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ernesto Llewelyn“Lo que distingue a Babul es el toque peculiar que le damos a la música, al canto, a los movimientos”, afirma Ernesto Llewelyn, director de la compañía. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira y Leonel Escalona Furones

Hace 22 años una joven compañía de danza se presentó por primera vez ante el público en la Casa de la Cultura Rubén López Sabariego, de la ciudad de Guantánamo. Con el espectáculo titulado Babul, comenzaron su camino en el arte, mostrando en cada movimiento los sueños y esperanzas que caracterizan a los jóvenes.

De esa experiencia inicial tomaron el nombre, y así nació el Ballet Folklórico Babul, que hoy disfruta del reconocimiento de su pueblo en cada escenario que se presenta.

Su director y fundador Ernesto LLewelyn de La Hera, en entrevista para Venceremos, cuenta que la compañía se creó el 12 de abril de 1994, pero que su aparición pública fue el 17 de noviembre siguiente, por eso se escogió dicha fecha para realizar la temporada del conjunto danzario cada año.

¿Por qué Babul?

“Babul es un canto, un baile, una forma de manifestarse culturalmente en la llamada Tumba Francesa, pero también es un legendario poema de Regino E. Boti, donde el poeta describe las inmediaciones del Guantánamo de esa época.

A las doce de la noche
se improvisa el concierto:
audición de una fanfarria singular.

Súbito brama una fiera: la sirena-cien voces
de un central: fa, fa, fa-sí, fi- ííí.
Y a lo lejos el babul
con el etiópico repique
de los bolillos del catá.

“Para nosotros Babul es el canto de los abuelos, porque nuestros ancestros bailaron en la Tumba Francesa, muchos guantanameros somos descendientes de haitianos, jamaicanos, en fin, parte del ajiaco cultural que es el Caribe”.

¿Cómo evolucionó la compañía en estos 22 años?

“Este tiempo ha sido un recorrido largo. Ahora estamos dando una mirada hacia atrás, para aplicar las experiencias en el presente y con vista al futuro. Babul comenzó con 27 personas, aunque pronto disminuyó la cantidad, luego volvió a aumentar, y hoy en día contamos con 58 integrantes, entre bailarines, administrativos y personal que atiende la instalación.

“A través de los años ha ido cambiando junto con las nuevas generaciones que entraron a formar parte del Ballet, de esa primera formación solo quedamos dos bailarinas, una regisseur, un cantante, un percusionista y yo.

“Actualmente contamos con una veintena de bailarines, 15 músicos y todo un grupo de apoyo, que sin ellos nuestro trabajo no tendría el alcance que tiene. De ellos, nueve bailarines, cinco cantantes, cuatro percusionistas y un trecero son de primer nivel, pero lo que vale no es eso, sino la consagración al trabajo, el resultado de lo que haces, y lo más importante para un artista: el aplauso y el amor de su público.

“Hoy somos una de las compañías más grandes de Cuba, no solo por la cantidad sino por el nivel técnico que hemos alcanzado en el desarrollo del trabajo y de la línea estética de la danza del Caribe, con una nueva nomenclatura en la que vamos a la tradición con nuestro sello.

“Creemos en lo que hacemos, tenemos sueños, pero no paramos solo en soñar, trabajamos para hacerlos realidad y brindárselos al público, eso es lo que ha sido Babul”.

babul sede compañiaLa sede de la compañía se encuentra en la esquina de Prado y 8 Este, en la barriada guantanamera de San Justo. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira y Leonel Escalona Furones.

En Cuba existen diversas grupos de danza, ¿qué los distingue entre ellos?

“Existen en el país más de 50 agrupaciones danzarias reconocidas por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, cerca de 20 son de la línea folklórica, pero lo que distingue a Babul es el toque peculiar que le damos a la música, al canto, a los movimientos, sobre todo a la imagen visual, que ya en la escena, cuando usted mira una obra nuestra y siente los primeros acordes, puede decir: -ese es Babul-, porque la sonoridad caribeña siempre está presente.

“Tenemos un estilo único que nos costó mucho trabajo, llegar e independizar el pensamiento de las demás compañías, porque siempre tomamos los referentes de las de Santiago de Cuba o el Ballet Folklórico Nacional, pero tuvimos que hacer un gran divorcio para tener una línea estética diferente y no parecernos a nadie.

“Babul es uno de los grupos más reconocidos por el pueblo guantanamero, porque bebemos de la sabia de la propia cultura de la provincia y la llevamos a una dimensión mayor. Hemos sabido reconocer y poner en práctica nuestras tradiciones en todos los escenarios donde nos presentamos.

“Estamos marcados por ser de esta tierra, con nuestra particular forma de ver el mundo, que se manifiesta de múltiples maneras en la escena. No dejamos a un lado las raíces y de dónde venimos, estamos lo mismo en las comunidades periféricas de la ciudad que en los teatros y escenarios más importantes.

