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eloisa davis bell

A ritmo de guayo, maraca, marimbula, tres y bongo la Casa del Changüí en Guantánamo despidió, el pasado 12 de septiembre, como es tradición en los representantes de esa sonoridad, a una de sus más trascendentales figuras en el territorio, la bailarina Eloísa Davis Bell, fallecida a los 70 años de vida.

Residente del edificio 19 del reparto Obrero, desde pequeña Eloísa fue aficionada a los bailes del campesinado guantanamero y aunque nunca llegó a pertenecer a una agrupación profesional obtuvo diversos galardones, entre ellos el de mejor bailadora en pareja durante los 4to, 7mo y 8vo Festivales Nacionales del Changüí, eventos que anualmente celebra el Alto Oriente cubano al llegar el mes de junio.

 

La pérdida de Davis Bell fue un duro golpe para la cultura, pues ella devino maestra de generaciones, y su gracia, elegancia y gestualidad la distinguían entre las seguidoras del legado imperecedero de la insigne bailarina changuicera Evelia Noblet (popularmente conocida como Bella), comentó José Cuenca Sosa, director del Centro de Investigaciones de la Música Rafael Inciarte.

 

Mujer entusiasta, sociable, participante activa en los eventos artísticos de la región, presidenta de la peña del Changüí Olga la Tamalera, en el reparto Obrero de la ciudad capital, fundadora del proyecto sociocultural La Cubanísima y colaboradora del espacio la Cumbancha, Eloísa Davis defendió hasta los último días de su vida lo más genuino de la musicalidad en la provincia desde la Casa de Cultura Rubén López Sabariego y realizó múltiples talleres con niños y adultos.

 

Llegue en este triste momento el pésame a familiares y amigos desde el corazón del público guantanamero que la aplaudió, quiso y disfrutó con cada actuación de esta changüisera.