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documentos siglo xix2Foto: Lorenzo Crespo Silveira

Documentos de valor patrimonial del siglo XIX fueron encontrados en el falso techo de una antigua edificación donde se erige, como parte del proyecto Origen, el bodegón El León de Oriente -Los Maceo esquina a Varona, en esta ciudad- sitio donde se dice que José Maceo brindó por la libertad de Cuba.

El hallazgo se realizó este lunes, cuando obreros de una brigada de constructores particulares, liderados por el también escultor Miguel Utria, descargaron vales y libros de cuentas desde 1871 al 1875, que entregaron luego al proyectista general de Origen, el arquitecto José Blanco.

Los documentos, en general, consisten en libros de cuentas donde se plasman las actividades comerciales de la sociedad C. Brauet y Ca, además de vales de compra de familias e instituciones de la época y un cuaderno de trabajo con problemas de aritmética.

En estos momentos, se gestiona la entrega de los folios a las instituciones donde deben ser debidamente conservados para su posterior estudio, ya sea el Archivo o el Museo provincial, donde también se atesora este tipo de documentación histórica.

Utria aseguró que en la estructura quedan otros pliegos presumiblemente también del siglo XIX, los cuales, en coordinación con las autoridades responsables del cuidado del patrimonio aquí, serán rescatados en los próximos días para su clasificación, conservación y resguardo.

Con anterioridad, de ese sitio, se habían rescatado otros materiales que correspondían a las sociedades Manuel Comas y Ca, de 1857 al 1867, y C. Brauet y Ca, del 1867 al 1889, aseguró Odalis E. Olivares, especialista principal en procesos técnicos del Archivo provincial, donde se conservan desde mayo de 1995.

Las citadas piezas, cuyo valor patrimonial es de grado I, precisa Olivares, consisten en correspondencia comercial de esas compañías con otras provincias con las que mantenían relaciones mercantiles, sobre todo, de Santiago de Cuba, La Habana y Cienfuegos, y de países como Estados Unidos, España y Francia.

Su valía, asegura, “está precisamente en su antigüedad, el develamiento de las costumbres de la época, de cómo se vestía, se calzaba, se comía…, pero también muestran un lado muy duro de la esclavitud, de la organización del Guantánamo del siglo XIX”.