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Es viernes. Sergio Portuondo Garcés espera desde temprano frente al estanquillo de Correos de Cuba, que hoy ha demorado unos minutos en abrir.

 

Inquieto, el sexagenario quiere saber cuáles son las novedades que trae Venceremos, su periódico preferido en la prensa cubana, porque “cuenta la vida de los guantanameros”.

 

Junto a él, espera una larga fila de lectores que, sumados a los 11 mil suscriptores particulares de toda la provincia, recibirán en sus hogares la publicación. Dos mil 991 ejemplares, por otra parte, tendrán como destino escuelas, bibliotecas, instituciones.

 

Es viernes y el pliego en mano, deja ver el resultado de una cadena de construcción de noticias que, el próximo 25 de julio, celebra su aniversario 55…

 

Del pedal a la digitalización…

aniversario55 venceremos4El 5 de julio de 1985, el entonces Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Raúl Castro Ruz, inauguró la Unidad Gráfica Regino E. Boti, hecho que marcó la llegada de la modernidad y humanizó el trabajo. Foto: Archivo Venceremos

Habían pasado tres años desde el triunfo de enero de 1959 y el pueblo de Cuba, sumergido en la vorágine de la Revolución, protagonizaba cambios trascendentales que necesitaban ser explicados.

 

Para ello demandaba la clase obrera su propio órgano de prensa, encargado, además, de hacer frente a las publicaciones burguesas agresivas al proceso político, y denunciar las provocaciones provenientes de la ilegal Base Naval.

 

Con este objetivo nació, el 25 de julio de 1962, el periódico Venceremos; cuya tirada inicial fue de doscientos cincuenta ejemplares, compuestos a mano en una máquina de pedal en los talleres de la imprenta La Voz del Pueblo.

 

Más no fue hasta octubre de ese mismo año, tres meses después, que aparecería por segunda ocasión, esta vez producida en formato tabloide en la Imprenta Ricardo -en el actual edificio de Correos de Cuba- bajo el machón “Trabajando Venceremos.

 

Con este nombre circuló hasta 1967, cuando regresó al título inicial y quedó constituida, oficialmente, la primera plantilla de 22 trabajadores. Empíricos periodistas y corresponsales de todos los municipios se encargaban entonces de regalar al pueblo la pequeña gran historia de cada día, contada en forma de noticias.

 

Pronto la máquina de pedal 5 WOOH de impresión directa –responsable de la salida de los primeros números del periódico- dio paso a la Optima 43 y Chánder número 5, que permitieron introducir el color rojo. El primer linotipo, modelo 8, se sumó poco tiempo después a estos vetustos equipamientos, cambio tecnológico que posibilitó componer mecánicamente parte de los textos y mejoró las condiciones de la labor gráfica.

 

En 1972, fecha en la que Venceremos comenzó a ser diario, se unificaron los talleres tipográficos y el laboratorio de fotografía en Ahogados y Paseo. Para ese momento, había llegado la máquina rotoplana de impresión directa, con patente del año 1909, que adaptada por los obreros gráficos fue capaz de prensar en la misma tirada los dos colores de la publicación.

 

Pero fue el 5 de julio de 1985, veintitrés años después de su nacimiento, cuando Venceremos dispuso de una estructura de redacción, montaje e impresión especializados. Ese día, el entonces Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) Raúl Castro Ruz, inauguró la Unidad Gráfica Regino E. Boti, hecho que marcó la llegada de la modernidad y humanizó el trabajo.

 

Pasados cuatro años, la impresión se trasladó a los talleres de la Empresa Poligráfica Juan Marinello, en función de aprovechar la capacidad y calidad de la que disponían estas modernas maquinarias.

 

Ya en 1998, con la llegada de las primeras computadoras, el quehacer de los venceremistas se revolucionó. La informatización, a paso lento, pero seguro, trajo el inevitable adiós al olor a plomo derretido, para digitalizar los procesos de escritura y diseño.

 

Habían transitado 48 meses desde que, en enero de 1994, la crónica venceremista del día a día empezara a contarse en un tabloide de ocho páginas con frecuencia semanal.

 

aniversario55 venceremos3Reunel Gómez Ramírez: “Teníamos que trabajar de noche, corregir el periódico, tirar las fotos, imprimirlas (...) y hasta empaquetarlo”, detalla el hoy jubilado foto reportero. Fotos: Leonel Escalona Furones

Gajes del oficio

 

“Teníamos más entusiasmo que recursos técnicos y conocimientos; la dedicación sin límites y el romanticismo nos caracterizaban a todos”, relataba en una ocasional entrevista por el aniversario 34 del rotativo, Idilio Isaac Rodríguez, el segundo director (fallecido), quien comenzó en Trabajando Venceremos con 21 años de edad.

