La Facultad tiene presencia en nueve de los diez municipios –excepto en Yateras, donde ya se trabaja para insertarse en la sede-, asegura Pavó Suárez.
Formar el atleta integral, sensible, con valores fortalecidos y consagrado equitativamente a la docencia y al deporte, es la premisa esencial de la Facultad de Cultura Física de la Universidad de Guantánamo (UG), que radica en la sede José María Querart, -ubicada en la Ciudad Deportiva- donde también se preparan a los futuros profesionales y entrenadores de las diferentes modalidades competitivas.
Esta facultad, de la cual han egresado más de 6 mil 500 estudiantes, se constituyó en 1983 y desde entonces, mantiene un trabajo sostenido para mediante la ciencia contribuir al desarrollo deportivo. En marzo de 2016, la carrera de Cultura Física, integrada a la Universidad de Guantánamo, se acreditó con la categoría de Certificada, a solo un paso de la excelencia.
Mantener los resultados en las evaluaciones institucionales y ser un centro de referencia en las actividades metodológicas, investigativas y de superación, están entre las prioridades de Eduardo Pavó Suárez, decano de esta facultad, donde el 98 por ciento de los alumnos oscilan entre los cuatro y cinco puntos de índice académico.
“Tuvimos un alza en el rendimiento docente de los colegiales. Cerramos el curso pasado con 4,52 puntos de promedio, y ello demuestra mejor aprehensión de los conocimientos”.
Vale destacar que fueron los primeros en aplicar modificaciones en el plan de estudio D, y de los 18 alumnos seleccionados como muestra experimental 12 se graduaron con títulos de oro. “Nuestros educandos cuentan con las condiciones necesarias para desarrollar el intelecto.
“Además de las bibliografías tradicionales, nuestros alumnos pueden apoyarse en internet para buscar lo más actualizado del deporte, dirección de equipos, fisioterapia, docencia… También tienen enlaces con otras universidades del país a través de una plataforma interactiva, que les permite intercambiar información y aclarar dudas con profesores y estudiantes, de especialidades a fines y otras”.
El conocimiento y la práctica son necesarios para implementar satisfactoriamente la ciencia y la técnica en los deportes, “por eso contamos con aulas especializadas, entre ellas, la de ajedrez, rehabilitación, masaje, biomecánica, proceso doctoral y de superación con todos los medios tecnológicos”, comenta.
“Por ejemplo, la biomecánica se encarga de estudiar los movimientos de la actividad física, pues hay errores que los entrenadores a simple vista no detectan y a través de este estudio y con los resultados arrojados, se les corrigen los errores de postura a los atletas”.
Para profundizar y poner en práctica lo aprendido, se utilizan las instalaciones deportivas para el desarrollo de las habilidades profesionales de cada graduado.
Y en busca de más saberes confraternizan con otras facultades de la UG, “nos vinculamos con las de Educación, Agroforestal, Informática, la cual está realizando una multimedia que permitirá conocer la historia de cada deporte y otros datos; y con la carrera de Matemáticas aprenderemos a cómo utilizar las estadísticas para crear tácticas en los juegos colectivos.
En el nuevo período lectivo
Ya están los aseguramientos necesarios para el cuatro de septiembre comenzar una nueva etapa en la Facultad, con mejores laboratorios y aulas, que estará atendida por 146 trabajadores, de ellos, 113 en docencia (49 entre titulares y máster; 45 asistentes y 19 profesores).
En el proceso de enseñanza también intervendrán 10 adiestrados y 55 alumnos ayudantes, quienes impartirán clases en los municipios, y a la vez apoyarán en las consultas, equipos de estudio y en los grupos científicos-técnicos-estudiantiles.
“La escuela tiene una matrícula de 511, de ellos, 211 del curso diurno, a los que se les suma 50 de nuevo ingreso. Ahora se incorporarán 150 de la modalidad por encuentros, que son atletas y técnicos de los combinados deportivos”. Este año, aclara el decano, por las modificaciones en el plan de estudio E, serán cuatro años de carrera para el curso diurno y cinco para los de encuentro.
“No obstante, aspiramos a que los egresados lleven consigo un conocimiento general de todo el trabajo deportivo, por eso decimos que en vez de especialista graduamos a profesores capaces de interactuar en cuatro esferas fundamentales: deporte, educación y cultura física, recreación, y terapéutica y profiláctica. También deben salir con mejor dominio de idiomas y el léxico”.
Convenios, proyectos y formación vocacional
Los convenios, asegura Pavó Suárez, ampliarán el espectro de sabidurías, tanto de docentes como discípulos, “establecimos lazos de trabajo con el Segundo Frente Oriental, donde los estudiantes se vinculan mensualmente a las actividades patriótico-militar, pues todos los procesos se fortalecen a través del correcto trabajo político-ideológico”.
A lo anterior se le suman los convenios con la Facultad de Cultura Física de Villa Clara y Holguín, en esta última se preparan dos guantanameros, futuros doctores en esta especialidad. “Tenemos cinco profesionales con igual categoría científica, pero pretendemos incrementarlos, por ello en octubre también abriremos un aula aquí.
Intercambian, además, con la Universidad Estatal Social de Rusia, así como una privada de Jamaica, y está por concretarse vínculos en Chile.
Y como si fuera poco, los proyectos toman protagonismo en la sede José María Querart, “tenemos uno macro que recoge los principales deportes de la provincia, con el fin de desarrollar y aplicar la inteligencia. Ahí incluimos dirección de equipos, los sistemas energéticos y cómo se emplean en la preparación del atleta.
Para la agilidad mental, está dedicado el Gida, un proyecto de ajedrez destinado a los talentos locales y al alto rendimiento de la Escuela de Iniciación Deportiva Rafael Freyre, aunque también se les imparte a los niños de los círculos infantiles, “según nos han informado las seños luego de recibir las fáciles clases de ajedrez, los pequeños se muestran más motivados y disciplinados”.
La rehabilitación, uno de los más demandados, con un aula especializada dentro del propio centro, se encarga de la terapéutica principalmente en la tercera edad, “ya son 63 los practicantes, esta iniciativa tiene gran impacto en la comunidad, porque también atendemos a pacientes con discapacidad y patologías como la hemiplejia e infartos.
A pesar de las limitaciones que puedan presentarse en el camino, los integrantes de la Facultad se las ingenian para continuar generando iniciativas que beneficien a la comunidad, “llevamos la actividad física recreativa a diferentes barrios: Ho Chi Ming, San Justo y pensamos asimismo extender los proyectos hasta poblados del Segundo Anillo y del Plan Turquino”.
Los alumnos, profesores y directivos se vinculan por igual a las tareas de impacto orientadas por las organizaciones políticas y de masa, “colaboramos con Salud Pública en la higienización y saneamiento de las casas, en la lucha contra los vectores”, abunda y reconoce la participación de sus discípulos en la recuperación de las zonas afectadas tras el paso del huracán Matthew.
Por último, el directivo enfatiza sobre la importancia de fortalecer la formación vocacional, “es una ardua labor donde se vinculan todos los profesionales. En los tres últimos años trabajamos en las secundarias, preuniversitarios y combinados deportivos.
Integrar a los estudiantes en las actividades prácticas e internas, así como en conferencias dinámicas, talleres e intercambios con las glorias deportivas, “propiciará que los de afuera conozcan más sobre la dinámica de la universidad y, quién sabe, si se les despierta el amor por la Cultura Física”.
