torturas

La difusión del informe del Senado de EE.UU. sobre las torturas de la CIA en la era Bush ha provocado una reacción de repudio mundial, sin que de mo­mento las duras revelaciones hayan causado represalias contra ciudadanos e intereses norteamericanos, una posibilidad ante la que las embajadas estadounidenses han adoptado preventivamente medidas de seguridad.

En este contexto, la ONU pidió que las torturas no queden "impunes". El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Zeid Ra'ad Al-Hussein, reclamó que no debe haber "impunidad" respecto a las torturas reveladas por el informe, según el diario El País.

La Convención contra la tortura no permite "circunstancias excepcionales" en las que se pueda vejar a detenidos, recuerda el texto. "La Convención no deja a nadie fuera, ni los mismos torturadores, ni los responsables políticos ni los funcionarios que dan las órdenes" a la hora de rendir cuentas por las posibles violaciones de los derechos humanos, apuntó.

Mientras, en China, el portavoz del Mi­nis­terio de Exteriores chino, Hong Lei informó que su país se ha opuesto sistemáticamente a la tortura. La potencia asiática instó a EE.UU. a "corregir sus caminos" y a "reflexionar", "respetando y acatando las normas de los convenios internacionales".

Desde Irán, el líder ayatolá Ali Jameneí escribió en su cuenta en Twitter que la tortura a los sospechosos de Al Qaeda muestra que el go­bierno de EE.UU. es un "símbolo de la tiranía con­­tra la humanidad", según la agencia AFP.

La portavoz de Exteriores la Unión Europea (UE), Catherine Ray, condenó "toda forma de tortura y malos tratos, incluso contra el terrorismo", dio la bienvenida a la publicación del informe del Senado de EE.UU. y expresó que "es un paso positivo para abordar de forma pública y crítica el programa de detención e interrogatorios de la CIA".

Berlín, como otras potencias europeas —in­cluida Gran Bretaña, principal aliado de EE.UU. en Europa —, expresó su rechazo a las prácticas de la inteligencia estadounidense, que juzga de "violación grave de los valores democráticos", según aseguró el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Stein­meier.

El primer ministro británico, David Ca­meron, puso el acento en que los países occidentales corren el riesgo con el uso de la tortura de perder su "autoridad moral". "La tortura es un error, siempre es un error", dijo.

A estas declaraciones, se le suma la de Edward Snowden (exagente de la NSA), quien calificó las torturas de la CIA destapadas en el informe este martes de "crímenes inexcusables", indicó Reuters.

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