Las lluvias favorecieron las fuentes de abasto de agua en Niceto Pérez y el acceso de los animales a ellas.
Aunque distante aún de obtener volúmenes de leche que permitan aproximarse a la demanda, la Empresa pecuaria Iván Rodríguez, del municipio de Niceto Pérez, trabaja para acercarse lo más posible a tan anhelado propósito.
Directivos y trabajadores redoblaron esfuerzos y perfeccionaron estrategias para sobreponerse a la intensa sequía que azotaba al territorio.
Por suerte las lluvias reportadas en el segundo semestre del año mitigaron los efectos del fenómeno climatológico y crearon condiciones favorables para erradicar el atraso y cumplir la producción de leche y carne.
Del primero de los surtidos, con precios exorbitantes en el mercado internacional, la Iván Rodríguez obtuvo tres millones 353 mil litros, unos 900 mil por encima de los dos millones 300 mil planificados para el año, la mayoría con calidad de primera.
“Ese volumen permitió entregar casi un millón de litros por encima de los dos millones 86 mil contratados con la Industria de Productos Lácteos, cuyos planes nuestra empresa incumplía hacía más de 10 años”, subrayó Jorge Luis Mendoza Viñales, director general de la Iván Rodríguez.
El dirigente aseguró que además sobrepasaron en 34 toneladas la carne contratada, en lo que influyó el favorable peso promedio de los animales.
Las lluvias dieron el pie
Las áreas de la Iván Rodríguez parecen otras, las lluvias cambiaron la imagen desoladora provocada por la sequía, causante históricamente de grandes estragos en su masa ganadera.
“Las fuentes de abasto (tranques, lagunas artificiales y naturales, arroyos y ríos)…, colapsadas, comenzaron a recuperarse desde finales de 2017 y hoy disponen de volúmenes que posibilitan mayor consumo por los animales y, consecuentemente, mejor comportamiento productivo”, explicó Mendoza Viñales.
“No obstante, alistamos cinco pipas con motores que les permiten autollenarse en diferentes fuentes de abasto”, precisó.
En una de las extensas áreas de la granja Limones diariamente se cortan mecánicamente numerosas toneladas de pastos para los terneros.
Comentó, además, que el año pasado se instalaron 10 bombas en pozos profundos, energizadas con paneles fotovoltaicos, y en el presente se ampliará el uso de esa tecnología al sector cooperativo, donde se montarán también molinos de viento, acciones que contribuirán al mejor manejo y sostenibilidad de la masa ganadera.
De acuerdo con Mendoza Viñales, la empresa promedió 4.6 litros por vaca, aunque los animales con que cuenta son en su mayoría de razas Siboney y Taíno que pueden aportar mucho más con mejores condiciones de alimentación y manejo.
Aunque todas las UEB disponen de alimento para los animales, la Granja Limones fue la única que cumplió los planes de siembra el año pasado, por lo que las restantes deben aprovechar la disponibilidad de agua para plantar sus áreas.
“Las lluvias fueron estables desde octubre de 2017 hasta enero de 2018 y favorecieron más de 60 hectáreas de pastos y forrajes”, explicó José Tito Wilson, director de la referida unidad.
A pesar de ello llamó a incrementar la siembra y no conformarse, pues en época de frío los pastos crecen menos que en primavera.
Finalmente aseguró que en enero la granja cumplió los planes de leche y carne, sin que se registraran muertes de animales.
En la UEB número 5 Santa María, su director Geanne Lagos Preval explicó que a inicios de 2017 enfrentaron una etapa muy dura, ya que la sequía por poco provoca el colapso de la granja, teniéndose que evacuar a sitios con comida y agua casi toda la masa.
“Ni siquiera teníamos agua para darles de beber a los animales. El río Guantánamo, única fuente de abasto, llevaba seco alrededor de siete años y debíamos trasladar el líquido en pipas para más de dos mil animales, algo imposible de sostener”, apuntó.
“Con las lluvias la situación mejoró al punto que al cierre de año la leche producida superaba en 92 mil litros los 287 mil 100 planificados y también era mayor la cantidad de hembras en reproducción y los nacimientos, mientras disminuyeron las muertes.
La siembra de áreas forrajeras con plantas proteicas como la caña, el king grass y otras variedades, garantiza alimento para los animales en tiempo de seca.
Sostén de la producción
De vuelta a la conversación, el director general de la empresa afirmó que desde 2016 se trabajó en tres direcciones estratégicas para rescatar los indicadores productivos y lograr sostenibilidad en el manejo de los animales.
Mencionó en primer lugar el fomento y producción de alimento con altos valores nutritivos. “Fabricamos más de 700 toneladas de pienso criollo, sembramos más de 56 hectáreas de plantas proteicas (moringa, titonea y morera) y 334 de pastos y forrajes.
Aunque lo logrado está por debajo de lo que se necesita, esas acciones –de acuerdo con Mendoza Viñales- ofrecen mayor garantía para enfrentar la actual campaña seca, atípica este año por la cantidad de comida existente ahora en los potreros como consecuencia de las lluvias de los meses finales de 2017 y enero último.
Especial relevancia concedió al trabajo genético, fundamentalmente la inseminación artificial, tras incorporar a la reproducción unas 14 mil 755 hembras (el 108.1 por ciento de lo previsto), lograr 866 nacimientos por encima de los tres mil 491 planificados y reducir en casi 600 las muertes.
Sobre el particular, significó el hecho de contar con más del 51 por ciento de las hembras gestadas, lo que permitirá incrementar la producción de leche después del primer semestre del año.
Como tercera prioridad se refirió a la atención al hombre y entre las mejoras en tal sentido refirió incrementos salariales logrados con la introducción de nuevas tecnologías, como la inseminación artificial, y la prestación de otros servicios, que permiten mayores ingresos a la empresa.
Al respecto apuntó también la instalación de 25 termos de refrigeración en los que se acopian cerca de 12 mil litros de leche diarios. Esos puntos garantizan mayor calidad del alimento, humanizan el trabajo y contribuyen al control de la producción y la contratación, aunque se requiere mayor organización en ellos.
El colectivo de la UEB número 2, dedicado a la cría de búfalos, cumple sus planes de producción de leche y carne. Retos
Los resultados de 2017 imponen a la Iván Rodríguez metas superiores en el 2018 (tres millones 200 mil litros de leche con destino a la industria y mil 245 toneladas de carne), para así aproximarse paulatinamente a las mayores producciones de la empresa.
De acuerdo con el director general la meta trazada implica mayor esfuerzo y dedicación de los colectivos obreros.
“Felizmente –adelantó- en área de la empresa se construirá en 2018 la Estación Experimental de Pastos y Forrajes de la provincia, que propiciará avanzar en la cantidad y calidad de los alimentos para las reses.
Asimismo comentó que se anexará a la empresa la UEB de Ciro Frías, en el municipio de Manuel Tames, con la intención de incorporar cinco mil cabezas de la ceba y así evitar progresivamente el trasiego desde Camagüey del 60 por ciento de los animales que sacrifica la industria cárnica.
El director general de la Iván Rodríguez informó también que el programa inversionista prevé el montaje este año del sistema de ordeño mecanizado y la cría artificial en 12 unidades, con impacto en la producción de leche.
Tras enumerar otras acciones que revolucionarán a la empresa (aporta el 57.3 por ciento de la leche y 40.1 de la carne destinadas a la industria en la provincia), el directivo aseguró que se vislumbra un próspero año 2018 para la ganadería mayor guantanamera, amparado en el aprovechamiento de las lluvias.