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1 wendySu nombre le ajusta como anillo al dedo, como si en algún momento de su vida, la popular historia nacida de las ideas del escritor escocés James Matthew Barrie, hubiera sido pensada para ella, con la gran diferencia de que la ficción del cuento infantil resulta incomparable con la realidad de Wendy Leidys Durán Arroyo.

Esta guantanamera a sus 14 años vivió en su propia isla de Nunca Jamás. Después de un año enamorándose del bádminton, en la Escuela de Iniciación Deportiva Rafael Freyre de su ciudad natal, cerró la matrícula de este deporte y la joven alumna tuvo que decidir entre «mudarse» de disciplina o renunciar, y no crecer como deportista.

«Me fui dispuesta a comenzar el pre en la calle, sinceramente no quería seguir, pero el comisionado provincial de pelota vasca, Juan Mendoza, vio mis condiciones y me convenció de irme a practicar «cancha» (como se le conoce popularmente al frontón cubano). Al principio no me gustaba, pero poco a poco fue creciendo mi interés», nos cuenta.

Solo dos años necesitó Wendy para lograr convertirse en una pelotari del equipo Cuba, aunque antes, en lo que fue su primera competencia, hubo de ganar una medalla de plata en el single y un bronce en el doble en una copa celebrada en Villa Clara y lo mismo logró en el evento juvenil. Luego vino un 2017 de múltiples títulos nacionales.

«Llegar a la escuela de pelota vasca—en junio del pasado año— y adaptarme al cambio de rigor, de nivel, de compañeros de equipo, de aula y de provincia fue un gran reto; así como enfrentar el primer torneo internacional que resultó aun más difícil, con mucha tensión, por lo que debí esforzarme al máximo», enfatiza la muchacha que el próximo seis de junio arribará a sus 17 años.

Hasta el momento, la chica del Guaso ha competido en un único certamen fuera de fronteras: el mundial sub 22 de trinquete celebrado en Buenos Aires, Argentina, al que asistió como pareja de la habanera Daniela Darriba.

En la lid, la dupla cubana terminó en el cuarto escaño, no sin antes eliminar de la justa a dos mexicanas campeonas mundiales de frontenis. 

A decir de su entrenador Alejandro Placer, Wendy Leydi fue la única escolar que asistió a una competencia de mayores en 2017; sin embargo, esto no se le tuvo en cuenta para ser considerada la novata del año en Cuba; ni siquiera le alcanzó para estar entre los destacados a nivel de país, condición que sí mereció en el Alto Oriente.

Pero como año nuevo siempre es vida nueva, la joven guantanamera se halla ahora enfrascada en tomarle el ritmo a una modalidad desconocida para ella y a la que llegó por cuestiones objetivas: el frontenis.

«Hasta el momento se me ha hecho difícil adaptarme a la raqueta, en lo particular prefiero la pala porque el golpeo es mayor y no lleva mucho efecto, pero he tenido apoyo de Lisandra Lima, Yasmari Medina, Leyanis Castillo y la propia Daniela, todas ellas medallistas mundiales en esta especialidad», aclara.

El próximo octubre será el Campeonato Mundial de Pelota vasca en Barcelona, y aunque a la estudiante de onceno grado de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento, Cerro Pelado, en La Habana no le será fácil asistir, no duda en aseverar que: «siempre que tenga opciones, voy a luchar por ganarme un puesto en el equipo, y si no se puede, entonces ya tendré otra oportunidad».