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 Desde que atraviesas el portón de la cerca perimetral en la Escuela Especial 14 de Junio, ubicada en el Consejo Popular Reparto Obrero, del municipio Guantánamo, se percibe que ese no es un centro educacional como los otros.

Vasta edificación bien ventilada, rodeada de naturaleza, con un parquecito infantil, parcelas sembradas, zona de juegos y educación física, la instalación ofrece desde hace más de treinta años, todo lo que necesita un niño para crecer sano y feliz.

Una obra de amor acompaña los beneficios estructurales: es el cariño y esmero de maestros, personal de apoyo y directivos que allí laboran, para asegurar la preparación de los infantes que presentan alteraciones en el área sensorial (auditiva y visual), contribuyendo a su inserción en la sociedad.

Dicho deseo lo comparten los maestros de la pionera Annelis Mestre Elías, niña con discapacidad auditiva que llegó a la escuela desde los tres años en el salón de edad temprana, y se le realizó un implante coclear a los cuatro, y de quien se espera, pueda continuar sus estudios en otras enseñanzas. foto 1Annelis guiada por la profesora Ilda, realiza un ejercicio para perfeccionar la pronunciación.

Entonces, según cuenta Ilda Castillo Chivás, profesora de Educación y Habilidades Comunicativas, comenzaron las labores por etapa: rehabilitación, para desarrollar un lenguaje más completo; instauración, con el fin de implantar todos los sonidos del habla, y la automatización, con el objetivo de perfeccionar el lenguaje.

Todas estas técnicas se evidencian hoy en la incorporación de la alumna a un aula de quinto grado con niños con discapacidades en la visión, pero oyentes, donde progresa en la lectura labiofacial.

Cosechando esperanza

Tienen las puertas abiertas en la 14 de Junio, infantes pequeños hasta pioneros que cursan el sexto grado, con algunos de las patologías (ceguera, baja visión, sordera, hipoacusia, además de estrabismo y ambliopía) que se atienden en la institución.

En el salón de edad temprana, que funciona con las características de un círculo infantil y acoge a los pequeños desde un año de nacidos, comienzan a dar los primeros pasos niños y familia.

“A los que ingresan desde chiquitos se les enseña algunas habilidades para que se desenvuelvan en su entorno, lo cual los prepara mejor antes de comenzar la primaria en el propio centro”, nos explica Doris Lozano Arencibia, psicopedagoga de la escuela.

Y según nos va contando, nos percatamos que no existe tarea imposible -aunque sea difícil- para este colectivo derrochador de cariño. “A los infantes ciegos, por ejemplo, se les inculca cómo orientarse y moverse con el bastón y se le estimula el uso y aprovechamiento del tacto, la audición, el gusto y el olfato. Ellos poco a poco, van diferenciando las texturas, los sonidos, los sabores, los olores…”, cuenta esta especialista con nueve años de experiencia en el centro.

foto 2Doris Lozano Arencibia tiene nueve años de experiencia como psicopedagoga de la escuela.

En tanto, la familia también forma parte del trabajo educativo e instructivo, pues desde que sus hijos ingresan a la institución reciben consultas de orientación los últimos miércoles de cada mes, para que puedan educar a los retoños correctamente.

“Aquí le hacemos entender que no es bueno sobreprotegerlos, al contrario, hay que ayudarlos para que sean independientes y a que se abran paso en la sociedad por sus propios esfuerzos”, comenta Lozano Arencibia.

Por ello cuando los pioneros alcanzan el quinto y sexto grados se insertan en el aula de economía doméstica, donde se les enseña (sobre todo a los ciegos y de baja visión) a preparar jugo o café, tender la cama, poner la mesa, tejer, bordar, entre otras actividades.

foto 3Entre los servicios médicos que se brindan en la institución educativa está la atención estomatológica.

Mientras, la atención de la salud de los alumnos es primordial. Cada 15 días acuden al centro varios especialistas, que evalúan los avances en las patologías y orientan a los padres cómo pueden ayudar con el tratamiento. La institución cuenta también con servicios estomatológico, oftalmológico y de enfermería.

infografia

“Mantener una escuela bonita y organizada donde se trate con cariño, respeto y sensibilidad a sus alumnos es el motor impulsor de los maestros desde el primer día”, manifiesta Dagmaris Bosch Soler, Doctora en Ciencias Pedagógicas y directora de la escuela desde su fundación. Tal como lo dijera José Martí: “Tienen el hábito de la benevolencia, aman a los que enseñan, se complacen hablando de ellos (…)”