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reparaciones

El alistamiento de los equipos destinados al corte, alza y tiro de la caña, marcan el ritmo de las reparaciones e inversiones que por valor superior a los tres millones de pesos se ejecutan en Guantánamo para el comienzo de la zafra azucarera el próximo 26 de diciembre.

Al ofrecer esta información, Violeta Mesa Castillo, directora general de la Empresa Azucarera Guantánamo, agregó que ya se encuentran a punto las combinadas y alzadoras, y prácticamente la totalidad de los camiones que llevarán la materia prima hasta el Argeo Martínez, único central activo aquí.

Precisó que en la contienda 2015-2016 se incorporan siete nuevas alzadoras, de procedencia china, que triplican la productividad de las tradicionales.

Exitosas pruebas parciales en parte del dispositivo de la industria, principalmente en el basculador, centrífugas, molinos y conductores de bagazo, confirmaron la calidad de las reparaciones, virtualmente concluidas en el ingenio.

La ruta crítica en el alistamiento del central pasa por la terminación, antes del día 22, de las inversiones en la caldera retal, atrasadas por demora en la entrega de recursos por parte de la empresa suministradora AZUMAT, algunos de los cuales son de importación, pero otros, como los ladrillos de cerámica roja que no se ubicaron a tiempo, se fabrican en esta localidad, criticó Mesa Castillo.

La directora de Azcuba en Guantánamo explicó, además, que al sistema de generación de vapor, con más de 14 años de explotación, se le renovó cerca del 80 por ciento de sus componentes.

Otras inversiones de importancia por tributar a la eficiencia, calidad del crudo y el crecimiento de la capacidad de producción del Argeo Martínez, es la modernización de una batería de centrífugas ASEA, atrasada también aunque dispone de los recursos a pie de obra.

En la zafra, que iniciará en apenas 15 días, se molerán 19 mil toneladas menos que en la pasada contienda, por las afectaciones que la sequía provocó en las plantaciones durante la etapa decisiva de su desarrollo y maduración de la caña, merma que obliga a elevar la eficiencia para sacarle todo el dulce posible a la gramínea.