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El representante permanente de Cuba ante la ONU, Rodolfo Reyes, destacó ayer el aporte de la comunidad in­ter­nacional en la lucha para eliminar el bloqueo económico, co­mer­cial y financiero impuesto por Es­tados Unidos a la isla.

«Ha sido fundamental este respaldo, con su rechazo a lo que el bloqueo significa, el desprecio al De­re­cho Internacional y a la necesaria cooperación entre los países», precisó en declaraciones a Prensa Latina.

De acuerdo con el diplomático, el apoyo del mundo a la justa causa del pueblo cubano resultó esencial para el cambio de política hacia la mayor de las Antillas del presidente estadounidense, Barack Obama, quien admitió el fracaso de las sanciones unilaterales vigentes por más de medio siglo.

Reyes advirtió que pese al nuevo escenario entre ambos países, el bloqueo sigue en plena aplicación.

La propia comunidad internacional tiene claridad sobre esto y el impacto de la política de Estados Uni­dos contra la isla en materia de desarrollo y cooperación, dijo a solo cinco días de otra votación en la Asamblea General de la ONU acerca de un proyecto de resolución que llama a poner fin al bloqueo.

Desde 1992, el principal órgano deliberativo de Naciones Unidas, in­tegrado en la actualidad por 193 países, reclama abrumadoramente el cese de las sanciones; el año pasado con 191 de los 193 votos posibles (solo Estados Unidos y su aliado Israel se opusieron al documento).

Según el embajador cubano, en el planeta se comprende que si bien las modificaciones de Wa­shington respecto a la mayor de las Antillas son positivas, resultan insuficientes, «porque no han cambiado la esencia de la aplicación del bloqueo».

Diplomáticos consultados aquí por Prensa Latina de cara a la vo­tación del 26 de octubre han coincidido en vaticinar un nuevo re­chazo contundente al cerco, oficializado en febrero de 1962 por el entonces presidente norteamericano, John F. Ke­nnedy.

Sin embargo, también trascendió que el sistema bancario de Turquía prohibió a la Embajada de Cuba una transferencia a la isla amparándose en leyes estadounidenses, según se desprende de la denuncia hecha la víspera por la misión di­plomática y a la que tuvo acceso Prensa Latina.

En la nota publicada, la misión reveló que su intento de enviar una cantidad de dinero a Cuba, con el fin de paliar los daños sufridos por la población tras el paso del huracán Matthew, fue prohibido por el sistema bancario turco en base a «la aplicación de las normas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y del Depar­ta­mento del Tesoro de Estados Unidos».

La negativa, entregada el pasado 12 de octubre, llegó tras infructuosos intentos en varias entidades financieras públicas y privadas, que siempre negaron los servicios solicitados por la legación diplomática dando siempre la misma razón.

La embajada denunció a la prensa unos hechos «que afectan al libre funcionamiento de las cuentas de nuestra misión», asegurando que «este caso demuestra, una vez más, que el bloqueo económico, comercial y financiero no es simplemente un asunto bilateral entre Estados Unidos y Cuba».

Al tiempo mostró su preocupación porque ese tipo de medidas fueran aplicadas por las instituciones de un país amigo y comprometido en la lucha contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba.