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luis videgaray 1 580x386“El pueblo de México no tiene por qué aceptar disposiciones que de manera unilateral un gobierno quiere imponer a otro”, informó el canciller mexicano, Luis Videgaray. Foto: Archivo.

México no aceptará nuevas disposiciones migratorias unilaterales de los Estados Unidos y no dudará en acudir a Naciones Unidas para defender los derechos humanos de los inmigrantes, expresó este miércoles el canciller Luis Videgaray.

Sus declaraciones ocurren antes de que los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Rex Tillerson y John Kelly, viajen a México para reunirse este jueves con el presidente Enrique Peña Nieto.

“En primer lugar quiero decir que esto será el tema fundamental que habremos de hablar y de discutir con los secretarios de gobierno de los Estados Unidos que visitan a partir de hoy nuestro país. Este es inevitablemente y por convicción el primer punto en la agenda”, afirmó Videgaray.

El gobierno de la nación norteña dijo el martes que planea considerar a casi todos los inmigrantes ilegales como sujetos a deportación. Asimismo buscará enviar a inmigrantes no mexicanos que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos de regreso a México donde esperan una resolución sobre su caso. Este plan dependerá de la colaboración con el Gobierno mexicano y no se implementará de inmediato.

Según confirmó la Casa Blanca el combate a la inmigración ilegal por parte del presidente Donald Trump será un tema en las reuniones en México.

“La manera más enfática que el Gobierno de México y el pueblo de México no tienen por qué aceptar disposiciones que de manera unilateral un gobierno quiere imponer a otro. Eso no lo vamos a aceptar”, agregó Videgaray.

Por su parte, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, dijo que las directrices eran hostiles e inaceptables.

Kelly también añadió más tarde en Ciudad de Guatemala, desde donde viajará a México, que la orden ejecutiva sobre migración del presidente Trump busca detener a inmigrantes ilegales y deportarlos a su país de origen.

La orden “enfatizó la misión de interceptar inmigrantes ilegales de muchos países en nuestras fronteras, tratarlos de manera humanitaria y regresarlos a sus países de origen tan rápido como sea posible”, informó Kelly en una conferencia de prensa tras reunirse con el presidente guatemalteco, Jimmy Morales.

En Estados Unidos viven millones de inmigrantes mexicanos y centroamericanos, la mayoría ilegales. Muchos de ellos envían a sus familiares remesas, que son una de las principales fuentes de divisas de sus países.