oslaidisOslaidis agradeció el ameno reconocimiento que les dieron en Guantánamo tras triunfar en la Liga Superior de este año. Foto: Lorenzo Crespo SilveiraA pocos días de Oslaidis Rojas Leyva matricular en kárate, en la entonces Escuela de Iniciación Deportiva Rafael Freyre (Eide), fue transferida por su prominente estatura para la especialidad de baloncesto.

Sin precedentes ni gusto por el básquet comenzó las prácticas con el profesor Martín, quien le enseñó a marcar los primeros pasos: el uno, dos hasta llegar al aro y disparar. Los ejercicios -cuenta- los realizaba lentos, “nunca antes había estado en una cancha, al principio me resultó difícil, pero con el tiempo le cogí la vuelta”.

Tras aprender lo básico fue tutelada entonces por el entrenador Alibech, quien la preparó para los Juegos Escolares Nacionales, “elevé mi calidad como deportista, driblaba cómodamente la pelota, llegué a superar en tamaño y técnicas a mis compañeras provenientes de áreas especiales”, comenta la baloncestista, monarca nacional recientemente en la Liga Superior de Baloncesto (LSB) 2017con el equipo de Guantánamo.

Por la actuación de esta atleta en la etapa escolar fue ascendida a una escuela nacional donde perfeccionaban a las basquetbolistas que luego iban para el Cerro Pelado, “el centro cerró y tuve que regresar al Guaso, ahí entrené hasta que llegó el momento de probarme. Con 15 años participé en mi primera Liga, en la cual obtuvimos el segundo lugar, bajo la dirección de Adrián Laffita”.

La historia se repitió, Oslaidis nuevamente impresionó con sus números pero esta vez en la LSB, “subí para la preselección nacional donde permanecí poco, una lesión en la rodilla izquierda me hizo retornar a casa hasta hoy”, rememora la joven próxima a cumplir 26 años, el venidero 30 de marzo.

Durante la estancia en la preselección –asegura- aprendió a ser combativa, “enfrenté a deportistas de alto calibre, allí las muchachitas eran más grandes y experimentadas que yo, por tanto me impuse, lo hice todo bien, siempre estuve adelante y con mucha voluntad para ganar un puesto en el Cuba”.

Cuando mejoró la rodilla se integró al equipo guantanamero con el cual ha jugado ya siete ligas, “durante estas décadas de competencia solo alcanzamos plata y bronce, no obstante, como somos guerreras mantuvimos la mentalidad de ganadoras y nos esforzamos el triple porque sabíamos que el oro estaba por llegar”.

Materializado el sueño dorado

La preparación física y técnico-táctica fue intensa para conseguir el tan anhelado metal dorado, pero hubo algo que distinguió este año al quinteto guantanamero, “nos acoplamos más que nunca, logramos una familia y eso devino en victoria. El baloncesto necesita unidad, el equipo aunado puede derrotar y conseguir lo que se proponga”, explica y dicta la receta a emplear desde la base, en todo el territorio cubano.

“Más que convertir a un jugador en estrella, el logro está en hacer que todos jueguen en conjunto con inteligencia, agilidad, comunicación, disciplina y respeto hacia las decisiones del entrenador y los árbitros…”, afirma la pívot y delantera, de 1.80 metros de altura, quien además integró el quinteto de lujo y fue la segunda mejor anotadora del país durante la recién concluida LSB.

“La posición designada en el tabloncillo debes defenderla”, precisa, “hay que luchar los balones perdidos, es correr y tirarse si es necesario, es dar lo mejor de sí en cada encuentro sin temerle a las derrotas, porque incluso hasta de ellas sacas experiencias”.

Y la experiencia también se gana cuando rozas con lo novedoso, pues ser campeona de la liga y llegar a la preselección, en estos tiempos, ya es insuficiente, también hay que probarse contra rivales internacionales de forma sistemática.

“Ahora con la posibilidad de los contratos en clubes extranjeros, los deportistas elevan aún más la calidad, pues conocen nuevas formas de entrenamientos y competencias”.

“Por ejemplo, nuestra compañera de equipo Clenia Noblet trajo desde Brasil un juego con pelotas que desconocíamos. Ahora antes de comenzar y terminar el entrenamiento lo realizamos para darle dinamismo a la preparación, que en ocasiones se tornaba monótona”.

Con las experiencias importadas de otros lares, el empeño de las jugadoras y la excelente dirección del cuerpo técnico, el equipo femenino de básquet logró convertirse en las nuevas reinas de los tabloncillos cubanos.

Aunque consiguieron la victoria -según Oslaidis- no todo fue perfecto, vale señalar que la atención en ocasiones tuvo descalabros, y mejoró durante la última fase del campeonato, pero “es necesario que se preocupen por las atletas de otros territorios que ni siquiera tenían ventiladores…, las condiciones deben de estar desde el principio del torneo para no generar desmotivación”.

Asimismo agradeció el ameno reconocimiento que les dieron desde el punto de control de la autopista de Guantánamo hasta el Parque José Martí, donde las esperaba el pueblo del Alto Oriente.

Sin la camiseta del número seis

A pesar de Oslaidis concluir los entrenamientos es difícil para ella desprenderse por completo de la camiseta negra y blanca marcada con el seis, pues hasta en los momentos de descanso sueña con el aro y la jugada perfecta. “A veces me digo que necesito coger un aire”, comenta jocosamente, “es increíble que hasta durmiendo salga el básquet”.

Asegura que debe dosificar más su tiempo para realizar las tareas de la casa antes de las dos de la tarde, hora de entrenamiento. Le seduce la cocina y se considera toda una chef. Le gustan las actividades, la música y el mar.

De su pareja -dice- le exige al máximo el tema estudio, pues ella desea licenciarse en Cultura Física.

Ama y agradece a su familia, en especial a la madre, quien la apoyó a lo largo de su carrera deportiva, “ella lo mismo iba al entrenamiento, que al juego, y si era en otra provincia y lo televisaban, ahí estaba pegada a la pantalla anotando mis puntos, lleva la secuencia al igual que los entrenadores”.

La “niña” como también le dicen a Oslaidis cariñosamente, anhela defender algún día la camiseta del Cuba, algo con lo cual sueña desde que inició su recorrido por el deporte de los aros, ese “sin el que mi vida estaría vacía”.

Comentarios   

0 #1 Nelis marian 26-03-2017 15:10
Soy Entrenadora de Baloncesto y creo que Oslaydis Rojas mas conocida como la niña del Guaso se merece estar en la Preseleccion Nacional suerte .......
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