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cambio climáticoLa situación de la disponibilidad y entrega de agua se complejizará, como efecto del cambio climático, el cual incrementará la temperatura del aire de 1,5 a dos grados Celsius, declaró en Guantánamo un renombrado experto en la rama hidráulica.

Esa irregularidad aumentará las pérdidas por evaporación, disminuirá las precipitaciones y la duración de la etapa lluviosa (mayo-noviembre), subrayó Leopoldo Gallardo Quiñones, exdirector del Centro Integrado de Tecnologías del Agua (CITA) y especialista en Manejo de Redes Hidráulicas del Grupo Empresarial de Acueductos y Alcantarillado (GEAL)

Gallardo Quiñones precisó que el balance de los recursos hidráulicos superficiales de la ínsula caribeña, indica de forma general “disminución marcada y progresiva de las precipitaciones, con estimados de alrededor del 10 por ciento, para 2050”.

También opinó que ese fenómeno aumentará la frecuencia de lluvias intensas, la erosión y la contaminación de las áreas costeras.

Aclaró que las contingencias climáticas representan un desafío para los gestores de recursos hídricos y obligará a implementar metodologías e instrumental para su evaluación; desarrollar investigaciones e introducir tecnologías que garanticen la adaptación a dichos cambios, y a mejorar el planeamiento hidráulico.

Exigirá además eficiencia en el uso del agua, sobre todo en la actividad agrícola (particularmente en el riego), la cual seguida del abastecimiento a los acueductos consumen, como promedio, más de las tres cuartas partes de ese recurso en Cuba, sentenció.

Especificó que en el país existen dos mil 650 sistemas de acueductos, de los cuales dos mil 641 son operados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).

Precisó que esa red abarca alrededor de 23 mil kilómetros (km) de tuberías, 71 plantas potabilizadoras, casi dos mil 700 estaciones de bombeo, y dos mil 266 instalaciones de cloración, de las cuales 154 utilizan el cloro gas y más de dos mil hipoclorito de sodio.

El entrevistado indicó que existen más de un millar de estaciones de bombeo adscritas a otros organismos de la Administración Central del Estado, y que una infraestructura tan extensa requiere del ahorro residencial, del control de los grandes consumidores del líquido y la eliminación de salideros, entre otras prioridades.

Es propósito del INRH mejorar la calidad del agua, degradada, entre otros factores, “porque la mayoría de las redes hidrográficas constituyen cuerpos receptores de residuales crudos o parcialmente tratados”.

Influyen negativamente además en sus cualidades, aseveró, el caudal y carga contaminante que ingresa a las aguas terrestres y comprometen su capacidad de autodepuración, mientras en las fuentes subterráneas se incrementan los niveles de sales solubles, por intrusión marina, o por inadecuados regímenes de explotación.

El reconocido especialista reflexionó que, teniendo en cuenta la vulnerabilidad y escasez progresiva del componente más predominante en la superficie terrestre, el INRH lleva a cabo desde hace varios años el mejoramiento de las áreas de protección de las tres mil 112 fuentes de abasto de agua potable de la ínsula caribeña.

Especificó que en 2014 solo 952 eran beneficiarias de ese programa, pero el número fue en ascenso y al cierre de 2018 crecerá a 2 952, preámbulo para cerrar en 2019 totalmente el ciclo con las 160 previstas para protegerse ese año.