El minicuento La arena amarilla, del mexicano Francisco Henríquez Muñoz (1975) ganó el primer premio, entre más de 200 obras recibidas, en la cuarta edición del concurso literario internacional Abriendo Puertas, en este género, del guantanamero proyecto de promoción literaria Grafomanía.

En los locales Reinieris Betancourt Colás y Denny Pérez Orihuela recayeron los premios especiales, por Mi madre y La cristiana, respectivamente, para creadores nacidos después de 1980, según el acta del jurado leída por su presidente, Erián Peña Pupo, joven periodista y escritor holguinero, e integrado por la camagüeyana Evelín Queipo y el editor también holguinero Alberto Santos.

Atrapado (Jorge Capa Fernández, España, 1979), Jurásico (Armando Landa Vázquez, Mayabeque, 1972), El rey y los gatos (Jorge Godofredo Silveira, Sancti Spíritus, 1961) y Escape (Johan Miguel Luis Dávalos, México, 1977), ganaron, en ese orden, del segundo al quinto puesto en el favor del jurado, que destacó la calidad y variedad temática de los trabajos.

El Sectorial de Cultura, y los centros provinciales del Libro y la Literatura, y de Casas de Cultura, coauspiciadores del concurso, también estimularon al mejor minicuento de un autor local: Flash, de Karla Gil Peña, con mención para La ayuda, de Gruchenka Bolívar Díez, decididos por los especialistas Javier Correa Romero y Noel Mendoza.

La premiación, efectuada en la Casa del Changüí Chito Latamblé, celebró también el tercer año del proyecto Grafomanía, liderado por Yecenia Ramírez Sosa y Arlety Romero, se entregaron certificados de participación en el concurso y se reconoció a autores participantes, escritores colaboradores y medios de difusión.

Deshielo del movimiento de aficionados a la escritura, estímulo, oportunidad, inyección y rostro juveniles para la literatura local, el más dinámico proyecto literario actual aquí y exitosa promoción fueron calificativos de los representantes institucionales sobre Grafomanía, en el encuentro, que incluyó lectura de poemas por Sobidelia Iglesias y Gregoria Boyé, y canciones por el trovador Jorge Serpa.