Imprimir

378a72b59a0b9350d27e36e158852942Los antiguos tesoros sustraídos de las zonas de guerra en Medio Oriente están a la venta en Facebook, desde un busto de Palmira hasta objetos legendarios de Irak, Yemen y Libia.

Esas piezas tienen en común que no provienen de museos o de coleccionistas, sino que fueron robados impunemente, en su mayor parte, de sus lugares de origen.   

La denuncia efectuada por el diario The New York Times es otro golpe para la red de Mark Zuckerberg, desde hace tiempo objetivo de las autoridades de los Estados Unidos, que se preparan para efectuarle una multa de hasta cinco mil millones de dólares por violaciones a la privacidad.

Desde las páginas de ese medio de prensa se efectuó otra pesada acusación a Zuckerberg y su compañía, lanzada por el cofundador de Facebook, Charles Hughes, quien invitó al gobierno estadounidense a intervenir para "dividir" la sociedad vuelta ya un verdadero monopolio. Y también para ponerle un límite al "demasiado poderoso" Zuckerberg, quien, cegado por el crecimiento, ha sacrificado "la seguridad y la civilización de los clics". "Me preocupa que Mark se haya rodeado de un equipo que refuerce sus ideas en lugar de cuestionarlas", aseguró Hughes, convencido de que separar a Facebook "no es suficiente". "Necesitamos una nueva agencia que tenga el poder de regular el Compañías tecnológicas. Su primer mandato debe ser proteger la privacidad".

El ataque de Hughes llega mientras crece la polémica por la venta de objetos antiguos en la plataforma, que complican la posición de la sociedad. Según lo reportado por el profesor del historia de Medio Oriente, Amr Al-Azm, hay en Facebook al menos 90 grupos vinculados con el comercio ilegal de antigüedades de Medio Oriente.  

Grupos que, a menudo, publican fotos de los hallazgos en la red y luego mueven las negociaciones de ventas en WhatsApp para estar más protegidos y menos susceptibles de ser ubicados. Particularmente preocupantes son las solicitudes de ciertos tipos de productos que pueden empujar a los traficantes a saquear los sitios arqueológicos.   

Por el momento, los investigadores son pesimistas sobre una solución a corto plazo a pesar del compromiso de Facebook: la ola de artefactos en línea probablemente continúe durante años.