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adesminado colombiaEl ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Ville­gas, reconoció que uno de los grandes re­tos para el 2016 es lograr desminar todo el territorio nacional, a partir de un programa pactado de conjunto con las insurgentes FARC-EP.

Tras la firma de la paz más de 10 000 soldados contribuirán con tales labores, adelantó Villegas en declaraciones a Caracol Radio citado por Pren­sa Latina.

Al explicar la complejidad de di­chas misiones comentó que en los cam­pos abundan los artefactos ex­plo­si­vos como minas antipersonales y otras municiones sin detonar, y resta precisar la ubicación exacta de mu­chas de esas herramientas de guerra.

"Hoy tenemos 600 soldados trabajando de forma directa en ese proyecto e incrementaremos el total de efectivos vinculados a esas faenas hasta 10 000 durante el primer se­mestre del 2016 para que el desminado ocurra a gran velocidad", insistió el titular.

Villegas agregó que en la proyectada fase posbélica asumirán también el desafío de combatir el crimen organizado y los delitos contra el me­dio ambiente, además de reforzar la seguridad en las fronteras.

El programa fue acordado en La Habana entre representantes gu­bernamentales y de las Fuerzas Ar­ma­­das Revolucionarias de Co­lom­bia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Se trata de la primera medida en­caminada a reducir el impacto de la confrontación que ejecutan de conjunto ambas partes beligerantes, las cuales buscan una salida negociada a la contienda de más de medio siglo.

Tales acciones comenzaron por el municipio de Briceño, en el departamento de Antioquia, y continúan aho­ra en el vecino Meta, dos de los territorios con mayor presencia de ese equipamiento bélico.

Según cifras divulgadas por diarios locales las minas antipersonales han de­jado unas 11 000 víctimas, en­tre muer­tos y heridos.

Con excepción del archipiélago de San Andrés, todos los departamentos requieren del desminado, asesorado por una organización no­ruega.

De acuerdo con los avances de las conversaciones entre el Gobierno y las FARC-EP, y en correspondencia con los compromisos contraídos, tales pláticas podrían finalizar el venidero año con un tratado pacifista.