Imprimir

No hay mal que por bien no venga, propone, optimistamente, el viejo dicho.

Y ello se hace objetivo en la provincia, en cuanto a su experiencia de recuperación de las afectaciones por los huracanes, en particular el Matthew a finales de 2016, sobre todo para el déficit del fondo habitacional del territorio.

Acometer el recobro de las decenas de miles de viviendas dañadas en la mitad de los municipios guantanameros, por aquel tristemente célebre torbellino, nombrado con reminiscencias bíblicas, le permitió a Guantánamo ser antesala y transmisor de experiencias para el país en varios aspectos de la nueva Política de la Vivienda en Cuba.

La aludida Política, presentada a la Asamblea Nacional del Poder Popular a fines del pasado año, tiene el propósito de recuperar el fondo habitacional en el territorio nacional en 10 años. Guantánamo podría hacerlo en cinco años en los referidos municipios cuyas casas fueron más descompuestas por recientes huracanes: Baracoa, Maisí, Imías, San Antonio del Sur, Manuel Tames y Yateras.

Conjugar la recuperación con la Política

La conjugación de la recuperación con la estrategia aprobada para el país es lo que permite la proyección de Guantánamo en este tema de particular importancia social, explica para los lectores de Venceremos Carlos Raúl Martínez Turro, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (Cap).

Para el territorio guantanamero se traduce concretamente en construir 40 mil 329 viviendas en la década que se inicia en el corriente año 2019, y terminar la recuperación en las mencionadas localidades afectadas por el meteoro en el lustro que concluye en 2022. Significa que ya se proyecta en los 10 municipios construir tres veces más viviendas que lo hecho hasta ahora.

El 70 por ciento de la realización de estas edificaciones residenciales se concibe por esfuerzo propio de sus moradores, con soluciones financieras a través de subsidios, créditos y en efectivo, y el resto por el plan estatal.

Ejemplo de la concepción en la estructura de este esfuerzo constructivo es que este año deben terminarse dos mil 225 viviendas, de las cuales el plan estatal incluye 775, los subsidios son 750 para terminar células básicas habitacionales y 700 de esfuerzo propio, que incluyen créditos y módulos de montaña en localidades en recuperación ciclónica.

Una pauta la da el sobrecumplimiento del 2018. En el más reciente año se concluyeron dos mil 125 casas, de las mil 540 planificadas. Las 485 hechas por el estado, con varios organismos constructores, superaron el plan de 468. El esfuerzo propio aportó mil siete, 927 de ellas de derrumbes totales en municipios afectados. Las 528 células básicas duplican las logradas en 2017.

Por eso, sí se puede cumplir el propósito de la Política en Guantánamo, aún manteniéndose las actuales limitaciones de suministros de recursos, que no son despreciables, aprecia Martínez Matos.

vivienda programa guantanamoLa producción de materiales de la construcción en las localidades guantanameras acumula aportes para el avance de la Política de la Vivienda, como viguetas y plaquetas para techos.

Construyendo con todos y desarrollando la industria local de materiales de la construcción

Los áridos son una de las limitantes actuales, incidente en lograr un mayor avance, tanto en terminaciones como en inicios y continuidad de las inversiones en viviendas. Faltan cemento y acero suficiente, decisivos para cimentaciones y cerramentos.

Por otra parte, la industria de materiales de la construcción en la provincia apenas hace el 57 por ciento de la demanda, y sus planes no satisfacen, por supuesto, las necesidades del total de las inversiones, no ya de las viviendas.

También por esas dificultades debe incrementarse la producción local de materiales de construcción, surgida para el país y establecida precisamente aquí, a nivel municipal, e incluso de Consejos Populares, a raíz de la necesidad de recuperación de Matthew, y el movimiento Construyendo con Todos, o más organismos edificando.

Esas industrias ya producen elementos de vivienda en las localidades guantanameras, incluyendo a El Salvador y Caimanera que lo lograron recientemente, sólo restringidas por los mencionados materiales deficitarios, excepto en Niceto Pérez, que carece de infraestructura para ello, particulariza Martínez Turro.

Ya hay 45 Consejos Populares, la mayoría en los municipios afectados, que producen al menos elementos de pared (bloques), y en 21 de ellos condiciones para completar los de una vivienda diaria: pared, techo, piso, mesetas con hueco y sin él, lavaderos, persianas y tanques.

En Baracoa hay 13 minindustrias de ese tipo, y en Maisí, ocho, contribuyendo al plan de ejecución de casas, pese a diversas dificultades en su explotación, como falta de materia prima en algunas.

