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fidel foto korda completa

Te vas, Fidel, y el pueblo te acompaña. Marchas invicto hacia la ciudad que te vio crecerte como héroe, y salir victorioso hacia La Habana, en aquella mañana de 1959. Te vas, Fidel, y mucho se repite.

 

Tú delante, y detrás, en todos los flancos el pueblo saludando, entregándote el corazón, tanto desde el entusiasmo como en la tristeza. Se repite el país entero en vilo por tu hazaña, entonces el triunfo sobre el tirano vil, ahora sobre la mortalidad, sobre los imperialistas voraces y mezquinos, sobre las 638 intentonas de asesinarte, sobre los cientos de veces que, frustrados los verdugos, al no poder con tu vida, se inventaron tu muerte.

 

Te vas, pero algo queda. Permanece, incluso, en quienes no veremos el paso de tus restos, en quienes solo podremos imaginar el dolor ante tu cuerpo inmenso reducido a cenizas, guardadas para siempre en las entrañas de una urna de cedro.

 

Vas, vas triunfante, tanto en la vida como en la muerte. Convocas y Cuba responde. El pueblo guantanamero acudió en masa, en largas filas para darte el adiós simbólico en los 26 sitios que en la provincia se abrieron para honrarte, y más calladamente, a firmar el compromiso de cumplir el concepto que en el año 2000 enunciaste sobre lo que era Revolución -más de 360 mil rúbricas se hicieron en Guantánamo, aseguran autoridades, en casi 500 locales.

 

En masa acude el pueblo cubano a despedirte. Te espera en las ciudades y los campos, baja de las montañas, deja de lado el sueño, las responsabilidades por un rato…, para verte pasar, para llorarte, porque todavía se puede. Mañana, será el trabajo lo que llame, pero hoy Cuba se permite andar de luto, y callarse las calles bullangueras, y detenerse, por un instante no más, el corazón de un pueblo.

 

Te marchas, y algo de todos va contigo. Te marchas, y algo de ti nos pertenece. Y ganas otra vez, hombre querido: se va un cuerpo solo, y regresas por miles. Dejas la tierra, y te ganas, para la posteridad, la gloria.