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vicenteDoctor en Ciencias Agrícolas Vicente Rodríguez Oquendo. Foto: Lorenzo Crespo Silveira

A Vicente Rodríguez Oquendo lo que más disfruta y apasiona es impartir clases, aunque sus 40 años de trabajo los ha dedicado a la labor investigativa ligada al campo, trabajo sobresaliente que le fue reconocido recientemente con la Orden Carlos Juan Finlay, galardón que entrega el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Este profesor titular de la Facultad Agroforestal de la Universidad de Guantánamo, es el primer investigador del sector educacional en la provincia en recibir este importante premio que se entrega a personalidades nacionales y extranjeras, así como a colectivos científicos por sus méritos y aportes al desarrollo socio económico de Cuba.

Rodríguez Oquendo pese a sus resultados y experiencia en los estudios científicos en la Agricultura Sostenible, se niega a ser investigador titular porque con esa condición tendría que apartarse del magisterio, y él lo que prefiere es ser profesor aunque todos sus mejores recuerdos laborales estén vinculados al trabajo investigativo.

“Soy guantanamero y me pierdo en el llano, pero no en el campo”, dice Vicente mientras rememora sus actividades en la serranía para lograr junto a otros compañeros en el año 1994 que no se perdiera el café en el municipio de Yateras.

“Diseñamos estrategias en esa época- continúa- el trabajo con los campesinos, para que hicieran de la tierra su vida. Madrugábamos para no desaprovechar un solo grano, y aplicamos alternativas para motivar a los productores. También realizamos talleres y competencias, y al final tanto esfuerzo permitió ganar la batalla.

A partir de estas experiencias en la tierra comenzó su labor investigativa, que incluyen 40 proyectos presentados en disímiles eventos, la participación en 105 actividades científicas nacionales e internacionales, 155 artículos publicados en revistas y libros, y la obtención de 11 reconocimientos de la Delegación del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el territorio por sus estudios.

Fue merecedor, además, de un premio que concede la Academia de Ciencias de Cuba por la aplicación de los hongos micorisas que se obtienen del suelo -luego de aislarlos y multiplicarlos- en los cultivos para aumentar así los elementos nutritivos de la tierra y los rendimientos agrarios.

Rodríguez Oquendo en toda su tarea investigativa siente especial orgullo por la realización de la estrategia en el Centro de Estudios de Café y Cacao, la cual dirige, y posibilitó el desarrollo de la producción de estos frutos en Guantánamo; y por su labor en el trabajo con los usufructuarios de Yateras para lograr un impacto en la producción de viandas, café y hortalizas que facilitó mejorar el nivel de vida de familias campesinas allí.

Ese destacado investigador sabe que su trabajo científico tiene “mucho campo” todavía por donde cortar, y que aún, le queda seguir cosechando anécdotas como aquella en que vio por primera vez a un hombre con muletas recogiendo café en plena madrugada en las montañas de Imías o cuando tuvo que dormir noches enteras encima de una despulpadora de café.

Actualmente trabaja en la aplicación de una técnica de diversificación en los sistemas agroforestales en el municipio de Maisí y en un proyecto para la conservación de ecosistemas montañosos amenazados.

Dice este Doctor que la agricultura, fundamentalmente la de la región, necesita nuevas alternativas que sean sostenibles con el medio ambiente, y que más allá de la investigación, su mejor forma de lograr tal intensión es seguir enseñando a sus alumnos sobre el trabajo con la tierra y para que algún día ellos puedan contribuir a convertir los campos en verdaderos mosaicos de cultivos.