 

Y es que, en sus inicios, Venceremos no contaba con periodistas profesionales, sino avezados de la palabra devenidos reporteros y autodidactas trabajadores de los talleres, unidos por el amor a la publicación y los deseos de ofrecer un mejor producto cada día.

 

“Teníamos que trabajar de noche, corregir el periódico, tirar las fotos, imprimirlas, llevarlas a Santiago de Cuba para que hicieran los grabados y traerlos el jueves para que salieran en el periódico. Como si fuera poco el viernes había que ponerse a empaquetarlo”, detalla el fotorreportero Reunel Gómez Ramírez, quien se integró a Venceremos en 1968.

 

Puertas adentro de la redacción, el ruido de obsoletas máquinas de escribir, convertidas hoy en símbolo de la profesión, daban vida al trabajo; dilatado a veces por la inexperiencia y falta de conocimientos, que obligaban a los venceremistas a permanecer 12 horas diarias para cumplir con el proceso editorial.

 

“Teníamos que repartir el periódico y realizar las demás gestiones administrativas (…) auxiliados por una motocicleta como único transporte”, rememoró el fundador Eugenio Goyanes Rodríguez, en entrevista publicada en el semanario en 1997.

 

Con la superación paulatina de su fuerza de trabajo, periodistas y editores fueron alcanzando la calificación profesional según el cargo y para 1972, llega al colectivo el primer Licenciado en Periodismo: Pablo Soroa Fernández, pinareño de nacimiento pero guantanamero de profesión.

 

Venceremos en la lente

 

“Mediante procesos químicos en un laboratorio especializado –recuerda Leonel Escalona Furones, experimentado fotógrafo de prensa- se revelaban rollos de películas de 35 mm o 120 mm, y se imprimían las imágenes en papel, las cuales seguidamente se entregaban al taller, para en fotograbado llevarlas a zinc y conformar los grabados que finalmente se llevaban a la máquina rotativa impresora del periódico”.

 

Pero la evolución se impuso y las galeras de plomo producidas por los linotipos que constituían el texto del impreso, quedaron atrás. Y fueron sustituidas por planchas presensibilizadas en la que se incluía texto e imagen, sistema de impresión offset, vigente en la actualidad.

 

Reunel Gómez Ramírez, devenido fotógrafo tras años iniciales como formatista, rememora que fue Dante Miraglia, el primer fotógrafo, “quien enseñó el oficio con camaritas viejas. Entonces nada era digital”.

 

Las nuevas tecnologías, retoma Escalona “no solo impactaron positivamente en la fotografía, sino que trajeron consigo un permanente compromiso de superación a lo largo de los años, para adaptarse a la evolución del periodismo. Eso es algo que no me puede faltar”.

 

En la actualidad, cámaras digitales Nikon captan las incidentales que, acompañadas de noticias, reportajes, desenfoques, ilustran a los lectores.

aniversario55 periodico2A partir del año 2000 la editora tuvo su sitio en internet y con ello presencia en esta gran plataforma digital. Fotos: Leonel Escalona Furones

 

La pequeña gran historia de cada día

 

Como mismo avanza el mundo lo hace Venceremos, a su propio paso.

 

Hoy, un equipo de trece periodistas, en su mayoría jóvenes, se encarga de reflejar el acontecer de la provincia diariamente.

 

Si, diario, porque el pliego de la semana es tan solo una parte. En Internet, el sitio web www.venceremos.cu, se actualiza desde 2010 sin límites de horarios ni fechas de cierre. Lo que es noticia en Guantánamo, trasciende desde entonces el carácter local y proyecta los contenidos de la más oriental provincia cubana al ámbito internacional.

 

De la mano, va también el trabajo en las redes sociales, donde cada reportero tiene una cuenta, y una voz.

 

Facebook y Twitter son los principales escenarios a través de las cuentas institucionales Periódico Venceremos y @prensa_Gtmo, respectivamente, espacios donde la publicación está más cerca de los usuarios.

 

Paralelo al diario digital y su resumen semanal, se arma el suplemento Lomerío, dirigido a los habitantes del Plan Turquino, con salida mensual.

 

El contenido para cada una de estas plataformas se proyecta en colectivo; y proviene de los planteamientos de la población, la política informativa de la prensa nacional y por supuesto, aquellos captados por el oído, la vista y “el olfato” de los cronistas, que con los años terminan por volverse instintivos.

 

En historias de vida, comentarios, reportajes, informaciones, artículos, los reporteros intentan recoger el quehacer productivo, cultural, deportivo y social de la provincia. Figuras y hechos, a veces incógnitos, se convierten en públicos gracias a la labor informativa de los profesionales de la palabra impresa.

