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Vladimir Putin 580x314El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que los aliados de EEUU en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han aprobado la agresión de ese país a Siria, pese a las violaciones de derecho internacional que existen alrededor de ese suceso.

El mandatario ruso subrayó que EE.UU. no ha presentado evidencias del ataque químico supuestamente perpetrado por el Ejército sirio, pero aun así, los miembros de la Alianza Atlántica han apoyado las acciones de la nación norteamericana.

¿Cómo reaccionaron los aliados de la OTAN? Todos asienten la cabeza sin analizar nada. ¿Dónde están las pruebas del ataque con armas químicas llevado a cabo por el Ejército sirio? No hay, pero sí existe una violación del derecho internacional. Este es un hecho evidente. Se atacó a un país soberano sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU, y a pesar de esta clara violación del derecho internacional, todos lo apoyan”, dijo Putin.

“Pisando sobre el mismo rastrillo”

“Lo mismo ocurrió en el 2003, cuando se utilizaron descabelladamente excusas ficticias para invadir Afganistán. El país estaba destruido, y por cierto, precisamente después de eso comenzó un rápido crecimiento de diferentes movimientos y organizaciones terroristas, y surgió el Estado Islámico. Todo el mundo lo sabe, pero nuevamente están pisando sobre el mismo rastrillo”, agregó.

La semana pasada, EE.UU. lanzó 59 misiles de crucero contra la base de Shayrat, situada en la provincia siria de Homs, en represalia a un ataque con armas químicas supuestamente perpetrado por Damasco contra la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, el cual dejó más de medio centenar de muertos, entre ellos numerosos niños, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El Gobierno sirio ha negado rotundamente el uso de materiales químicos o tóxicos en la localidad y responsabiliza del ataque a los grupos terroristas que operan en la zona.

Por su parte, Moscú hizo hincapié en que todos los precursores químicos existentes en Siria fueron retirados del país a mediados del 2014 con la propia cooperación de EE.UU., por lo que instó a Washington a investigar a fondo lo sucedido en Idlib y tildó de “prematuro” acusar a Damasco del ataque químico.