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arlen entrevistaArlen López marcha al frente del ranking en la Serie Mundial de Boxeo. Foto: Ricardo López Hevia

En estos momentos se puede decir con ab­soluta certeza que el mediano Arlen Ló­pez es el boxeador en mejor forma deportiva del equipo cubano. La afirmación no es exagerada cuando observamos que este joven guantanamero de 23 años de edad ha tenido un explosivo año 2016, tal y como cerró el anterior.

 

En la actual Serie Mundial de Boxeo, el campeón mundial de Doha, Catar 2015 en los 75 kg ha peleado cinco veces, adjudicándose la victoria en igual número de ocasiones. Lo más llamativo es que esos cinco éxitos han llegado por la vía del nocao técnico. No obstante la gran pegada que posee el doble titular nacional, él no se considera un púgil que necesita de un solo golpe para decidir su suerte en los combates.

 

En diálogo con Granma, el líder del ranking mundial en su división en el presente año, confesó que no tiene problemas para hacer el peso, y prefiere efectuar tres rounds, aunque no le molesta prepararse para cinco asaltos.

 

—¿Cómo llegas al boxeo?

 

—Yo empecé como una motivación más por un deporte, pudo ser béisbol, fútbol, baloncesto. Tenía mucho embullo, con los amigos del barrio íbamos a un combinado deportivo en  Guan­tá­namo, luego los amigos dejaron de practicarlo y yo continué en el boxeo. A los diez años fue cuan­do me concentré a practicarlo.

 

Al principio mi mamá no quería, a ella no le gustaba verme recibiendo golpes, me iba escondido a los entrenamientos. Cuando se enteró que yo seguía en el boxeo, ya me encontraba a punto de ir a una com­petencia pioneril donde salía como favorito al oro. Comprendió que este deporte era mi pa­sión, mi alegría, y me dejó ir. Incluso, gané el título en dicha competencia y aún se resistía a que con­tinuara. Mi madre observa mis combates ahora.

 

—¿De qué manera valoras con el paso de los me­ses tu título mundial en Catar 2015?

 

—Es algo que aún no me lo creo del todo. Yo no era favorito al oro, pero cumplí una muy buena preparación de cara al torneo. El hecho de que no me consideraran con opción de ganar el primer lugar me motivó extraordinariamente, me enfoqué combate a combate como si fuera la última pelea de mi carrera. Después de la experiencia en Catar, me gustaría que no me dieran como favorito en ningún otro evento, eso me entusiasma más, saca el mejor boxeo que tengo. No siento presión si me valoran como candidato a determinado título, pero pensar en ello puede ser una distracción que no quiero correr, te relajas en un round y eso quizá sea decisivo.

 

—Se te ha visto boxear muy bien luego de conquistar ese título del orbe. ¿A qué se debe?

 

—Existen muy buenos rivales en mi división con los cuales aún no he peleado en el presente año, pero no me preocupan. Estoy enfocado en cumplir correctamente la preparación asignada por el colectivo de entrenadores y subir al ring a llevarme la victoria, esa es mi tarea. Así trataré de llegar en plenitud de condiciones a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

 

—¿Aspiraciones en los Juegos Olím­picos?

 

—No quiero pensar en el oro, tengo que concentrarme en las características de cada contrario, solo así conseguiré avanzar. Una vez que llegue a la final, el objetivo no es otro que conquistar el oro. Es preciso respetar a los rivales para evitar sorpresas. Cada boxeador irá buscando hacer historia y conquistar una de las tres medallas, yo prefiero ir paso a paso.

 

—¿Cómo te defines en el boxeo?

 

—Soy un púgil muy técnico, que trabaja arduamente en sus entrenamientos para combatir en las tres distancias. Quiero seguir perfeccionando mi técnica y ser  mejor cuando suba al cuadrilátero. No soy dueño de una gran pegada, prefiero la técnica porque puedo desarrollar un arsenal para ganar; el hombre de pegada depende de un buen golpe y nada más para llevarse la victoria, mientras que un estilista del ring trabaja la defensa, se anticipa a los movimientos del contrario, entra, combate y sale de la corta distancia.

 

Fuente: ACN