 

Es en las manos de los periodistas que el acontecimiento se vuelve noticia y queda para la posteridad. Para ayudar a contar, diseñadores y fotógrafos arman las páginas con fotos, textos, gráficos… y como dicen que muchos ojos ven más que unos pocos, minuciosas correctoras “capturan” y eliminan las erratas para que al lector llegue un producto de máxima calidad.

 

Luego la magia tecnológica de la Internet permite que como mismo se envía un correo electrónico, las páginas de Venceremos, una a una, “vuelen” hasta la Empresa Gráfica General José Miró Argenter, de la provincia de Holguín, donde tanta idea, trabajo y creación se convierte en ocho páginas como las conoce el lector.

aniversario55 periodicoPara los 44 trabajadores de Venceremos es prioridad entregar al lector un producto de máxima calidad. Fotos: Leonel Escalona Furones

Acercarse a la gente, he ahí la cuestión…

 

Si me preguntaran qué es lo más urgente, qué tiene Venceremos por hacer con la premura del náufrago, diría que acercarse a su público, parecerse a la gente a la que va dirigido. Eso es difícil, lo tengo claro, por cuanto los diferentes públicos tienen diversas edades, gustos, preferencias y necesidades informativas. Pero no imposible.

 

En Teoría de la Comunicación, le llaman “acercar la agenda pública a la mediática”. En la calle, que es donde de verdad importa, es tan sencillo como tener el oído presto a escuchar al pueblo, y reflejarlo.

 

Pero no faltan barreras. Si se habla del mundo digital, por ejemplo, este va a una velocidad inalcanzable para nuestras obsoletas computadoras; y nos impide un mejor despliegue en el escenario 2.0. Mientras, cuando la cuestión es de calidad, cantidad y disponibilidad de los datos, los reporteros del periódico sortean obstáculos para verificar, construir y publicar la información.

 

De ahí que comentarios como el de Francisco Rodríguez resultan familiares a quienes trabajan en la redacción: “aunque en los últimos tiempos he leído trabajos cuestionadores sobre problemas de la sociedad, creo que deben seguir tratando las dificultades que le aquejan al pueblo, y cuestionar a los verdaderos responsables de los problemas del mal funcionamiento de los servicios”.

 

Otro gran reto supone insertarse en el consumo cultural de la juventud. Muchos de los entrevistados, coinciden, no se sienten atraídos por el periódico, salvo contadas secciones como Contigo e Instantáneas. Eduviges Frómeta dice tener la respuesta: “es que hay temas sonando en la calle que no los ponen en el periódico”

 

“Los lectores están necesitados de información –refrenda el fotógrafo Leonel Escalona- y como prensa nos toca acercarnos más a las problemáticas de la gente y satisfacer sus necesidades cognoscitivas.”

 

No obstante, son muchos los que esperan la llegada del semanario. “Leo el periódico porque me entero de lo que pasa en Guantánamo –reafirma Sergio Portuondo- me gusta hacerlo con calma porque disfruto de la lectura. A veces cuando son temas históricos los guardo para mis nietas”.

 

Ellos, también participan en la construcción de los contenidos a través de cartas, llamadas telefónicas, opiniones y comentarios en el sitio web y redes sociales, atendidos con esmero por los profesionales del medio. El periódico de hoy no tiene más opción que ser interactivo, analítico, enérgico. Para sus 44 trabajadores, es ese el motor impulsor.

 

¿Cómo y dónde se imprime Venceremos?

 

Una pequeña sala de computadoras, nombrado Departamento de Digitalización ubicado en la Empresa Gráfica General José Miró Argenter de la provincia de Holguín, recibe por vía electrónica las páginas del periódico en formato PDF.

 

Utilizando el sistema de impresión offset, del cual se valen todas las imprentas del país, las páginas enviadas se llevan a láminas transparentes conocidas como fotolitos y en este formato se revisan minuciosamente para que todo, diseño, dimensiones, líneas y colores, queden en su justa medida.

 

Rectificada cualquier irregularidad, los fotolitos, con los caracteres invertidos, se montan en una plancha de aluminio especial con una superficie que reacciona ante la luz, metal que tras ser sometido en una máquina a un proceso de insolación, se apropia de los caracteres presentes en el fotolito (textos, fotos, logotipos, colores) los cuales aparecen tras un proceso de revelado al que sigue lavado, retoque y secado.

 

Las planchas se convierten así en las páginas que montadas en la rotativa y una vez entintadas, imprimen en el papel el periódico que llega a nuestras manos.

 

Se dice que Venceremos, con una impresión de 33 mil 200 ejemplares, apenas tarda una hora en imprimirse desde que el gestor de calidad, habiendo evaluado los parámetros del primer ejemplar, autoriza a continuar con el proceso.

 

Seguido expedición se responsabiliza del embargue y cargue en los paneles que trasladan por la madrugada la prensa desde la gráfica de Holguín hasta la ciudad de Santiago de Cuba y Guantánamo.