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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, abogó hoy por atender las causas raigales del terrorismo, como una herramienta priorizada en su prevención y enfrentamiento.

Reconocemos la importancia de las medidas anti-terroristas, pero también debemos enrolarnos en el abordaje de las cuestiones que llevan al extremismo violento, señaló en un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre la lucha contra el flagelo.

De acuerdo con el Secretario General, el terrorismo florece donde hay marginación, faltan los espacios políticos, abundan las violaciones de los derechos humanos y las personas carecen de perspectivas y sentido en sus vidas.


Al respecto, recordó su reciente presentación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas de un Plan de Acción para prevenir el extremismo violento, iniciativa que incluye el desarrollo de programas nacionales, en sintonía con la realidad interna de cada país.

Ban lamentó la escalada de los ataques terroristas en muchas partes del mundo y su impacto en los civiles.

"El terrorismo y el extremismo violento constituyen una amenaza global, que trascienden culturas y límites geográficos, y no pueden asociarse a religiones, nacionalidades o grupos étnicos", advirtió en el foro convocado por China, que preside este mes el Consejo de Seguridad.

Según el Secretario General de la ONU, particular atención merece el fenómeno de los llamados combatientes extranjeros, incluidos más de 30 mil que se unieron al Estado Islámico (EI) en Iraq y Siria.

Debemos centrarnos en implementar las resoluciones del Consejo 1373, 2178, 2199 y 2253, entre otras dirigidas a sancionar a los individuos y grupos terroristas, estimó.

El diplomático también respaldó las campañas para cortar el financiamiento de las organizaciones extremistas, las cuales obtienen recursos del contrabando de petróleo y gas, el secuestro, el tráfico ilícito de patrimonio cultural y las donaciones.

Según Ban, tampoco debe perderse de vista el uso de las redes sociales e Internet como instrumentos para el reclutamiento de jóvenes y la diseminación de los mensajes de odio.

En su intervención llamó a la cooperación internacional y al compromiso con los mecanismos vigentes para prevenir y combatir el flagelo.

Más de 60 oradores se inscribieron en el debate abierto sobre la amenaza representada por el terrorismo para la paz y la seguridad globales.