Los fundamentales componentes hidráulicos, eléctricos y sanitarios de plástico los suple la industria de este material situada en la cabecera provincial y otras soluciones. Puertas de madera también se elaboran en cada término, excepto en Niceto Pérez y El Salvador.

Involucrar a más personas y entidades en la edificación de estos inmuebles es otro componente de la Política que se empieza a consolidar. Se incrementa en todos los municipios, con menos avance en Caimanera.

Sin embargo, sólo en Baracoa, con práctica estable de este principio, 32 organismos contribuyeron al sobrecumplimiento del plan local y de la provincia el año pasado. Se inician experiencias de ello en El Salvador y Guantánamo.

Los subsidios: adelanto, pero poco

Para las viviendas hay más dinero que recursos materiales, admite el vicepresidente del Cap.

Ilustra que desde 2012 hasta el presente se han destinado a los subsidios 257 millones de pesos de los que se han ejecutado 146 millones. Sólo en 2017, para la recuperación del Mathew se pusieron 117 millones. En Baracoa y Maisí, los más impactados, la ejecución de estos subsidios va por el 20 por ciento.

De ahí la contribución de la antes señalada industria local de materiales o minindustrias, como se les llama. Aunque ellas no suplan todos los recursos, aportaron para la terminación de tres mil 660 subsidios de los ocho mil 422 aprobados. Es sólo el 43 por ciento, poco para las urgentes necesidades, y el resto está en ejecución.

También a tono con la proyección habría que consumar más células básicas habitacionales. Se han terminado apenas mil 434 de las tres mil 886 otorgadas. Pendientes de ejecutar o en ejecución paralizadas hay dos mil 452. En conexión con las mismas dificultades, sólo por la falta de los famosos áridos, hasta febrero último se contabilizan 800 subsidios paralizados.  

vivienda programa guantanamo2En las industrias locales de materiales de la construcción se confecciones también bloques

Consultas más ágiles para la documentación

Para avanzar en el cumplimiento de la Política debe ganarse en agilidad en las consultas y la documentación de las inversiones en general, con ocho organismos implicados, aprecia Martínez Turro.

Pesan subjetividades. El año pasado 81 de los 803 objetos de inversión inscritos, 74 de ellas del programa de viviendas, no tenían completa su documentación, por demoras en la ejecución de los proyectos y respuestas de los organismos de consulta, según analizó críticamente la más reciente sesión de la Asamblea provincial del Poder Popular.

Avance hay en que ya se crearon las comisiones de compatibilización en todos los municipios. Se trabaja para que quede lista el correspondiente protocolo de las obras de este año y el venidero. Sin embargo, todavía en este se iniciaron 316 viviendas sin tal componente, que debe estar dos años antes para evitar atrasos.

Pero sí se puede

Tratados hasta aquí algunos aspectos esenciales de la situación, con sus dificultades, las experiencias y resultados de la provincia en la recuperación han demostrado la viabilidad de enfrentar con éxito el programa, para la solución de este problema sensible y priorizado por el gobierno.

Lo demanda la propia situación del fondo habitacional. El estado constructivo de las 163 mil 123 casas registradas en el territorio guantanamero, según el reciente informe de balance del último año de la Vivienda en la provincia, indica que 34 mil 480 (21 por ciento) se califica de malo, 45 mil 37 (28 por ciento) de regular, y las restantes 83 mil 606 de bueno.

El déficit habitacional y la dinámica de realidad, en el caso local favorablemente impactada por la recuperación, pueden hacer fútiles las estadísticas para muchos. Pero en Guantánamo, debe cumplirse esta Política que, como expresó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “tiene el mérito de proyectar la solución integral de uno de los problemas en que más insatisfacciones tiene la población”

Aquí también, como señaló en ocasión de presentarse la Política ante los delegados a la Asamblea Nacional, “hay muchos problemas acumulados, muchos de ellos por afectaciones de ciclones, por eso lo importante de diseñar y construir viviendas con calidad, sólidas y de manera ordenada, tal como recoge la normativa”.

Aspectos en los que resta trabajar, según sus indicaciones, son la informatización del sistema de la vivienda, eliminar la corrupción en esta actividad, también donde se venden los materiales de construcción, pues de lo contrario, el Gobierno se desacredita.

Presente debe tenerse el llamado de Díaz-Canel a eliminar la práctica corrupta de inspectores, funcionarios y de técnicos que están alrededor de esas actividades, y la necesidad del enfrentamiento sistemático, para crear un ambiente de control, y que quien quiera delinquir se contenga ante la vigilancia popular y administrativa de todos los días.

Cumplir la Política para solucionar la falta de viviendas, demostrará una vez más, con ventajas y adelantos para Cuba, que en Guantánamo sí se puede.