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El novelista y poeta británico, galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1983, William Golding, expresó: "No sé por qué las mujeres pretenden ser iguales que los hombres, cuando en realidad son mucho mejores e incluso superiores a nosotros".

Razón no le falta y en el caso de Cuba la mujer, tras años de discriminación supo con paciencia e inteligencia logar generar y promover el empoderamiento femenino, una plataforma, donde se apoyan mutuamente para el crecimiento social y profesional.

En ese avance, mucho ha tenido que ver la labor de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que en más de 55 años ha promovido el avance de las féminas como protagonista en todos los sectores de la sociedad, como lo muestra el hecho de que cinco de los diez presidentes de Asambleas municipales del Poder Popular en nuestra provincia son mujeres.

Actualmente, en Guantánamo de los 108 mil 968 trabajadores, son mujeres 56 mil 132. Ellas son mayoría en los sectores de Salud y Educación con un 64 por ciento, y el 55 en Cultura, y en otros como Comercio son justo la mitad (50). Ninguna área de la economía y la sociedad carece hoy de la presencia de las mujeres, y ejemplo de eso es que son el 33 por ciento de la fuerza laboral en la Industria, el 34 en Servicios Comunales, el 16 en la Construcción y el 22 en la Agricultura.

A la mujeres, esas guerreras insuperables e incansables va dirigido este espacio de Venceremos digital.

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Visión de federada

Aunque estamos avanzando en la incorporación de la mujer en los diferentes sectores sociales, comenta Daysi Veliz Bravo, Secretaria provincial de la FMC, aún tenemos mucho que trabajar para ganar una mayor incorporación de ellas en algunos como la Construcción, la Agricultura y el Deporte.

“También debemos tener mayor representación como delegadas a la Asamblea provincial del Poder Popular y llevar cargos decisorios, y todavía es una asignatura pendiente el erradicar los estereotipos machistas que prevalecen en algunos pobladores de Maisí, Imías, Yateras y Baracoa, principalmente”.

 

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Entre pinturas, mezclas y bloques

A Iraida Savón González le apasiona su trabajo. Ella, es pintora de la Empresa Provincial de la Construcción y asegura que desde 1987, fecha en la que comenzó a laboral, lo hace entre hombres.

“Somos dos mujeres en la brigada, la técnica y yo, y nos respetan, aunque algunos sigan pensando que el trabajo que realizo es solo para ellos. Durante la jornada lo mismo pinto, que levanto una pared o bato una mezcla, tengo igual derecho que mis compañeros”.

 

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Voz de mando

Dirigir es un trabajo difícil, asegura Daysi Dimot García, directora de capital humano en la Empresa provincial de Aseguramiento al Comercio. “La tarea lleva mucho esfuerzo y compromiso, pero las mujeres hemos demostrado que somos capaces igual que cualquiera de llevar la voz cantante en una entidad”.

“Por ser mujer no somos débiles a la hora de tomar decisiones que involucren desde una advertencia hasta una separación definitiva del puesto de trabajo, al contrario, sabemos ser responsables ante cualquier labor que se nos oriente”.

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La señora del puesto 12

Luego de su jubilación, Sevi Ramírez Caballero, comenzó a trabajar como contrato en El Bazar, y reconoce el lugar que ocupa la mujer cuentapropoista en la sociedad guantanamera.

“La mayoría de los empleados aquí somos mujeres y eso me enorgullece, porque trabajamos duramente a lo largo de la historia para alcanzar la igualdad respecto a los hombres. Aunque vender no necesite tantos requisitos, la gracia que le aportamos atrae compradores y así le hacemos la competencia al sexo opuesto”.

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Con letras de mujer

La escritora del libro Galenos de la República en Guantánamo 1902-1958, Josefa Leyva Proenza, es bibliotecaria de la Sala de Fondos Raros y Valiosos de la biblioteca provincial Policarpo Pineda. Ella reconoce la importancia del hombre en el transcurso de la historia, al mismo tiempo que destaca el papel de la mujer en los procesos sociales y revolucionarios.

“Hemos logrado abrirnos camino en las artes. No ha sido fácil, recuerdo la vida de Sor Juana Inés, a quien se le prohibió en su época escribir por no ser oficio para damas. Sin embargo, en la actualidad muchas obras de mujeres reinan en el mundo de las letras”.

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Estocada femenina

“Antes la mujer no podía competir en sable ni espada por ser armas masculinas, y al decir de los hombres una modalidad agresiva y fuerte para nosotras”, comenta Yusmairis Labaceno Duanis, profesora de esgrima del combinado deportivo centro.

“Fuimos ganando espacio en diferentes sectores, entre ellos, en el deporte. Una vez desterrados los prejuicios sobre esta práctica, hoy contamos con muchas esgrimitas, medallistas en diferentes competiciones tanto nacionales como internacionales.

 

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El hogar: Mi trabajo

Desde su casa, Yudelis Soto Lombaldía, contribuye a mantener bella a la mujer. Ella es ama de casa, pero en ocasiones corta un cabello, pone un tinte o simplemente peina.

“Antes del triunfo revolucionario la mujer ama de casa se dedicaba solo a las tareas domésticas sin posibilidad de superarse. Hoy gracias a la Federación de Mujeres Cubanas podemos insertarnos en cursos de peluquería, maquillaje y otros vinculados no solo a la belleza sino para aprender sobre diferentes temas de utilidad”.

 

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Al ritmo de la locomotora

Cada tres días, Eliuska Nuñez de Arma, joven trabajadora del taller ferroviario Vanguardia Proletaria, se encarga minuciosamente de la correcta higienización de los coches motores que existen en la provincia.

“Somos contadas las que trabajamos aquí en el área de revisiones, al principio parecíamos una maquinaria oxidada, era difícil subir a un vagón con cubo de agua en mano, escoba y trapeador, faltaba agilidad y fuerza. Los hombres se burlaban.

“Ahora somos las primeras en la limpieza de los trenes, nuestros compañeros nos admiran y estamos al mismo ritmo de ellos, incluso compartiendo tareas que realizan”.