El centro histórico de la ciudad de Guantánamo no es uno de esos en los que pululan comercios artesanales. Tampoco abundan aquí entidades de Artex, el Fondo de Bienes Culturales u otras empresas comercializadoras asociadas al Ministerio de Cultura (Mincult).

Sin embargo esas pocas propuestas –suficientes en relación a las ventas- no escapan por estos días de la mirada curiosa de quienes buscamos, al calor del debate sobre la utilización de la bandera, encontrar entre las propuestas los llevados y traídos usos del símbolo patrio.

Poco hemos encontrado, les aseguro. Mas esta carencia aviva el debate. ¿Dónde está mi bandera cubana?

Entre conservadores y progresistas se mueve la opinión pública. Los unos exigen el respeto estricto a la Ley 42 que regula el uso de los Símbolos Nacionales y su Reglamento, los otros apuestan por una flexibilización de este marco legal.

Al centro del huracán están quienes defienden actualizar la legislación pero sin acariciar, por inocencia o estulticia, los usos inadecuados de la bandera de la estrella solitaria.

Entre ellos se encuentra Jorge Núñez Motes, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la provincia Guantánamo, con quien brevemente Venceremos conversó al respecto.

Jorge Núnez Motes, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

"Estoy de acuerdo en que debemos extender las opciones de uso de nuestra bandera, y por supuesto su alcance", afirmó de inmediato el intelectual guantanamero antes de recibir la primera pregunta.

"Verla en un pullover, por ejemplo, no hace mal alguno; porque quien la luce siente orgullo de ella. Ahora en un delantal, es distinto. Es una cuestión de valor simbólico: un delantal se utiliza para protegernos de la suciedad de la cocina, para que caigan sobre él restos y salpicaduras, y la bandera no puede utilizarse así. Nuestra bandera es para protegernos, sí, pero de la suciedad ideológica, de la hegemonía, de la industrialización de la cultura.

"De modo que si queremos que se utilice, lo primero que hay que saber y regular es cómo hacerlo. En la defensa de los valores simbólicos no podemos ser ingenuos, o que la ignorancia nos lleve a perder de vista el verdadero significado de nuestros actos en relación a la bandera, y algo como ponerla en un mantel –como sucedió en una ocasión en el restaurante 1870, de la ciudad de Guantánamo- nos parezca normal. La flexibilización no nos puede llevar a los extremos".

Sin embargo hemos visto en entidades de Artex, empresa comercializadora que pertenece al sistema de la cultura, utilizar la bandera de modo contraproducente, digamos, en chancletas que hoy todavía permanecen en los estantes de sus tiendas en Guantánamo.

"Creo que el problema es la mimetización de otras visiones a la nuestra. Si imitamos a la gran industria del entretenimiento, máxime si es a nivel de la chatarra, pues entonces no estamos haciendo nada para contrarrestarla.

"Yo siempre pongo el ejemplo de los aviones de cubana de aviación, que utilizan desde la década del setenta del siglo pasado, una metáfora de la bandera. Es decir, utilizan sus colores y disposición, como si la bandera los envolviese, pero no es la bandera misma. Eso significa nacionalidad, cubanía e identificación desde el respeto a su valor como símbolo patrio".

Pero de esta metáfora a la realidad hay contrariedades, y nuestra industria no ha sido inteligente...

"Nosotros no hemos sabido figurar, como se hace con otras banderas. La estadounidense, una de las más extendidas en su uso, se ha reproducido mucho alegóricamente. Usted ve a veces las estrellas rojas, o varían la disposición en el diseño de las prendas. De manera que no es exactamente la bandera de ese país, pero sí lo es; y el público lo percibe como tal.

"Y de pronto te topas que la industria cubana ha diseñado una camiseta que es la bandera misma, o como los pullovers que vistió nuestra delegación olímpica a Río 2016. Eso no te hace más cubano.

"Los diseñadores nuestros, que los tenemos excelentes, bien pudiesen crear sobre la base del uso metafórico de la bandera".

¿Considera usted que la comercialización de banderas cubanas o su empleo correcto en prendas de vestir, contribuye a la apropiación por parte del pueblo?

"Sí, pero lo primero es que yo pueda acceder a una bandera; que la podamos tener cada cual para poner en casa días de conmemoración, de júbilo nacional. Para eso debo tenerla en cualquier formato y tamaño, a un precio que sea accesible a mi salario. No es justo que la bandera no se comercialice en pesos cubanos.

"En estos momentos es más fácil conseguir cualquier emblema extranjero que el nuestro. Por lo tanto, si queremos contrarrestar la avalancha del entretenimiento y el ocio que tanto se critica, no podemos dejar los espacios vacíos. La industria cultural está cumpliendo su función, los que nos hemos quedado rezagados somos nosotros. Usted puede tener la bandera de otro país, pero a su lado, debe tener la nuestra.

"Recuerdo ahora los días del primer arribo del crucero Adonia, cuando mucho se criticó que en los bicitaxis había banderas norteamericanas. Y en esos casos la solución no debe ser prohibir, sino dar acceso a la nuestra. De pronto sacamos unas cuentas insólitas y la economía nos ata. Sin recursos es imposible luchar, porque este enfrentamiento no es teórico.

"Hay instituciones responsables, pertenecientes o no al Ministerio de Cultura, que no pueden dar la espalda. De hecho la tesis aprobada en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), cuando el Mincult no había surgido, define a esta organización de vanguardia como garante del uso apropiado de los símbolos patrios, y otorga responsabilidad además a instituciones docentes así como a organizaciones políticas y de masa. De manera que este es un asunto de todo el mundo.

"Los artesanos, por citar un ejemplo, pertenecen a una Asociación; y los almacenes de San José, repletos de buenos y malos usos de la bandera, no son privados. Tampoco las tiendas de Artex ni las instituciones de promoción artística.

"La apropiación del símbolo, el sentido de pertenencia que despierta, será más visible en la medida que podamos tenerlo cerca, pero con una propuesta que implique su adecuada utilización".

Hablando de buenos y malos usos de la bandera de la estrella solitaria, aquí van algunas de las imágenes que circulan por las redes: