2 Dr. VenereoDr. Luis Armando Venereo Izquierdo, epidemiólogo a cargo de la información pública televisiva sobre el comportamiento del coronavirus Sars-Cov-2 en Guantánamo.Son días intensos. Buscar la información, primero. Revisar números, tendencias, esos giros que su mente de epidemiólogo descubre para el resto. Ir a Solvisión para salir en vivo, grabar la comparecencia de la tarde, resumirlo para la radio, casi todo a cuenta de su tiempo, de su descanso, incluso de su bolsillo.

No es un hombre joven. “Por lo menos no tanto”, me rectifica a media sonrisa, desde el otro lado del teléfono, el Dr. Luis Armando Venereo, con la confianza en la vida de sus 58 años, “pero sí de riesgo”, y se confiesa como uno más en la población cuya presión arterial se descontrola de vez en vez.

Hay muchos hombres y mujeres sin el conflicto externo que le ha planteado a este país la COVID-19, desde que empezó a causar neumonías atípicas en el corazón de China. La prensa muestra algunos rostros, los socializa, pero entre los límites de Guantánamo no hay uno más reconocido que el de Venereo. Y él lo sabe.

Del pasado

Me dice que lo lleva bien, y no lo dudo. Los desafíos lo acompañan desde siempre, y “estar al frente” en su vida es una constante: al frente de la Federación Estudiantil Universitaria, de los mejores; internacionalista desde el último año de la carrera de Medicina, fluctuando a cuenta del deber entre municipios, especialidades, provincias, países.

Sin graduarse, Nicaragua, como parte de un Internado Rotatorio. “No era médico y tuve que lidiar con la insalubridad, la pobreza, la ausencia de servicios médicos de calidad, el analfabetismo, en medio de condiciones políticas y militares desfavorables”, recuerda.

El regreso a Cuba, dos años después. La esperanza -y la posibilidad de escoger la especialidad que quisiera, como estímulo- de ser neurocirujano, ya que ese fue su rumbo mientras estudiaba en la Facultad de Santiago de Cuba. Pero hay que esperar, y el deber y la realidad llamaban.

Pediatra mientras aguarda. Residente de Cirugía General en Baracoa y Guantánamo luego, hasta que un día suspende un examen oral en el pase a cuarto año y regresa como Médico General Integral, ejerce un cargo, y retorna a Santiago de Cuba, por la especialidad definitiva: Higiene y Epidemiología.

Se gradúa y le llega una propuesta tentadora en 1997, para quedarse en la Ciudad Héroe, pero dice no y regresa. Dice “No”, a quien hoy es el rostro del enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, al Doctor Francisco Durán, quien ve en el guantanamero un prospecto de excelente profesional.

De Durán, Venereo dirá después: “Ese hombre sencillo que hemos visto jornada tras jornada es el mismo profesor y amigo que conocí hace unos años, magnífico comunicador, sincero y honesto, un hombre comprometido, del cual me honro por haber sido su alumno”.

En Guantánamo, lo espera “estar al frente”, de nuevo, del Departamento de Enfermedades Crónicas no Transmisibles del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, también del Centro de Promoción y Educación para la Salud…

Lo esperan otras misiones internacionalistas. Después de Nicaragua vendrían Venezuela y Ecuador, hace bien poco, hasta que el Gobierno de Lenin Moreno movió la silla del sitio de los más necesitados para acomodarse a la derecha.

Del presente

20200518 125418Dr. Luis Armando Venereo Izquierdo, epidemiólogo a cargo de la información pública televisiva sobre el comportamiento del coronavirus Sars-Cov-2 en Guantánamo.Dice que las cámaras no lo ponen nervioso, aunque sí ha pasado sus sustos. Simplemente, se ajusta el nasobuco, ordena sus papeles, se asegura de que todo esté en su sitio y responde a cuanto le preguntan.

“Desde siempre he creído en la educación del pueblo como plataforma universal para conquistar el control sobre la salud –explica. Claro, hay que estudiar, prepararse, creer en lo que haces y amarlo, para entrar en la gente”.

Confía en la cultura médica de los cubanos, cree que ese es justamente el pago a sus esfuerzos, y está convencido de que una de sus misiones como epidemiólogo es “hacerle saber a la población que nada hace más rico a una persona, a una familia y a una nación que ser saludables”, dice quien ha visto de todo, y en muchos sitios.

Suena fácil, pero no lo es. La información debe ser veraz, las respuestas precisas, con el reto perenne de informar desde una provincia, sin saltarse las indicaciones, las estrategias y la realidad de todo un país.

“En algún momento, por ejemplo, nuestras cifras no coincidían con las que ofrecía el Ministerio de Salud, por medio del Dr. Durán, por la hora en que cerrábamos la información, y eso traía diferencias; la gente llamaba a la televisión, se quejaba, así que unificamos ese corte, y resolvimos el problema”, refiere.

