muerte de santiago maldonado

Este domingo, el medio argentino Página 12, publicó el artículo “La persecución y la muerte” del periodista argentino Raúl Kollmann, basado en los primeros resultados de la autopsia y de los peritajes en torno al caso del joven activista de 28 años, Santiago Maldonado.

A casi una semana del hallazgo del cuerpo en río el Chubut, y a dos días de confirmarse -mediante declaraciones de la familia- que se trataba de Santiago, la autopsia y las investigaciones, comienzan a arrojar indicios de las últimas horas de vida del artesano.

La participación de Gendarmería ya es un hecho. ¿Pero cómo llegó a morir Santiago? Lo que se ha establecido hasta ahora es una violenta persecución por parte de los funcionarios contra los activistas presentes. Los cartuchos recogidos y las filmaciones de los mismos gendarmes, dan cuenta de eso.

Como se ve en el mapa satelital realizado en la justicia de Esquel, los gendarmes persiguieron a un grupo de mapuches y a Santiago a muy pocos metros de donde se encontró el cuerpo. “Les dimos corchazos para que tengan”, “tengo uno, tengo uno”, “hay uno flotando, tres nadando”, fueron algunas de las frases que quedaron registradas en los celulares de los funcionarios, evidenciando de la persecución y el hostigamiento.

La autopsia dice que el cuerpo no tiene lesiones, pero ese día, el joven de 28 años, vestía muchas capas de ropa, 31 kilos para ser exactos, según arrojó el peritaje. Tal vez no hay marcas, pero aquello no determina si hubo o no forcejeos o si fue empujado al agua.

Lo otro es que Santiago no sabía nadar y, es más, le tenía miedo al agua, producto de un trauma infantil. No se hubiese lanzado al río por voluntad propia.

El Cuerpo

La autopsia macroscópica (falta la microscópica) no puede establecer de forma definitiva la causa de la muerte. El trabajo fue encabezado y dirigido por Roberto Cohen del Cuerpo Médico Forense (CMF), con la colaboración de 56 especialistas presentes. Esta es la autopsia número 3.087 del CMF en lo que va del año.

Según la autopsia el cuerpo no presenta agresiones de terceros: no hay heridas por armas blancas o de fuego, tampoco hay golpes. Sólo pequeñas lesiones provenientes de peses y dos mordeduras pequeñas de un hurón o un zorro. Ni sus manos ni sus puños indican que se haya intentado defender de alguien.

Lo que sí arrojó el trabajo médico fue que tanto la médula como algunos órganos tenían agua. Cuando una persona intenta respirar para no ahogarse tras caer al agua, partes como el corazón, los pulmones o la médula -que es una cavidad cerrada- se llenan de líquido. No sucede lo mismo cuando el cuerpo de una persona ya fallecida es sumergido. Sin embargo, la confirmación de la causa de muerte se hará después de los estudios que los anatomopatólogos realizarán al agua contenida en los órganos de Santiago.

El rastreo en el río

El juez de la causa, Gustavo Lleral, aclaró en varias oportunidades que la decisión de volver a rastrear se tomó el viernes el 13 de octubre, tras tomarle declaración al jefe de la Prefectura. Según señala el artículo de Kollmann, el oficial insistió en que era necesario rastrillar nuevamente porque la única vez en que se revisó esa zona en específico, la prolijidad había sido deficiente y con perros no especializados.

Asimismo, el factor más determinante fue que para ese entonces, el 18 de septiembre, el río no había crecido aún. La data del tiempo en ese lugar, para saber si el cuerpo permaneció allí desde el 1 de agosto o si fue plantado, será determinada por biólogos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad de La Plata, a través del análisis de microorganismos presentes en los restos del joven, y de la temperatura y condiciones del río Chubut.

Las hipótesis

Lo claro, hasta ahora, es que Santiago no entró al río por determinación propia. La idea de un forcejeo o de que fue empujado son fuertes. Se investiga, también, si es que el artesano cayó al agua mientras huía de Gendarmería. Esto último, no exculpa a los efectivos de responsabilidad, ya que en ese caso, se trataría de abandono de persona, un delito cercano al homicidio.

El ocultamiento, también, ya es un hecho: la filmación del operativo fue cortada, las camionetas fueron lavadas, hay irregularidades en los libros de guardia y el alférez Emmanuel Echazú y otro de sus compañeros tardaron doce horas en volver a su base, según constan los registros.

Este lunes entre las 10 de la mañana y el medio día, hora local, los forenses deberán firmar las conclusiones iniciales. Allí, se sabrá si hay discrepancias entre los médicos oficiales y los de parte. A partir de ese entonces, distintos estudios complementarios dilucidarán causa de muerte, data de muerte y el tiempo de permanencia del cuerpo de Santiago en el agua.

De lo que ya no hay duda es que la muerte del joven se produjo en medio del operativo ilegal de Gendarmería. ¿Por qué ilegal? porque el juez había ordenado despejar la ruta, no reprimir a los manifestantes ni menos usar armas y hostigar a los manifestantes. Sin embargo, los efectivos actuaron acorde a las instrucciones del ministerio de Seguridad: combatir el terrorismo, un terrorismo representado -para ellos- en siete mapuches y Santiago Maldonado, ocho personas que se encontraban completamente desarmadas y dentro del territorio indígena.

(Con información de Telesur)

 

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