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dep ntRecuerdo con singular nostalgia aquella imagen final del Centrobásket 1999 cuando en el Coliseo de la Ciudad Deportiva hecho un hervidero derrotamos a Puerto Rico 67-63. Esa fue la última de una cadena de tres cetros consecutivos en dicha competición.

Actualmente, y bajo las riendas del avezado José “Pepito” Ramírez, nuevamente nuestro elenco varonil lucha a capa y espada por reinsertarse en el panorama serio del Continente, con una generación de jugadores talentosos, y cierto crecimiento en el llamado juego de equipo.

Luego del bronce in extremis 75-73 sobre República Dominicana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, para sacudirse un tanto de la pobre imagen dejada en la ventana mundialista, los nuestros no habían encarado ningún certamen internacional.

Tras lo acontecido en Belice, como parte del clasificatorio para el Fiba-Américas 2021 y en el cual los nuestros obtuvieron su cupo en calidad de invictos, junto a Bahamas, Colombia y Paraguay por Sudamérica, la armada antillana al menos podrá decir que volverá al escenario de mayor nivel en el continente.

En esa competición los nuestros acumularon tres triunfos sin asomo de revés: 88-74 ante Bahamas, 82-80 a costa de Belice, y 123-70 vs. Antigua y Barbuda. Aupados por sus jugadores internacionales claves, entiéndase Jasiel Rivero, -líder en eficiencia (30.0%), promedio de puntos (25.5), y tercero en rebotes (8.5)-; y Javier Jústiz, - eficiencia de (27.0), media de (14.3) cartones-7mo, y puntero en rebotes (11.0), las huestes cubanas dieron señales de crecimiento, independientemente de medirse a rivales cualitativamente inferiores.

El hecho de haber superado los 80 tantos en los tres desafíos, mejor rotación del esférico y ofensiva repartida con mayor oxígeno en las variantes habla de un plantel que de a poco va ganando en madurez, y que quizás se encuentre un tanto por encima del puesto 66-137.3unidades que Exhibe en el ranking de la FIBA, liderado de manera inobjetable por las súper estrellas de la NBA estadounidenses (793.66). Por cierto, un elenco en el que varios jugadores ya han adquirido visión en otros certámenes ligueros extra-fronteras, pues a Jústiz y Rivero, con desempeños loables respectivos en España y Argentina, se suman Karel Guzmán y Yoanki Mensiá en el propio torneo albiceleste, además de Lisván Valdés y Oliva con presencia en el Salvador.

El propio Mensiá fue tercero en estos indicadores medidos, gracias a 10.7 rayas y 6.0 tableros tomados por desafío.
Colectivamente la armada de la Mayor de las Antillas encestó 293 cartones y permitió 224. Trabajó además para 97.7 tantos a la vanguardia del certamen, lo mismo que en las asistencias 22.7 por encuentro, en tanto fueron los quintos reboteadores con 44 por duelo.

Si miramos más profundamente los porcentajes tenemos que se compiló un respetable 50.2% de tiros de campo, 41 más allá del perímetro, y 67.2% en tiradas libres, aún asignatura pendiente y de trascendencia a la hora de definir choques cerrados. Otro indicador desfavorable dentro de la justa fue el hecho de que se cometieron 14.7 pérdidas como media, bastante elevada a juzgar por las exigencias de los oponentes, independientemente de que el nivel del baloncesto en la región ha crecido considerablemente.

Con una media de estatura de 1.96 metros y frisando los 26 años de edad promedio, el actual elenco antillano, de estabilizar su plantilla y continuar la curva ascendente de crecimiento varias de sus piezas, bien podría colarse entre los ocho-diez primeros planteles del continente en la lid de 2021, reservada para las 16 mejores naciones: entiéndase además de las cuatro mencionadas Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, Estados Unidos, Venezuela y las Islas Vírgenes estadounidenses.

Ha sido, y estoy convencido de que continuará siendo, especialmente por el nivel adquirido por las naciones de América, un lento proceso de recuperación del prestigio para un deporte que llegó a conquistar la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Esperemos, con un largo trecho por recorrer en materia de desarrollo aún, que continúen en ese proceso de avance. A propósito, las 32 naciones que pugnarán en la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2019 se dieron a conocer.

Anfitrión del torneo: China
África (5): Angola, Costa de Marfil, Nigeria, Senegal, Túnez
América (7): Argentina, Brasil, Canadá, República Dominicana, Puerto Rico, Estados Unidos, y Venezuela
Asia (7): Australia, Irán, Japón, Jordania, Korea, Nueva Zelanda, Filipinas
Europa (12): República Checa, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Lituania, Montenegro, Polonia, Rusia, Serbia, España, Turquía. Asimismo, se supo que los sembrados, a tenor con su condición de punteros del ranking Mundial varonil serán China, por su condición de sede y los siete mejores equipos clasificados a razón de Estados Unidos, España, Francia, Serbia, Argentina, Lituania y Grecia.
Me despido con un triple desde casi ocho metros, para aderezar estas líneas.