1medea benAunque al verla solo observas una menuda y pequeña señora, cuando conversas con Medea Benjamín aprecias la firmeza de su verbo y la defensa a ultranza que hace de sus convicciones pacifistas.

Partícipe de incontables momentos de protestas y marchas en Estados Unidos (EUA), su país natal. Esta perseverante mujer, que a sus 65 años refiere que desde joven a pesar de proceder de una familia de derecha, su espíritu siempre fue el de una fémina arriesgada e incansable luchadora por la paz y en contra de las injusticias sociales.

Escritora de ocho libros relacionados con la política de su país para con el Medio Oriente y activista fundadora del grupo pacifista feminista Code Pink (Código Rosado), lleva ya 15 años trabajando de conjunto a centenares de personas que integran ese movimiento.

Al conocerla durante el V Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, que se desarrolló en Guantánamo en mayo último, me surgió la inquietud de conocer más sobre la vida y pensamiento de Medea y la labor de la organización a la que pertenece.

Aunque demoró unos días, el trabajo solo vio la luz gracias a las bondades del correo electrónico, pues durante su estancia en el territorio guantanamero las actividades del evento no daban chance alguno.

Las barreras del idioma no estuvieron en esta ocasión, su español, algo fluido, permitió el intercambio electrónico.

¿Por qué código de color rosado?

“Primero hay que decir por qué un color: Durante el mandato de Bush hijo habían propuesto una serie de colores para determinar las amenazas terroristas, determinando, por ejemplo, que cuando la amenaza de terrorismo era alta el código a activar era el rojo o naranja, cuando no era tan fuerte entonces amarillo. Me refiero al año 2003 cuando iniciaba la guerra de Irak.

“Nosotros escogimos otro código, otro color –en este caso el rosado, relacionado también a que es un movimiento feminista-, para decir que un ataque no justifica una guerra, que habían otras formas de reaccionar, de juzgar a las personas que nos habían atacado, llevarlas a la justicia, pero no utilizar la guerra como justificación, sobre todo una guerra en contra de un país como Irak que no tenía nada que ver con el ataque del 11 de Septiembre“.

¿Cuál es la razón de ser del Code Pink?

“Lo creamos para evitar la ocupación en Irak, no tuvimos éxitos y ahora vemos los resultados de esta invasión que es tan terrible, no solo para esta región, sino para el mundo. De ahí que continuamos nuestra lucha para retirar las tropas y aviones de países del medio oriente, así como por no tener relaciones con dictaduras como Arabia Saudí, Egipto o Israel. Es mucho el trabajo que todavía hay que hacer”.

Pude ver en su perfil en redes sociales algunas fotos en marchas en los Estados Unidos que la muestran como una mujer muy arriesgada.

“De pequeña siempre fui muy osada. Me he metido en muchos problemas y ya son incontables las veces que ido a prisión por actividades del mismo movimiento; pero no me arrepiento. Lo haría nuevamente.

“En mi país hay mucho por lo que luchar y sobre todo ahora que tenemos a un gobernante como Donald Trump, si nos detenemos vamos a perder nuestras libertades, los logros que hemos alcanzado en cuanto a derechos civiles, de la mujer, etc. Eso está en peligro”.

¿Cuánto les ha costado a su familia y amigos entender lo que hace?

“En mi juventud mis padres siempre estuvieron en contra por la postura derechista y como me querían mucho tenían miedo que me pasara algo; como hija ni como persona me rechazaron, pero sí a mis ideas.

“Ya transcurre la segunda mitad de mi vida, muchos amigos han quedado atrás, a estas alturas uno va escogiendo bien, y ahora casi todos mis buenos amigos compartimos las mismas perspectivas.

“El gran reto que me queda es seguir convenciendo a los de mi familia que son de derecha sobre las ideas que defiendo, creo que eso es más difícil aún”.

Sus publicaciones están relacionadas con temáticas del Medio Oriente al igual que las principales protestas de Code Pink. Con lo sucedido en Siria de qué manera han reaccionado.

“Nos da mucha pena, hace seis años que la gente está sufriendo mucho en ese país, la guerra ha provocado la muerte y el desplazamiento desmedido de centenares de sirios, pero no es asunto de los Estados Unidos meterse en los problemas internos de los pueblos y muchos menos en sus guerras civiles. Ya tenemos la experiencia de la guerra de Vietnam.

“Ciertamente cuando Estados Unidos se mete, la cosa se pone tensa, tal es el caso de Irak, Afganistán o Libia donde derrocamos al gobierno de Gadafi y no ganamos nada con eso. Debemos mirar la historia primero y darnos cuenta que nosotros no tenemos la respuesta, ellos mismos la tienen.

“Ahora mismo son muy preocupantes los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudí que van mucho más allá del petróleo y eso traté de reflejarlo en mi último libro Kingdom of the Unjust. Behind The U.S.-Saudi Connection (Reino de Injusticia. Tras la conexión Estados Unidos-Arabia Saudí)”.

Hace unas semanas estuvo en Cuba participando en V Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras ¿considera necesario este tipo de encuentros?

“Mira, no es la primera vez que vengo a Cuba, y mucho menos a Guantánamo. Mi primera visita fue para realizar una marcha cerca de la ilegal base naval que tienen ustedes acá, de conjunto con un grupo de activistas por la paz integrado entre tantos, por un ex prisionero de este terrible sitio y una madre que perdió a su hijo en Irak.

“Realmente nos da mucha pena que nuestro país mantenga esta base militar y más cuando la utiliza como una prisión para torturar, estamos aquí sobre todo pidiendo disculpas, ya son más de 100 años de ocupación.

“Nos encontramos en un período muy peligroso con un nuevo presidente que no sabemos lo que va a hacer de un día para otro. Pero mucha gente dentro de los Estados Unidos apoyamos a los cubanos en su lucha por la eliminación de esta base y en contra del bloqueo impuesto a la isla.

“No sé si lo sabes, pero cuando se habla de Guantánamo no se piensa ni en la provincia, ni en la ciudad de Guantánamo, ni en su gente, se piensa solo en la prisión, y esa visión hay que cambiarla, de ahí lo necesario de este encuentro. El mensaje de paz realizado desde Guantánamo trataré de extenderlo”.

Con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ¿cree en el cierre de la base y el cese del bloqueo?

“Con respecto a la base no se va cerrar en los años venideros, y menos con el presidente Trump. Estas tensas relaciones, influyen también en lo relacionado al cese definitivo del bloqueo económico y financiero impuesto a la Isla.

“Ahora mismo tenemos dos partidos de guerra, una sociedad muy militarista por un lado, y por otro, a la gente ahora mismo lo que más le interesa son las labores domésticas, cuestiones relacionadas al racismo, la pobreza, y es más difícil que se enfoquen en cuestiones exteriores.

“Hay que apoyarse en la joven comunidad cubano-americana, que para nada es igual a los isleños que desde hace años residen en Estados Unidos con intenciones anexionistas. Estoy convencida que se debe ejercer más presión por parte del pueblo norteamericano y cubano. No se puede parar la lucha".

Comentarios   

0 #1 Leonel Escalona Furones 03-07-2017 13:38
Muy importante conocer a personas que desde dentro de los Esttados Unidos luchna contra la guerra en cualquier parte del mundo.
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