“El Festival del Caribe es uno de los eventos internacionales en el cual hemos participado varias veces, también estuvimos en dos ocasiones en Francia, visitamos Italia y realizamos una gira por las islas de Guadalupe y Martinica. Además, fuimos parte de la brigada de artistas que iniciaron la Misión Cultura Corazón Adentro en la República Bolivariana de Venezuela”.

babul ensayosBabul en su cuerpo de baile tiene bailarines llegados de la educación artística y personas de la calle que se han formado dentro del mismo grupo. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira y Leonel Escalona Furones.

Espacios habituales de la compañía

“La Kimbámbula es un espacio en el barrio de San Justo, aunque queremos que se extienda a otros lugares de la ciudad y estamos trabajando para ello; también, Bajo la Ceiba, que lleva más de 15 años realizándose mes tras mes en el parque José Martí de la ciudad de Guantánamo; y Convite, que dedicamos a la danza, aquí en nuestra sede.

“Este, para mí, es un lugar mágico, vinimos hace 9 años, donde antes radicaba el Cabildo teatral, y aunque no nací en esta zona, viví aquí desde los 5 años y por eso lo considero como mío.

“Cuando por diversas razones este local fue abandonado y se deterioró, pedimos que le dieran el espacio a la compañía para darles a los jóvenes un lugar de esparcimiento, donde pudieran nutrirse de la cultura popular tradicional de Guantánamo.

“Se trabajó muy fuerte en la transformación del establecimiento, prácticamente lo levantamos con nuestras propias manos, y así fue como nos hicimos parte de este lugar y los vecinos también se insertaron con nosotros y se apropiaron de nuestro arte.

“Por eso cuando comienzan a sonar los tambores, la población enseguida acude y son ellos mismos los promotores del desarrollo de la cultura en el barrio. Han asimilado el proyecto como algo suyo. Y cuando llevamos mucho tiempo sin ensayos o actuaciones, vienen preguntando- ¡Qué!, ya no van a tocar? Cuándo hay Babul?-como ellos dicen.

Tacatá, tacatá.
Tacatá, tacatá.

Despierta el chico del vecino
y revienta a berrear:
Guantánamo, Sigual.
Grita en la esquina una india
bajo el control del alcohol.
Y a lo lejos el babul
con su trueno a contrapunto
de tamborones y marugas.

babul presentacionesBabul se encuentra trabajando lo mismo en las comunidades periféricas de la ciudad que en los teatros y escenarios más importantes. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira y Leonel Escalona Furones.

¿Cómo se inserta Babul en la enseñanza artística de la provincia y de dónde se nutre?

“Comenzamos con personas que eran instructores de arte y graduados de nivel medio de danza, aunque en su mayoría provenían del movimiento de aficionados que se presentaron en la audición que hicimos. A través de la historia de esta agrupación quienes han suplido muchas veces la carencia de bailarines son personas de la calle que han demostrado su valía y se han hecho grandes maestros.

“Babul ha sido escuela para esas personas y les ha enseñado más que a bailar, a conducirse en la vida, porque los bailarines tenemos muy poco tiempo para desarrollarnos como tal, pues las capacidades físicas cambian con el tiempo y con cierta edad ya no se pueden ejecutar muchos movimientos que exige la danza.

“El artista siempre va por el camino de la realización, pero nunca debe conformarse, pensar que ya lo ha hecho todo porque a veces aparece algo nuevo, y siempre se puede dar más, hacerlo mejor.

¿Qué visión tiene de la danza folclórica en Guantánamo?

“Guantánamo es una ciudad danzante. Es uno de los pocos lugares en Cuba con tantas manifestaciones del folclor, donde las personas cantan, bailan y tocan la música que los identifica. Está el changüí, el son montuno, en la zona de Baracoa, el quiribá y el nengón. Incluso hablando el guantanamero canta, y cuando va caminando, prácticamente anda bailando”.

¿Cuáles son los planes que tienen para el futuro?

“El folclor que estamos haciendo incluye las tradiciones de otros países, específicamente lo que nos han dado parte de su legado. Tenemos obras que tu las miras y es África pura o Haití, Jamaica, Santa Lucia, entre otros.

“Queremos trabajar también la parte hispánica del cubano, porque cuando bailas un zapateo, es parte de nuestra cultura, queremos incursionar en los bailes del campesino: el quiribá, el nengón, el aeroplano, la pasión, miel con ñame, que todavía no están insertadas en nuestro repertorio activo, pero planeamos hacerlo.

“Estamos buscando todos los elementos para las obras, porque el arte hay que pensarlo, debe tener un sentido práctico, un discurso coherente, una historia. Se debe que tener en cuenta muchas cosas: en qué época se bailó ese tipo de danza, el vestuario que se usaba, el calzado, la utilería, en fin, estudiar todo muy bien… y para tener un final feliz, no importa que sea una tragicomedia, yo siempre trato de darle a mis obras un final alegre y que la gente se vaya satisfecha de ver el espectáculo”.

Y a lo lejos el babúl
como un coro perennal:
tamborones y marugas
y estertores del catá.
BABUL. Babul. Babul.
Babul afrocubano,
ancestro del jazz-band,
babul, babul.
Tacatá, tacatá.
Tacatá, tacatá.
Babul.
Ba - bul.
(Sólo un efecto musical.)