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mariano rajoy

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció anunció que las elecciones generales se efectuarán el próximo mes de diciembre, probablemente el día 20, aunque apuntó que hay otra posible fecha.

En entrevista con la cadena radial COPE, precisó que luego de la aprobación de los presupuestos de 2016 -previsiblemente en octubre- hará la convocatoria oficial a unos comicios que se vislumbran particularmente competitivos.

Ante la insistencia para conocer el día de la votación, señaló: “Yo no digo nada. Saque usted el titular: lo más probable es que el 20 de diciembre haya elecciones generales”.

En esos comicios se prevé que el gobernante Partido Popular (PP) pierda la mayoría absoluta parlamentaria al caer de 44,6 por ciento de votos en 2011 al 28,2 por ciento, según estimados del Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente del ministerio de la Presidencia.

La baja es atribuida a las críticas de un sector de la población sobre la forma que el PP ha manejado la crisis económica y a escándalos de corrupción que afectan a esa organización política.

La corrupción -admitió Rajoy en la entrevista- es una de las cosas que más daño ha hecho al PP, aunque afirmó que en su mandato se aprobaron leyes para prevenir ese fenómeno y se expulsó a los corruptos de la organización.

Ante la posible alianza del Partido Socialista Obrero Español y Podemos -ubicados por la misma encuesta en segundo y tercer lugar con 24,9 y 15,7 por ciento, respectivamente- Rajoy consideró que sería negativo, pues arrebataría el gobierno a la fuerza más votada.

Interrogado sobre el plan independentista de algunas fuerzas políticas en Cataluña, ratificó la negativa a aceptar la separación de esa región del noreste de España.

Al respecto defendió la propuesta hecha por el PP para modificar la ley del Tribunal Constitucional, reforma que permitiría sancionar y apartar de su cargo al presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas, si incumple alguna de las decisiones de ese órgano.

La iniciativa recibió críticas en la forma pero muy pocas en el fondo, porque lo que pretende es que las sentencias del Tribunal Constitucional se cumplan, y ¿quién puede oponerse a eso?, expresó el presidente del gobierno español.