amloAMLO llegó al poder porque nadie en México se le podía oponer electoralmente, incluso cuando existieron situaciones fraudulentas en el conteo de votos, robo de urnas y compra de cédulas electorales.

Aunque el plazo entre la elección a un cargo y su asunción es igual para todos, en el caso de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se antoja demasiado largo y peligroso, cuando sus muchos enemigos en la esfera del poder político y económico no le harán el camino fácil para que pueda hacer realidad la necesaria transformación de México, para lo cual ha llamado a los ciudadanos a lograrlo juntos, “sin importar de qué partido son, porque solo el pueblo puede salvar al pueblo, solo el pueblo unido y organizado puede salvar a la nación”.

AMLO llegó al poder porque nadie en México se le podía oponer electoralmente, incluso cuando existieron situaciones fraudulentas en el conteo de votos, robo de urnas y compra de cédulas electorales.

Tras serle robadas dos elecciones presidenciales, en esta era demasiada la simpatía y esperanza que despertó, e incluso partidarios de partidos tradicionales desviaron su voto hacia él, conscientes de que era el único candidato que podía sacar a México de su condición de Estado fallido, con un alto nivel de corrupción en todos los niveles de poder.Pese a todo tipo de entuertos, ganó la elección presidencial con 30 046 893 millones de votos, lo que representó el 53,17% de los emitidos, mucho más que los otros tres aspirantes.

De la agrupación que lo respaldó, Juntos Haremos Historia, su partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) fue el más votado con 25 128 936 sufragios.

El porcentaje recibido por López Obrador es superior al que obtuvo Carlos Salinas de Gortari en las elecciones de 1988, 50,36%; Vicente Fox en el 2000, con 42,5%; Felipe Calderón en el 2006, con 35,9%, y el actual mandatario Enrique Peña Nieto en el 2012, con 38,20%.

Un detallado reporte del Instituto Nacional Electoral indica que la participación ciudadana en los comicios fue de 56 506 051 que equivale a 63,44%, lo cual incluye un millón 567 835 votos nulos y 32 664 en blanco, con un abstencionismo de 37,56% de los 89 069 718 de votantes convocados para que acudieran a las 156 808 urnas instaladas en los 300 distritos.

Lo cierto que el triunfo de AMLO es el de la izquierda en México y una rebelión contra el neoliberalismo y la imposición de Estados Unidos.Asimismo, tendrá dificultades a medida que trate de solucionar problemas en lo que debe tener en cuenta sus promesa de no presionar a las empresas privadas y de no nacionalizar, así que no utilizará la fuerza para aplacar la violencia, sino que se dedicará a erradicar la pobreza, que es la raíz del problema.Durante su campaña electoral, prometió luchar contra la corrupción.

El político izquierdista planea empezar esta “guerra” al despedir a todos los funcionarios con reputación dudosa. Además, prometió subir los salarios de profesores, médicos, policías, militares y aumentar las pensiones.El mandatario electo mexicano tendrá que enfrentar al de Estados Unidos acerca de la cuestión de la migración y el Tratado de Libre Comercio, del que EE.UU. ha amenazado con retirarse.Asimismo, antes de los comicios, de Estados Unidos vinieron señales de no aceptación a Obrador, a pesar de producirse luego la felicitación de Trump.

Previamente, el ex consejero del presidente de EE.UU. para Seguridad Nacional Herbert McMaster declaró que se habían visto señales de que Rusia intentó influir en las elecciones presidenciales en México. Por su parte, los senadores estadounidenses Marco Rubio y Robert Menendez, escorias de origen cubano alegaron sin prueba alguna, por supuesto, que Obrador había sido financiado por el Kremlin.

AMLO se ha reído en repetidas ocasiones de estas teorías conspirativas. La primera vez lo hizo al grabar un vídeo en Veracruz en el que afirmó en broma que estaba esperando a que llegara un submarino ruso con oro. La segunda vez lo hizo a través de Facebook. En marzo, AMLO hizo una publicación en la que presumió de sus altos índices de aprobación, agradeciendo de manera irónica a los "asesores rusos" provenientes de todos los rincones de México.

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