Cuando están presentes los niños toda medida adoptada es insuficiente, siendo estos tan andariegos inocentes siempre buscando qué hacer en materia de juegos y al final sus travesuras hacen historias.
Lo importante es que estén en zonas seguras siempre. Los protagonistas en imágenes residentes en el lomerío yaterano, no son el caso más alarmante, pero se las arreglan como pilluelos al fin, más ahora en pleno verano…