Imprimir

mariana retrato1. Mariana Grajales Coello, según la imagen del retrato fotográfico realizado por el mambí Ernesto Bavastro Cassard, entre los años 1878–1887, período que compartieron en el exilio, probablemente en Jamaica, donde falleció Mariana el 27 de noviembre de 1893.

A propósito de cumplirse este año el bicentenario del natalicio de Mariana Grajales Coello, tanto la investigación que conoce, descubre, actualiza, precisa, da a conocer y aclara datos, como la sensibilidad popular atenta a las significaciones más duraderas de los actos de sus figuras insignes, se expresan a través de novedosas creaciones.

La heroína que infundió en su familia la pasión por la libertad y fue ella misma partícipe de la batalla de 10 años por la patria iniciada en 1868, causa por la que padeció exilio hasta su muerte, ha sido reclamada como Madre de la Patria desde el seno más íntimo del pueblo en los diferentes momentos de su historia.

Aunque algunos han querido que así sea instituido, para muchos la legitimación de tal sentimiento no necesita oficialidad. Es auténtico y suficiente en el alma del pueblo cubano.

Es decir, Mariana ha trascendido la condición de madre de la heroica prole de los Maceo para distinguirse por sí misma como ejemplo en la participación de los cubanos en la lucha por la libertad. Es la actitud y comportamiento de ella la raíz de esa popular estimación especial por la santiaguera nacida el 12 de julio de 1815.

En Guantánamo, en sus montes, aunque lo hizo igual en una más amplia zona del Oriente cubano, brilló Mariana como madre, esposa, preclara orientadora ideológica, jefa de la familia Maceo-Grajales tras la temprana muerte en combate de Marcos Maceo en 1869, madre de combatientes que alcanzaron una altísima consideración y liderazgo en las tropas libertadoras, responsable de una eficiente unidad militar sanitaria durante diez años de guerra revolucionaria, según ha señalado uno de sus exegetas.

Sin embargo, Mariana es todavía “mayormente ponderada en la historiografía por su papel como madre de los Maceo, pero menos conocida como participante directa en las luchas independentistas cubanas”, lamentan las nuevas generaciones, como han dado a conocer recientes publicaciones de investigadores del Centro de Estudios Antonio Maceo, de Santiago de Cuba.

La Doctora en Ciencias Históricas Damaris Torres Elers, de la Universidad de Oriente, impartió en Guantánamo una conferencia en la que insistió en que el momento histórico que vive el país necesita de que las nuevas generaciones conozcan más de la labor de Mariana, de su protagonismo en la creación de los hospitales de campaña y las vicisitudes que vivió durante más de diez años en los campos de batalla, entre otras cuestiones ignoradas o casi desconocidas.

Al respecto anunció que en julio saldrá a la luz el libro Mariana Grajales: 200 años en la historia y la memoria, con el que varios autores de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic), junto a Ediciones Santiago, tratan de contribuir a dar a conocer con más profundidad la excelsa personalidad de Mariana.

Un testimonio

Significativamente, la Plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, en esta ciudad, celebra igualmente este año el aniversario 30 de su inauguración. Doble conmemoración motiva sus actividades.

plaza mariana2. Pórtico de la Plaza Mariana Grajales, cuyo monolítico arco reproduce las iniciales de la insigne patriota (MGC) y exhibe a relieve la grandiosa efigie en el único escenario nacional de grandes concentraciones con nombre de mujer.

Como alguien ha observado, entre todos los monumentos que se le han dedicado en el país se destaca por su magnitud y significación la Plaza de la Revolución, centro de los grandes eventos políticos y culturales de la provincia de Guantánamo. La grandeza de la imagen de Mariana Grajales y de todas las mujeres cubanas mambisas, en el empeño noble de ver a la patria libre, fue recogida como sostén temático por los creadores del proyecto de esta Plaza inaugurada el 26 de julio de 1985.

Dicho sea de paso, la repentina enfermedad y desaparición prematura en 2003 de la investigadora Magdalena (Maday) Cantillo Frómeta, quien fuera directora de esa institución desde 1994, le impidió publicar los resultados de su apasionado viaje y búsqueda en Jamaica en 2001 de huellas de Mariana y de José Martí, en el escenario donde el Apóstol conoció a la Madre de la Patria en 1892.

Reflexionando sobre el testimonio martiano sobre Mariana, Cantillo Frómeta declaró en una ocasión: “Es una mujer que inspira respeto, reverencia, es una mujer que a él lo impresiona. Un hombre tan especial como Martí, aparte de lo que él haya conocido por la historia de la Guerra de los Diez Años, de la gesta del papel de la Madre de la Patria, a él lo que le impresiona es su personalidad. Y, el instinto maternal”.

Quien fuera una estudiosa de los textos martianos continúa refiriendo: “Martí nos da el elemento un poco tratado. Por lo general, se dice que Mariana era una mujer viril, enérgica, valiente que animaba el combate, que le decía a sus hijos: “¡Arriba!, Había un hijo que le dijo, tú prepárate, empinate, vete para el campamento”, ese es una imagen que nos queda de esa energía, de esa fortaleza de carácter, pero muy poco hablaban de su ternura. Y, el Apóstol habla de la ternura de esa mujer, de esa anciana.”

La investigadora concluye al respecto de la caracterización que hace Martí de Mariana en sus escritos: “Incluso nos da características muy caribeñas. Este hecho de la hospitalidad de cuando Usted visite a alguien, que ella viene y lo atiende, conversa y cuando se va, tiene que brindar algo a la visita para que se lleve. O sea, nos da las características propias de esa persona que conversa, se anima, pero que lo atendió con cariño y con ese don de la hospitalidad, que es muy propio del caribeño. Eso a mí mucho me llamó la atención, el carisma tan fuerte de Mariana como Martí lo capta como si fuera en un lente, pero además en poesía, una imagen tan perdurable. Para saber de esta personalidad hay que leer inevitablemente a Martí”.

Valores

Entre las acciones guantanameras por el bicentenario también la Doctora en Ciencias de la Salud Anselma Betancourt Pulsán ha expuesto recién su ponencia Mariana en nosotros, acerca de la gloriosa mujer como arquetipo en la formación de valores, según se ha publicado hace poco en estas mismas páginas.

Tras preludiar sus reflexiones con el aserto del maestro Félix Varela Morales: Los valores se construyen ejerciéndolos y no conversando sobre ellos. La única forma de transmitirlos es el ejemplo, la doctora Betancourt Pulsán concluye que la concreción de los valores de Mariana, intrínsecos en la sociedad cubana actual, emana de su acción y se consolida en la Patria socialista e internacionalista.

Por eso, cuando titula Paradigmael texto que le dedica a Mariana, el popular fonomímico guantanamero Juan Carlos Aliaga Suárez, quien ha incursionado con favor en la creación de letras para canciones y rimas espontáneas por diversos motivos, identifica a Mariana con esos valores de sacrificio por la causa común.

Paradigma

Por Juan Carlos Aliaga Suárez

Mariana Grajales: ¡qué gran paradigma!

Tu ejemplo dejaste en esas maniguas.

Tierna y bondadosa, forjaste en tu andar

carácter indomable que no tuvo igual.

Tus mejores cosechas el destino cegó,

pero en ti la esperanza jamás se quebró.

Y con amor de madre y corazón de patriota

no conociste el miedo, tampoco la derrota.

Con amor de madre viste tus hijos caer.

¡La Patria te agradece por tu ejemplo tan fiel!

Paradigma de mujer, estirpe que simboliza

La hidalguía y el valor sin perder la sonrisa.