El crecimiento de la economía global en el 2016 será decepcionante y desigual en medio de mayores riesgos financieros, señaló este miércoles Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A juicio de la funcionaria, en muchos países el sector financiero aún tiene debilidades y en los mercados emergentes los riesgos de esa naturaleza van en aumento; ello "significa que el crecimiento mundial será decepcionante y desigual en el 2016", indicó.
Baja productividad, envejecimiento de la población y efectos de la crisis financiera mundial frenan el crecimiento, lo cual debilita las perspectivas a medio plazo, evaluó la representante del FMI en un artículo publicado por el diario alemán Handelsblatt citado por Prensa Latina.
El año entrante será "duro", pues siete años después del estallido de la crisis, que comenzó por el banco estadounidense Lehman Brothers, la estabilidad financiera continúa sin estar asegurada, consideró.
En medio del contexto global adverso, la perspectiva de un incremento en las tasas de interés en Estados Unidos y la desaceleración económica en China contribuyen a la inseguridad y a una mayor volatilidad económica en cualquier parte del mundo, estimó Lagarde.
También el comercio mundial tenderá a reducir su ritmo de expansión, mientras el descenso en los precios de las materias primas provocará problemas en las economías, sustentadas en la exportación de esos productos básicos, opinó.
En tanto, países desarrollados, especialmente en Europa, continuarán bajo los efectos de elevadas deudas, baja inversión y debilidad de los bancos, reseñó Lagarde.
A juicio de la funcionaria, a escala global están ocurriendo "importantes cambios económicos", entre ellos la transición de China hacia un nuevo modelo de crecimiento y la normalización inminente de la política monetaria estadounidense. "Estos dos cambios son necesarios y saludables, pero necesitan ser controlados de forma eficiente y sin dificultades", comentó.
La nación asiática, agregó, busca una nueva normalidad, a partir de un crecimiento más lento, seguro y sostenible en el tiempo, mediante el fomento del consumo interno y los servicios.