Me pregunto si eso no hace que “baje” la audiencia. Si privarse de información “adelantada” al parte del día siguiente no le quita gracia a seguirlo por la señal del canal provincial Solvisión.

Pero la verdad es que la cercanía es la mejor carta bajo la manga de este profesional. Lo aprendemos –los profesionales del Periodismo- en la universidad y lo confirman ahora el incremento de audiencia de nuestros medios locales.

El número que suena frío en los partes nacionales, en la comparecencia del Dr. Venereo se convierte en vecindarios conocidos, calles donde pasamos o vivimos, en preguntas “puras y duras” que nos hacemos todos.

Una interrogante de las que se repiten es por qué la tardanza en el estudio de las muestras. Una pregunta “peligrosa” por todo cuanto implica que no se controle a tiempo a alguien infectado y a sus contactos. El doctor responde.

“Cuando un test rápido es positivo, al paciente se le indica un PCR en tiempo real y esa muestra se procesa en el laboratorio de biología molecular de Santiago de Cuba, que atiende a todas las provincias orientales. Por esa razón, en ocasiones fue necesario enviar las muestras a La Habana -en algún momento las pendientes rozaban las 200. Actualmente, con la reducción de los casos, no hay demora.

“Lo más importante es que las acciones de aislamiento ante un test rápido positivo se realizan puntualmente, seguido del PCR, y se inicia el control de foco”, resume.

Para lograr esa “actualidad”, la primera persona del singular se pluraliza. “Hay personas sin cuya ayuda esta acción comunicacional no sería posible, los compañeros de los puestos de mando, de la propia Dirección de Salud, de las estadísticas”, gente que lo atiende a cualquier hora, que trabaja a cualquier hora.

El peso de lo público, de la mayoría que trasciende cualquier individualidad o circunstancia, lo mueve. Y compara: “Cuba ha dispuesto sus medios para que el pueblo esté informado, y educado. Algunos programas incluyen el intercambio con la población y eso es excelente, aunque muy comprometedor.

“En otras naciones -toma la palabra el internacionalista- al no existir una organización del sistema de Salud Pública no siempre se logra confiabilidad en las informaciones, estas se usan indiscriminadamente, y la gente deja de creer y cooperar”.

Haciendo cuentas

1 Dr VenereoDurante unas de las emisiones de mediodía en Solvisión, espacio de preferencia por el sensible tema abordado: actualidad de la COVID-19 en Guantánamo.“Los resultados de Cuba en la lucha contra la epidemia no los puede ocultar nadie”, recalca el especialista en Higiene y Epidemiología, y habla de fortalezas que, a pesar de todo, han contenido al virus en este pedazo de isla.

Menciona la intersectorialidad, que “nos ha permitido acciones de comunicación, para poner al pueblo en alerta, sumado al aporte de cada sector para llevar adelante las medidas para frenar la pandemia, desde los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas que apoyan la pesquisa, hasta las escuelas, campismos, casas de alojamiento que hoy funcionan como centros para contactos y sospechosos.

“Personas que además tienen garantía de alimentación, de servicios médicos gratuitos, de medicamentos, medios diagnósticos y terapéuticos, todo en ciudades y campos donde se respira orden interior. Es importante otorgar al pueblo guantanamero el mérito por ser receptivo y participar. Por eso mi aplauso es para todos”.

Hay otros factores que favorecen el comportamiento de la pandemia aquí, “como la relativa baja afluencia de extranjeros y nuestra situación geográfica que limita el tránsito interprovincial. Tenemos, también, elementos de riesgo, entre ellos la incidencia de enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipertensión arterial, asma bronquial, además de problemas medioambientales, como el deficiente abasto de agua, dificultades constructivas en muchos hogares, donde no existen instalaciones sanitarias óptimas: entender y manejar estas circunstancias también es parte de nuestros resultados”.

Para resumir: voluntad política y un sistema sanitario que con el tiempo y las experiencias nacionales -el propio Dr. Venereo recuerda la epidemia de dengue hemorrágico en el país, en 1981- e internacionales, ha sabido adaptarse a los cambios.

“Hay que entender la amenaza de las enfermedades epidémicas, por los cambios medioambientales desfavorables, los modos y estilos de vida, las condiciones socioeconómicas, el incremento de la pobreza, las desigualdades, las contiendas bélicas… Todo ello habla de un futuro de lucha intensa por el desarrollo humano.

“Será necesario formar más hombres de ciencia que descubran vacunas y fármacos, y hará falta también que recordemos la voluntad de nuestro Gobierno por mantener altos índices de salud, una conquista que las generaciones venideras deben cuidar”.

Hombres de ciencia con memoria, como él.

Comentarios   

0 #1 Elio Antonio 28-05-2020 12:10
Hola :-)

Saludos y felicitaciones desde el Policlínico Asdrúbal López para el Dr. Venereo.

;-)
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