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reveElio Revé Matos al asumir el changüí tradicional interpretado por un pequeño conjunto demostró que podía también ser interpretado por una gran orquesta.

Cuando en 1956 el guantanamero Elio Revé Matos -músico con amplia experiencia en agrupaciones de música popular- fundó su propia orquesta, no imaginaría que 60 años después seguiría siendo una de las más aclamadas por el público bailador por su quehacer musical tanto dentro como fuera de Cuba.

 

Fue catalogado como "Padre del changüí", calificativo que excluye un tanto la historia de este género y el aporte que realizaron otros excelentes músicos a este ritmo auténticamente guantanamero.

 

No obstante este sobrenombre se lo ganó al concebirlo como una forma abierta flexible a diversas combinaciones rítmico-genéricas (changüí-shake, changüí-pachanga, changüí-guaguancó, changüí-timba). Elio Revé Matos al asumir el changüí tradicional interpretado por un pequeño conjunto demostró que podía también ser interpretado por una gran orquesta.

 

Recoge la historia que “papá Revé”,-como también se le conocía- destaca por haber sido el primero en utilizar el timbal de cinco llaves en las charangas e introducir los trombones en sus arreglos. Asimismo insertó en su orquesta los tambores batá provenientes de la religión yoruba.

 

Todo esto, sumado a su carismática simpatía, peculiar timbre vocal “ronco” que le acompañó siempre al cantar, junto a su rigor profesional como percusionista y a su talento innato y cultivado, le valieron para alcanzar la popularidad en muy breve tiempo.

 

En más de medio siglo de historia, la Orquesta Revé no solo se convirtió en imprescindible en la música popular bailable sino la cimiente desde donde surgieron otras que hoy también son indispensables con propuestas musicales innovadoras y exitosas. Entre ellas figuran: La Ritmo Oriental, Los Van Van, Irakere, Dan Den, Pupy y los que Son Son, y Yumurí y sus hermanos.

Antes de la Revolución la agrupación grabó sus primeros discos con la empresa estadounidense RCA Víctor. De esta época son los temas: "Lo trajo Revé", "Como pita el camión", "Se va pa'l monte" y "Toma tilo".

Con la entrada de Juan Formell y sus aporte en cuanto a los arreglos y la sonoridad de la orquesta quedan registrados en 1968 con el sello Areíto de la Egrem los temas "Ya estoy aquí", "Que bolá, que bolón", "El martes", "No me dejes así", "Fifí, Teté y Popó", "Tu ya no existes", "Tu amor y el sol" y "Encuentro y partida", todos de autoría y arreglos del bajista.

Sucesivamente en los años 1969 y 1970 graba por el mismo sello los temas: “Compay Zenón”, “El changüí está en la calle”, “Yo me voy para la zafra” y “Changüi morena”. En 1971 y 1972 con el sello Guamà Egrem llegan “La batea”, “Dominga”, “Todo es nuevo” y “La última canción”.

Del año 1975 al 1977 Elio Revé no grabó discos porque participó en la guerra de Angola. A su regreso forma la orquesta Elio Revé y su Rumbantela. Entre los miembros de esta agrupación se encontraban Germán Velasco, Juan Munguía y Félix Baloy, excelentes músicos de los que no quedó registro sonoro de su paso por el grupo.

reve2Tras la muerte de Revé su hijo Elito asumió la batuta del Charangón y desde entonces ha logrado mantener y fortalecer la obra de su padre.

En 1982 sale el disco “Elio Revé y su ritmo Changüí” que representa en la discografía de Revé otro momento de transición muy significativo. Es el comienzo de la época del Charangón, nombre que Revé puso a la orquesta en respuesta al rechazo recibido de parte de las organizaciones musicales cubanas a clasificar como charanga su orquesta que ya no tenía este formato tradicional.

Otra importante reorganización se da en 1985, cuando entran Juan Carlos Alfonso en el piano, como cantantes Alfonsito, El Padrino y Valentín, en las congas Adonis, en el bongó, campanas y tambores batá Odelquis Revé, en los trombones Camué, Romil y Marcelo, en el güiro Raúl Martínez, en el bajo Pipo Féndez, en el violín Moya, y en el tres Papi Oviedo.

La Revé ha marcado la diferencia en varias etapas entre otras cuestiones por los arreglos que han acompañado su música, que han tenido según mi opinión a tres figuras fundamentales: Juan Formell, Juan Carlo Alfonso y Aisar Hernández desde 2005 proveniente de Maravillas de Florida y Dan Den y ahora director de su propia agrupación Aisar y el Expreso de Cuba.

Asimismo la calidad de las voces de los cantantes que la han integrado, siempre han recordado el origen del surgimiento de esta agrupación: internacionalizar el canto changüisero. Por último, los temas interpretados en estos sesenta años, son crónicas de la realidad cubana.

Víctima de un accidente de tránsito, el 23 de julio de 1997 murió Elio Revé, duro golpe para la cultura cubana. Tras este trágico suceso el hijo de Revé, Elito, que se desempeñaba como pianista y arreglista del grupo, asumió la batuta del Charangón y desde entonces es el principal encargado de mantener y fortalecer la labor que venía desempeñando su padre.

reve3En la barriada guantanamera de La Loma del Chivo, donde nación Elio Revé, este parque perpetúa su legado.

Los años 2000, han sido una época de constantes éxitos en los medios de comunicación con una nueva generación de músicos. El disco “Se sigue comentando” de 2005 para el sello Bis Music, muestra a un Charangón renovado, sin perder las raíces ni la sonoridad. Aparecen temas novedosos, orquestados con un estilo singular y sin dejar de pensar en el bailador. Este disco contiene, por vez primera en la historia discográfica del grupo, una balada -“Si tú supieras corazón”- y el exitazo “Dale agua al dominó” junto a un homenaje a Eduardo Goulet, Pipi, con el tema “Vamos a casa de Pipi en Yateras”.

Luego, los discos “Frequecito.com” y “De qué estamos hablando” mostraron la estabilidad de la orquesta y su probada calidad. La Revé ha realizado colaboraciones con artistas pertenecientes a otras tendencias de la música popular como el reguetón. Los temas “Chichi” junto a Kola Loka y ahora mismo “Yuya” junto a Yomil y el Dany, reafirman su interés por hacer bailar sin distinción.

Recientemente como en otras ocasiones su producción discográfica destinada al bailador fue premiada por expertos en la materia: “Mi salsa tiene mi son”, que contiene temas que fueron hit con la presencia de papá Revé, fue Gran Premio y Premio al Mejor disco de Música popular bailable en el Cubadisco 2016.

La aplanadora de Cuba no se oxida con el paso de los años, y se lleva tras su paso a todo el que escuche y baile al ritmo de su música que cada día se renueva sin perder la esencia.

Fuentes consultadas: