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estreno riosEn Eleguá y sus historias se usa el simbolismo de los yoruba con mucho respeto y cuidado.

La pieza Eleguá y sus historias, versión para títeres de narraciones propias de la religión yoruba, será la nueva propuesta del Grupo Ríos del teatro Guiñol de Guantánamo para los próximos días.

Con idea original de la actriz Ana Chelys Matos Toirac, la nueva puesta en escena se distinguirá por su apego al folklor, la fuerza, el dinamismo y la versatilidad de los actores, quienes tendrán que bailar, actuar y manejar títeres.

Según Matos Toirac, se trata de una creación no convencional en la que los muñecos son telas o paños que identifican a cada uno de los santos del altar yoruba, según los colores con los que se les asocia: azul, rojo, amarillo…Todo ello converge para dar vida a tres pataquíes o cuentos: el primero denominado Los hijos de Orula, el segundo Oshún y el pavo real, y el tercero Nadie lo sabe todo.

Acerca de este último la entrevistada detalla que implica una enseñanza para Eleguá, quien funge como narrador en los dos primeros actos. Los cuatro actores construyen el relato para enseñar al público la importancia de no ser autosuficientes, vanidosos, arrogantes ni creer saberlo todo. Ese es parte del argumento general del estreno.

Sobre el elenco subraya Ana Chelys que se trata de actores muy jóvenes de gran talento como Liuba Duporté, Marcos Cantillo, quien se encarga de la banda sonora, así como una estudiante del nivel elemental de danza que interpreta los personajes de Eleguá y Oshún. Mientras la coreógrafa es Yamilka Delsalles, bailarina de Médula.

Aclara que el montaje no persigue un fin religioso, pero usa el simbolismo de los yoruba con mucho respeto y cuidado; es un intento de educar a la población en temas y estilos distintos, que son parte de la cultura nacional y suelen aparecer aisladamente en el teatro para niños o de títeres.

Con alrededor de una hora de duración, Eleguá y sus historias, promete ser un espectáculo digno, dado el uso perspicaz que hace de la música a partir de la fusión de temas tradicionales, toques de tambores y canciones de grupos como Síntesis; además del juego de luces, a veces como un personaje más, y la escenografía, sencilla pero certera en la ambientación y el mensaje que se desea transmitir al espectador.