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simposio ecultDurante cuatro jornadas de arduo trabajo, el Instituto Cubano de Investigación Cultural (ICIC) “Juan Marinello” se vistió de galas acogiendo nuevamente la más reciente edición del Simposio Nacional de Investigación Cultural.

El evento persigue, entre otras metas, generar intercambios y debates en torno a problemáticas socio-culturales del país. La cita contó con la participación de la Dirección Nacional de Casas de Cultura, el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEART), el Consejo Nacional de Patrimonio, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), además de una amplia concurrencia de instituciones culturales y académicas de diversas provincias del país.

En las palabras de apertura del encuentro científico, Elena Socarrás de la Fuente, directora del ICIC “Juan Marinello”, señaló que las comisiones de trabajo del Simposio se integraron para atender la cultura como “resultante de los de los procesos de producción y reproducción humana simbólica y material en su devenir histórico social”.

La experta además refirió que la propia cultura conforma y transforma la praxis humana, así como facilita el aprendizaje social. A través de estos preceptos,  los individuos y la sociedad en general deben aprender a reconocer la multiplicidad de formas de vida, modos de ser, costumbre e identidades que integran los grupos sociales.

“Esto es muy importante tenerlo en cuenta cuando consideramos, en los diferentes lugares, el despliegue de acciones encaminadas al mejoramiento de las condiciones materiales y espirituales de vida de las personas”, aseveró Socarás.

Las líneas temáticas con mayor número de ponencias fueron las de “Procesos culturales” y “Patrimonio cultural”, aunque también concurrieron varios resultados investigativos que giraron en torno a los ejes de “La enseñanza artística y literaria”, “Los aportes de la cultura al desarrollo social y comunitario”, además de las “Políticas e historias culturales”.

Bajo el lema de “Procesos culturales” se abordaron, desde diferentes aristas, el consumo cultural en espacios privados y públicos. El debate rondó el papel que deben jugar la familia, la escuela y las instituciones culturales en la formación del hábito por un consumo cultural rico y liberador, sobre todo, en jóvenes y adolescentes.

IX Simposio Nacional de Investigación Cultural. Foto: Rubén Padrón Garriga/ Cubadebate.

Por otro lado, se ratificó la importancia de establecer políticas culturales que estén conectadas con el contexto actual y las trasformaciones que vive el país. Además se abordaron otras temáticas como el enfoque de género en la producción artística y literaria, las tecnologías como mediadoras de los procesos culturales y el tributo de expresiones populares a la constante de reconfiguración de las identidades individuales y colectivas.

El eje de “Patrimonio cultural” aglutinó varias ponencias que ayudaron a fortalecer un concepto amplio de esta materia que, necesariamente, debe dialogar con las dinámicas sociales y culturales que se desarrollan en las comunidades. Entre los principales retos identificados se destacaron la importancia de generar estrategias para la salvaguarda del patrimonio tanto material como inmaterial, además de la necesidad de crear leyes y normativas que permitan respaldar mejor las acciones de las instituciones que se dedican a este fin.

Los paneles también centraron su mirada en temáticas como el papel de las diferentes oleadas migratorias en la conformación de tradiciones y la interrelación de los sitios de interés patrimonial con la industria turística actual.

Varios de los intercambios más polémicos ahondaron en el “Proceso de enseñanza artística y literaria”. En los paneles se expusieron propuestas metodológicas para arribar a estrategias que permitan un mejor aprendizaje de las artes y la literatura, no solo en centros especializados —como el Instituto Superior de Arte— sino todos los otros espacios educativos del país.

Como elementos positivos sobresalió el papel de las Direcciones de Extensión Universitaria en intentar revitalizar un movimiento cultural en las academias superiores cubanas. Por otro lado, una de las principales problemáticas identificadas fue la desprofesionalización de la figura de los Instructores de Arte, producto a diferentes distorsiones de su rol y sus competencias en los espacios laborales en los que se han desempeñado.

Los paneles en torno al “Aportes de la cultura al desarrollo social y comunitario” centraron su atención en diversas experiencias con el trabajo en las comunidades. Como conclusiones principales sobresalieron: la utilidad de un diagnóstico certero de los territorios para involucrar actores e instituciones y lograr una participación activa y consiente.

Unido a esto se señaló la necesidad de superar los enfoques asistencialistas por otros que se encaminen hacia el acompañamiento, y el papel de las universidades como catalizadoras del desarrollo sociocultural.

Por su parte, el tópico de “Políticas e historias culturales” arrojó resultados positivos y negativos en la implementación de las diversas políticas culturales seguidas por el país a lo largo de su historia. El espacio enfatizó la tarea reconstruir el recorrido de disciplinas como la Antropología Sociocultural en Cuba, el papel jugado por las organizaciones políticas y culturales en la promoción artístico-literaria, además de los diferentes movimientos y experiencias surgidos a partir de la política cultural implementada por la Revolución Cubana.

Sobre el momento actual, como principales retos, se identificaron la necesidad de capacitación de los directivos y agentes institucionales que tienen a su cargo líneas de acción relacionadas con la cultura, la necesidad de un mayor diálogo con el sector no estatal y el reconocimiento de las particularidades de los territorios a la hora de ejecutar políticas culturales.

Al finalizar el encuentro, Ivonne Sánchez Noroña, organizadora del IV Simposio Nacional de Investigación Cultural, reflexionó en cuanto a las fortalezas y aportes encontrados durante las sesiones de trabajo. Además resaltó la calidad en las ponencias y debates. Según la gestora, las actividades contribuyeron a construir nuevas relaciones para proyectos de trabajo futuro.

El encuentro académico, en cierre, también contó con dos conferencias magistrales, impartidas por sendos Premios Nacionales de Ciencias Sociales. Uno de ellos, el profesor Sergio Valdés Bernal, discursó acerca de la influencia de diferentes lenguas dentro de la Mayor de las Antillas. Durante su presentación, el experto refrendó la necesidad de comprender al lenguaje como poder e ideología.

“A través del habla se puede manipular a la sociedad. Por eso es importante analizarla  como patrimonio, pero también como una valiosa herramienta que puede influir en los individuos y su cultura”, apuntó el investigador.

Por su parte, Juan Valdés Paz, politólogo y sociólogo, abordó las fortalezas y debilidades de las ciencias sociales cubanas. En cuanto a las primeras, el investigador aseveró que el país ya cuenta con importantes logros pues se ha dedicado a la creación de un consolidado marco institucional dedicado plenamente al desarrollo de las mencionadas disciplinas. Prueba de ello son las numerosas universidades, centros de estudios y el alto número de profesionales dedicados a las materias.

Sin embargo, Valdez Paz además señaló que persisten otras deficiencias como el desfase en relación al desarrollo alcanzado, en otras latitudes, por el conjunto de las ciencias sociales. También se mantienen los problemas con el acceso a las fuentes de información, así como las dificultades en cuanto a las publicaciones científicas de resultados investigativos, los cuales permiten una mejor comprensión de la función social de estudios de este tipo.

En referencia a esa última problemática, el erudito aseveró: “Si el ICIC Juan Marinello no asumiera la organización de un evento como este, quizás muchos de los estudios expuestos durante estas jornadas de trabajo terminarían engavetados. La masa de conocimientos que hemos compartido durante estos días no tendría el impacto que se requiere”.

El IV Simposio Nacional de Investigación Cultural culminó con las palabras del Viceministro Fernando Rojas quien resaltó la necesidad de incrementar estudios y proyectos que contribuyan a una mejor comprensión de los procesos culturales cubanos y, además, a todo el contexto de la Isla.