Ultiman detalles en reparación del central Argeo Martínez con vista a la zafra 2018-2019 con fecha de inicio para el 2 de noviembre.
Colosal esfuerzo realizan los azucareros guantanameros para alistar el central Argeo Martínez, único de la provincia de Guantánamo que participa en la zafra, y cumplir el plan de producción de azúcar, y así borrar dos años de incumplimiento, en gran medida por el deterioro de las condiciones climatológicas.
Las reparaciones iniciaron el primero de julio y debieron terminar el 2 de octubre, sin embargo, demoras en el arribo de algunos recursos al ingenio impidieron cumplir con el cronograma previsto.
No obstante, Eduanys Tusón García, jefe de mantenimiento del central, aseguró que la mayoría de las áreas están casi listas, excepto la del basculador-molino, donde se concentran los mayores atrasos.
“Aquí se extendieron las jornadas hasta 12 horas en dos turnos de trabajo y dos brigadas aprovechan, con eficiencia, el tiempo y la única grúa disponible para mover los pesados equipos”, apuntó Joaquín González Caballero, su jefe.
Explicó que las reparaciones en el basculador debieron terminar el 30 de septiembre, pero fue imposible porque no habían recibido 94 metros de cadena para las esteras y cable de acero para halar las que elevan la caña a los molinos.
Los atrasos de las reparaciones del basculador se deben a la demora de 94 metros de cadena para las esteras y cable de acero para halar las que elevan la caña a los molinos.
En estos últimos, al mismo tiempo, se moderniza el tren de engrane, que junto a la instalación de un nuevo generador de tres megawatt de potencia en la planta eléctrica, son las dos inversiones que se acometen en el central.
Otras áreas mostraban una situación diferente el primero de octubre (día de la visita periodística al ingenio). En las calderas, por ejemplo, encargadas de suministrar vapor al ingenio, corregían los últimos detalles.
“Tuvimos que construir bases de ventiladores, reparar conductores, canales y cuanto fue necesario para evitar futuras paralizaciones en medio de la zafra”, comentó el pailero Carlos Velázquez Frómeta.
“Aquí también hubo demora en el suministro de arena, pero en cuanto la suministraron redoblamos esfuerzos y nos pusimos al día”, dijo el oxicortador Roberto Asín Rojas, mientras Pedro Merencio Suárez, soldador, afirmó que si se garantiza suficiente caña y no llueve, cumplirán el plan sin dificultad porque las tareas acometidas han sido de calidad.
Tusón García aclaró que el atraso en la llegada de los recursos al central no es responsabilidad de la Empresa Azucarera de Guantánamo, que realizó desde el año pasado, como está establecido, la demanda y contratación de aquellos según el financiamiento planificado en su presupuesto.
“Joaquín González Caballero, jefe del área del basculador-molinos, aseguró que extendieron las jornadas de trabajo para recuperar el atraso y terminar antes del 15 de octubre.
A pesar de las dificultades relacionadas, aseguró que las reparaciones e inversiones actuales contribuirán a poner fin a las constantes roturas en el basculador y los molinos, principal causa del tiempo perdido en la anterior campaña, aumentar la generación eléctrica a 6.2 megawatt e incrementar la capacidad productiva del Argeo Martínez.
Informó además que para evaluar la efectividad de las reparaciones y corregir posibles fallas antes de iniciar la zafra, se realizarían ejercicios en seco con los requerimientos técnicos establecidos, así como la prueba general, el 23 de octubre.
El actual jefe de mantenimiento, quien asumirá próximamente la dirección del ingenio, comentó que el país ha ejecutado en el central 13 inversiones ascendentes a unos 20 millones de pesos en los últimos cinco años, para elevar el rendimiento industrial, así como la capacidad de molida de dos mil 415 a tres mil 100 toneladas diarias.
“Por ello –remarcó- le toca al colectivo corresponder a ese esfuerzo, con molidas altas y eficientes, logrables si se aprovecha al máximo cada una de las 160 jornadas, todas decisivas, durante las cuales transcurrirá la zafra hasta el 12 de abril de 2019”.
En las calderas, encargadas de suministrar vapor al ingenio, las acciones de reparación marchaban sin dificultad.
La zafra también se decide en los campos
La maquinaria agrícola y el transporte son decisivos en el cumplimiento de la próxima contienda. De su estado depende el corte, alza y tiro de la materia prima desde el campo hasta el basculador.
Las constantes roturas de alzadoras y combinadas, junto a la lluvia, también gravitaron sobre el cumplimiento del plan de azúcar en la pasada campaña. Este año se suma a ese riesgo el deplorable estado de los caminos cañeros, declaró a la ACN la ingeniera Violeta Mesa Cantillo, directora de la Empresa Azucarera de Guantánamo.
“Por esa razón, hemos ido al detalle en la reparación de los equipos y aunque faltan recursos y piezas de repuesto contratados por llegar, el avance es notable”, declaró Nioby Iznaga Jarrosay, especialista de cosecha en la Dirección Unidad Empresarial de Base (UEB) de Atención a Productores.
“Hasta el 15 de octubre debemos dejar lista toda la maquinaria para participar en el ejercicio del 16, luego restaría subsanar los posibles fallos hasta el inicio de los cortes”, comentó.
“Por lo pronto –detalló- se repararon ocho de las 11 combinadas KTP y dos modernas CCA cinco mil, que resultaron muy productivas en los dos últimas cosechas. También se alistaron 10 de las 16 alzadoras tradicionales”.
“Al pelotón de alzadoras se sumaron tres chinas nuevas que participaron en la zafra del año anterior, también con altos rendimientos. Y debe incorporarse igual cantidad en el transcurso de la contienda”, informó.
Los operadores de combinadas Tony Verdecia Matos y Conrado Rodríguez Daisson, aseguraran que las modernas máquinas CCA triplican los rendimientos de las KTP.
Al decir del especialista los equipos que faltan (cinco combinadas: tres KTP y dos CCA, y ocho alzadoras: seis tradicionales y dos BMH) se repararán en cuanto lleguen las partes y piezas pendientes, las cuales están bien localizadas, aunque para ello deban alargarse las jornadas laborales.
En uno de los talleres de la referida UEB, donde se acometen las reparaciones, Tony Verdecia Matos y Conrado Rodríguez Daisson, operadores de combinadas CCA, aseguraron estar casi listos para entrar en “combate”.
El primero subrayó que una de esas máquinas corta sobre 350 toneladas de caña en un turno de ocho horas y 700 cuando la jornada se duplica, pero en ocasiones han derribado hasta 900. “Hay que afincarse, pero al final recibes la recompensa: hasta tres mil pesos en una quincena”.
Por su parte, Conrado manifiesta que las confortables combinadas triplican el rendimiento de las KTP, pero cuando faltan vehículos para llenar, como sucedió en la zafra pasada, el salario se va al piso.
Las cuestiones aún por resolver no amilanan a los agroindustriales guantanameros, cuyo compromiso es prepararse bien para llevar al ingenio las más de 374 mil toneladas de caña existentes en los campos, moler con calidad y eficiencia y cumplir el plan de producción de azúcar para ingresar parte de la divisa que necesita el país para seguir desarrollándose.