, sobre todo, con el tema de la comunicación, las redes sociales y cómo manejarlas a nuestro favor.

“Allí se demostró que hay que cambiar las tácticas. Ya no funcionan los boletines, ahora la batalla es en Twitter y Facebook, herramientas que los jóvenes deben aprovechar para tributar al bien común.

“Hubo un consenso en los temas debatidos. Fue una Cumbre de apoyo destinada, mayormente, a cuidar y proteger la Celac como única organización de concertación política, revolucionaria y progresista en América Latina, y se demostró que hay que seguirla fortaleciendo”.