entrenador rugby1. Alexis Salazar Savón, entrenador principal, espera, antes de la copa nacional del mes de agosto en Granma, completar el equipo Guantánamo, por eso convoca a todos los interesados. Foto: del autor

Liorge Ruiz Corbacho y Alexis Salazar Savón son dos profesores de recreación que han encontrado en el rugby seven (para siete jugadores) la “sal de la vida” y por ello, pese a diversas dificultades, desde el 2006 tratan de mantener viva la práctica de este deporte en la tierra del Guaso.

Son pocos los practicantes pero su constancia en los entrenamientos en el terreno ubicado frente al estadio Rogelio Palacios, los hace resaltar dentro de la dispersión de disciplinas que cada tarde se apodera de las áreas de la Ciudad Deportiva guantanamera.

“Por eso yo creo que hemos recibido apoyo de la Dirección provincial de Deportes, es muy difícil no vernos practicando, es cierto que no logramos completar un equipo (deben ser de siete jugadores regular y cinco en el banquillo) pero al menos tratamos de mantener la forma para enrolarnos en los torneos nacionales aunque sea como refuerzos de otros conjuntos”, dice Alexis, entrenador principal en la provincia.

Según estos entrenadores, desde el 2006, fecha en que se inició la práctica del rugby seven en el Guaso, el extremo más oriental de Cuba no ha dejado de participar en las copas nacionales, y desde 2009 siempre aporta atletas a los conjuntos que representan al país en el Torneo Internacional Rugby Seven de La Habana.

Historia que crece

Liorges guarda con agrado el recuerdo del tercer lugar alcanzado en 2010 en uno de los torneos nacionales, hecho que cuenta como un paso fundamental para la permanencia del rugby en el Alto Oriente Cubano.

“Es un resultado que mostró cierta madurez y el mejor momento de esta disciplina aquí, distante de aquella primera incursión en el 2007 cuando llegamos con pocos conocimientos de la reglas porque nuestra influencia era principalmente del fútbol americano que es lo que veíamos en las películas y que en realidad dista bastante del rugby seven.

“Además, en ese entonces no teníamos ni zapatillas ni uniformes, y en la incursión primada pudimos competir gracias a que los jugadores de otros equipos nos prestaban los suyos, entre ese gesto de camaradería y el poder cogerle el pulso a esta modalidad fue que decidimos tomarla en serio y con todas las de la ley y logramos su ejercicio en el campo de Vitilla, del combinado deportivo Sur-Hospital.

“Desde entonces mucho ha llovido y ya aparecen, gracias sobre todo a las gestiones del Índer en la provincia, las zapatillas, los uniformes, las espinilleras y las pelotas que necesitamos para enfrentar las diferentes lides a que nos convocan. El problema fundamental hoy es lograr completar la plantilla por la permanencia de pocos atletas”, afirma Liorge, entrenador auxiliar.

entrenador rugby22. Liorge Ruiz Corbacho es un amante del rugby, por eso dedica su vida a él. Aunque actualmente entrenan en la Ciudad Deportiva pronto se deben mudar para áreas de la Universidad de Guantánamo en busca de atletas, que deben ser mayores de 18 años sin edad terminal límite. Foto: del autor

¿Deporte o recreación?

La práctica del rugby en Cuba se mueve entre la dicotomía de si asumirla como un deporte o si se mantiene como modalidad recreativa, área que lo ha defendido desde su inicio en Cuba en 1992 por la gestión del exatleta español Ricardo Martínez.

“Ese es el principal problema que enfrentamos porque al no ser considerado un deporte independiente no tiene acceso al alto rendimiento y por lo tanto muchas personas no ven perspectivas de futuro en una especialidad que hasta el momento permanece como un pasatiempo.

“Pese a que ya contamos con una Federación Nacional de Rugby y que fue aprobada como especialidad olímpica para Río de Janeiro 2016, todavía no se toma tan necesaria decisión que beneficiaría mucho a Guantánamo, pues tenemos suficiente personal preparado para impulsar su ejercicio a todos los niveles, dado que cerca del 70 por ciento de las personas que lo han practicado aquí son profesores de Cultura o Recreación Física”, expone Alexis.

“En eso anda la solución a nuestra falta de jugadores –agrega Liorge- porque muchos no pueden dedicarse a tiempo completo a esto pues tienen otras responsabilidades, por eso solo logramos que cinco o seis atletas se mantengan con nosotros y cuando se acercan los torneos tratamos de halar a todos los que podamos para completar equipo, y así realmente no se puede esperar el mejor resultado”.

Estereotipos ciertos o inciertos

Para muchas personas el rugby es visto como un deporte violento y normalmente se imaginan a todos los jugadores grandes y musculosos.

Asegura Liorges que eso es otra cosa que atenta con la captación: “No todos tienen que ser de esa manera, por eso hay diferentes posiciones en el campo. Claro, se debe entrenar para dominar las técnicas necesarias por si tienes que derribar o superar alguien más grande que tú” –y se señala como ejemplo porque cuando atleta era flaco, pero lograba cumplir su rol sin contratiempos (en 2009 sufrió una lesión en el peroné que lo mandó fuera de los terrenos).

“Por lo general la captación la hacemos entre personas que ya han entrenado otros deportes, sobre todo de combate, por poseer ya la base física y así ya adelantamos y solo debemos brindarles las técnicas específicas de esta modalidad que conjuga el trabajo en equipo, habilidades con el balón (distinto al de fútbol por ser ovalado) y el encuentro cuerpo a cuerpo”, reconoce Alexis.

Pese a la rudeza que se ve en las lides de rugby seven (la televisión cubana transmite por Tele Rebelde varios partidos de esta disciplina), es de los pocos deportes que oficialmente a sus dos tiempos establecidos (de siete minutos cada uno con otro de tiempo intermedio) suma un tercero obligatorio dedicado a que todos los atletas compartan para poner la amistad como lado humano por encima de la rivalidad.

“Eso es lo mejor de este deporte, que tras la aparente violencia guarda grandes mensajes para sembrar la paz entre sus jugadores, por eso es que quienes llegamos a ser rugbies nunca más nos alejamos de él, por el nivel de camaradería y hermandad que se siembra fuera del terreno, ahora solo esperamos que más personas nos descubran y se nos unan”, concluye Liorges.

El rugby es un deporte de contacto pleno que requiere destreza, fortaleza física y gran inteligencia táctica. Surgió en 1823 cuando un estudiante de la Rugby School de Inglaterra, William Webb Ellis, hizo trampas en un juego de fútbol y trató de anotar un gol con la pelota en las manos. Tiene actualmente dos variantes, el Unión o 15 (para 15 jugadores) o el seven (para siete).

Durante 15 minutos —tiempo de duración oficial del partido— los atletas de ambos equipos tratan de llevar la pelota ovalada al final del campo contrario. La práctica de este deporte no establece límites de edad o peso, solo requiere que el atleta esté en óptimas condiciones físicas. El rugby seven exige mayor resistencia y capacidad respiratoria. Las dimensiones del campo —100 metros de largo por 60 metros de ancho—es la misma que para aquellos equipos integrados por 15 jugadores.

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