Imprimir

founier2Hablamos de una regata gloriosa, de su condición de remero más joven entre los finalistas, la constancia en la élite, la correcta dosificación de sus fuerzas. En fin, del remero Ángel Fournier, capaz de bogar con maestría y esculpir sus remos en bronce esta vez en el Mundial de Ámsterdam, como parte del single peso abierto.

 

Otro resultado, hubiese sido como embestir molinos para el guantanamero de 26 años, 1.98 metros de estatura, 100 kg de peso y quien cronometró 6:44.310 minutos y escoltó a los dos mejores hombres de dicho evento desde hace casi una década: el checo Ondrej Synek (6:37.120) y el neozelandés Mahe Drysdasle (6:37.850).

Baste decir que Synek atesora los subtítulos olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, además de tres títulos, dos platas y tres bronces en citas del orbe, mientras Drysdale exhibe bronce bajo los cinco aros en el gigante asiático, la corona de la capital británica, y una mano dorada y dos subtítulos en lides universales.

Para nuestro representante, alumno de Yoan Paula, significó refrendar su condición entre los mejores del planeta, como parte de una modalidad que inscribió a 31 concursantes. Fournier cruzó primero los 500 metros iniciales (1:38.620) y luego pasó a la segunda posición tras los mil (3:20.540), antes de culminar en tercero los 1 500 y los 2 000 con respectivos parciales de (5:02.110) y los mencionados (6:44.310).

Sobre sus características Paula acotó en una ocasión: “Ángel es un remero muy fuerte, de técnica aceptable y en franco ascenso. Ha sido esencial la táctica de regatas, estudiando cada rival, limando dificultades, especialmente sobre el desgaste y la transición de la arrancada al ritmo, el largo (movimiento amplio al remar), y el remate en los últimos 500 metros.”

El Mundial, escenificado en el lago Bos­baan tuvo en Nueva Zelanda (6-2-1) a su monarca indiscutible, escoltada por Gran Bre­taña (4-4-2), Australia y Alemania (2-3-3), y Ucrania (2-0-0) en calidad de quinteto vanguardista.

Por Harold Iglesias

Fuente: Granma